Como sucede con otras zonas de USA, sorprende la juventud histórica de estos territorios, con las primeras noticias del paso de europeos por aquí remontándose a la expedición del salmantino Vázquez de Coronado en 1540 en busca de las 7 ciudades de oro de Cíbola, y otra, la de Domínguez Escalante, (dos siglos más tarde) que llegaría hasta el Gran Lago Salado junto al que se encuentra la actual capital de Utah. Ya a mediados del XIX se iniciaría la colonización por colonos mormones huídos de New York tras el asesinato de uno de sus líderes.
Esta reserva del sur del estado "mormón" cuenta con unas curiosas y espectaculares formaciones rocosas fruto de la erosión diferencial conocidas en geomorfología con el bonito nombre de "chimeneas de hadas" (allí localmente las denominan hoodoos); combinadas con una rica variedad de colores donde predominan los tonos rojizos, el contraste con el verde de los pinos de ponderosa que pueblan la zona aporta una belleza especial. Si a esto añadimos que en cualquier momento puedes disfrutar de las fugaces apariciones de una fauna muy rica, vale "muy mucho" la pena dejarse caer por estas lejanas tierras. La altura media por aquí ronda los 2.500 m., como sucede con el North Rim, lo que permite disfrutar de suaves temperaturas en esta época que se agradecen especialmente cuando uno se embarca en un viajecito como el nuestro. Me ha encantado una leyenda de los indios Paiute (que poblaban estas tierras antes de la llegada de los europeos),refiriéndose a los pináculos, o hodoos, como "gente legendaria que fue convertida en roca por el coyote...".
La carretera principal del parqe cruza el anfiteatro de Bryce, una depresión llena de estas chimeneas de hadas situada justo debajo de la ruta de senderismo Rim Trail. Entre los miradores destacan Sunrise Point, Sunset Point, Inspiration Point y Bryce Point. Las mejores vistas pueden contemplarse al alba y al atardecer. Aunque teníamos poco tiempo, intentaríamos acceder a todos ellos y buscar las mejores horas.
Mapa con los miradores y enclaves más conocidos del Parque Nacional. Debajo, uno señalizando rutas a pie o a caballo en la zona más visitada. |
En Utah van una hora por delante de California y Nevada, cosa a tener en cuenta sobre todo si se tiene idea de comer o cenar allí... Nosotros salimos de Las Vegas pasadas las 9 de la mañana y nos llevaría unas cinco horas y media llegar al Centro de Visitantes, tras algún tramo de circulación lenta por obras en los desfiladeros del río Virgin (aguas arribas de aquí, es el "alma mater" de otro parque imponente en el que estuvimos, Zion). A pesar del largo viaje de más de 500 kms. el recorrido se hace ameno, y conforme te acercas a Utah, con los tonos ocres y verdes ganando en protagonismo, el paisaje se vuelve espectacular.
Un rasgo propio de la señalización de las carreteras de Utah es ese curioso encuadre en un panal, símbolo del trabajo y esfuerzo y símbolo también del estado. |
Paramos un momento en la zona protegida de Red Canyon, seducidos por esos contrastes de colores. No imaginábamos que aún se iban a acentuar más al llegar a nuestro destino media hora después. |
Ya os he comentado en las dos entregas anteriores lo útil que nos fue para preparar nuestro "viajecito" consultar páginas en internet como "molaviajar" u otras especializadas en la Costa Oeste. En Bryce me dejé llevar por Delfi Sánches y sus recomendaciones en esta página, que se adecuaban bien al tiempo que teníamos y a nuestra idea de hacer una pequeña marchita. Después de comer nos dirigimos al cercano Sunrise Point, desde donde iniciamos una corta pero inolvidable circular de no más de 5 kms. y dos horas y media de relajada caminata, uniendo Queens Garden Trail con Navajo Trail Loop.
Justo en el límite donde se produce la erosión de cabecera los árboles alcanzados por ésta se aferran a sus raíces hasta que ya no pueden más y caen ladera abajo. |
Los reflejos de las luces hace que algunas zonas parezcan translúcidas. |
¿Veis el gorrión de corona roja (o chimbito común)? |
Golden mantled ground squirrel |
Nuestro regreso a la parte superior tras seguir el curso del trail por el fondo del valle lo haremos por una preciosa subida en zig zag conocida como Wall Street, con edificios gigantes a tu alrededor, aunque en este caso construídos por la Madre Naturaleza, hasta llegar a Sunset Point.
El círculo lo cerraremos siguiendo por la "cuerda" que nos separa del valle y nos permite seguir disfrutando de la vistas que ofrece con el sol cada vez más cerca del horizonte, hasta llegar al punto de inicio.
Cerambícido |
Como queremos conocer el Vista Point conocido como Natural Bridge, y el atardecer ya está cerca, cogemos el coche y vamos hasta alli, disfrutando de varias fugaces apariciones faunísticas de agradecer en los trayectos de ida y vuelta (unos 20 minutos cada uno).
Uintah chipmunk |
Natural bridge. |
Cascanueces americano. |
Y tras parar en Inspiration Point y despedirnos del astro rey hasta el día siguiente nos vamos a nuestro coqueto hotel que se encuentra muy cerca, en Bryce Canyon City.
Y nos gustó tanto lo que nos ofreció Bryce Canyon que, a pesar de tener que salir pronto hacia el North Rim de Grand Canyon al día siguiente, Lucía y yo decidimos descansando un poco más a los niños y volver antes de desayunar para poder disfrutar del amanecer en las inmediaciones de Inspiration Point. Tan solo un cuarto de hora en coche nos separa de allí, y esto hará que podamos disfrutar casi tres cuartos de hora con las primeras luces iluminando este espectacular enclave antes de regresar a Red Ledges Inn, uno de los mejores sitios donde nos hemos quedado a dormir, y comer, a lo largo de estas vacaciones...
Y poco antes de llegar allí para tomar un buen desayuno en el exterior, paramos el coche para ver el único perrito de las praderas que hemos visto, eso sí, toda una jugosa observación...
Perrito de las praderas de Utah. Hasta hace muy poco en peligro de extinción. |
Tras el desayuno dejamos esta zona especial en busca de nuevos "horizontes de grandeza", como reza el título de una gran película del Oeste, de nuevo pasando por Red Canyon y sus rojizas paredes... Poco a poco nos alejamos también de los cercanos Monument Valley o Antelope canyon, pero todo no puede ser...
Jilguero americano. |
Y con esto cierro la trilogía sobre nuestro inolvidable viaje por tierras americanas que espero podamos volver a vivir un año de éstos y os anime a cruzar el charco a un@s cuant@s. Salu2.
Qué viaje más fantástico y qué delicia haber podido disfrutarlo a través de tu blog.Enhorabuena Manolo por tu trabajo, vaya curro!!!
ResponderEliminarGracias, Antonio. Me ha llevado más tiempo del esperado pero lo he pasado bien recordando y preparando el tinglado sin prisas, que son malas consejeras. Y como me trae al pairo esa "moda" de compartir fotos inmediatamente, y a pesar de que se van alejando en el tiempo, espero poco a poco "bloguear" otras salidas más cercanas que también me han dejado muy buenos recuerdos.
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