En la segunda de las salidas al campo de 2022 nos acercamos a una zona que hacía ya unos añitos que no pisaba, a pesar de que alicientes de los buenos no le faltan. Sanabria cuenta con la laguna glaciar más grande del país en medio de una zona boscosa donde el rebollo es el rey y sólo este hecho ya merece una o varias visitas de todo amante de la naturaleza. Pero en esta ocasión nos acercamos de nuevo a Sotillo para visitar algunas joyas escondidas que no son tan conocidas pero también son "tope de gama"... y aún más con el frío que había hecho días atrás...
Tras un entretenido viaje desde Salamanca con varios avistamientos de corzos y ciervos desde el coche al pasar junto a la Sierra de la Culebra iniciamos nuestro recorrido pedestre ya cerca de las 10.30 h.
Enseguida nos vemos rodeados por el rebollar y el camino se empina en busca de la cascada de Sotillo, avisándonos de lo que nos espera el tener que superar algunos arroyos y neveros helados.
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| Dos bucólicos puentes de madera añaden atractivo a la ruta. Éste se encuentra antes de llegar a la cascada. |
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| Ya cerca de la cascada hay que superar este tramo donde el hielo plantea alguna dificultad... |
Llegamos al mirador de la cascada pasadas las 11,30 h. El espectáculo que ésta ofrece es mayúsculo, alternando zonas llenas de chupiteles con otras donde la fuerza del agua no ha dejado que éstos la dominen. No recordaba que la cascada fuera tan impresionante, la verdad, y se disfruta mucho del momento.
Tras aprovechar la parada también para comer un poco seguimos la ascensión hacia la laguna, donde llegamos a las 13,30 h.
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| El segundo puente de madera, entre la cascada y la laguna de Sotillo. |
Visitarán la misma laguna unos amigos también al mes siguiente y se toparán con una nutria. Nosotros nos tendremos que conformar con "bichos de pluma", aunque a cambio la laguna "candada" deja unas sugerentes imágenes, entre las que destacaría esas burbujas heladas que se multiplican a lo largo de ésta.
Pasadas las 14 h. decidimos seguir nuestra ascensión hasta enlazar con la cañada sanabresa, parando a comer en una zona más protegida del frío viento que va en aumento.
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| Al enlazar con la calzada se deja ver la cascada junto a la que hemos pasado, intuyéndose la ruta que lleva allí en medio del bosque de rebollos. |
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| Abusando de zoom también se ve el mirador ( a la izqda.). |
Cuando media hora después paramos a dar buena cuenta de nuestras viandas dos de los miembros de nuestra "expedición" siguen hacia adelante, pues quieren acercarse hasta Ribadelago Nuevo.
El resto nos lo tomamos con más calma y tras comer y sestear durante más de una hora, pronto se nos ofrecen unas preciosas vistas de las cumbres y del mágico lago de Sanabria como inmejorable telón de fondo.
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| La isla del lago... |
Proseguimos nuestra ruta circular por la cañada hacia la laguna de los Carros, junto a la que pasamos sobre las 16,15 h.
Al llegar a un puertecillo prestamos atención a las laderas que vienen desde el lago sin ver aún llegar a los dos compañeros que han protagonizado la escapada del día. Nos separamos entonces de la cañada iniciando un tendido descenso en dirección sureste.
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| Una pareja de bistitas arbóreos. |
Como aún es pronto, decidimos esperarles en un bonito mirador sobre el pueblo de Sotillo de Sanabria, del que nos separa poco más de un kilómetro.
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| También desde aquí se deja de ver bastante bien Puebla de Sanabria. |
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| Sotillo de Sanabria |
Y ya cerca de las 18 h. llegamos todos juntos a los coches tras disfrutar de otro gran día compartido con la Madre Naturaleza en este entorno privilegiado que es Sanabria.
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| El mapita y el perfil de la ruta para acabar, junto al enlace donde podéis bajar la ruta, cortesía del amigo Jolupiga. |
