jueves, 13 de agosto de 2020

5 días entre Asturias y Cantabria con montaña, piragua y playas... 12-17/07/2020.

Algo acongojados por el año atípico que vivimos, esperamos hasta casi la víspera para reservar un coqueto apartamento en Colombres las dos familias más frecuentes en este blogggg, con idea de poder disfrutar de nuestro querido Norte y venir con las pilas bien cargadas a nuestra no menos querida Salamanca. Y vive Dios que lo logramos, pues al buen tiempo se unió un óptimo aprovechamiento de cada día, con una  "sabia" combinación de opciones para dar satisfacción a todos...
Salimos el domingo 12 con calma, llegando a la hora de comer al apartamento, tras dar un paseo por Colombres y hacer una pequeña ruta urbana para ver su singular conjunto de casas indianas.





En la más espectacular de todas se encuentra el Archivo de Indianos o Museo de la Emigración,
que no vamos a visitar en esta ocasión. Yo ya lo hice en otra ocasión, y os recomiendo la visita guiada.



Después de una pequeña siesta nos acercamos a la cercana playa de La Franca, que también se encuentra en nuestro top ten de preferencias playeras... Como ya os he contado en otras ocasiones en este bloggg, frente a la playa hay una pequeña isla preciosa, y en marea baja es todo un placer atravesar una pequeña cueva que permite llegar a otra pequeña playa con rocas de formas caprichosas alrededor.


Disfrutaremos de la caída de la tarde relajados en la playa hasta prácticamente quedarnos solos en ella, volviendo al bonito apartamento de Colombres para cenar.
La mañana del lunes 13 volveremos a La Franca para disfrutar de su playa, que no está parcelada en estos tiempos que corren, ni lo necesita, dado su tamaño y una afluencia de gente que permite "que corra el aire" sin dificultad.
No a última hora de la tarde, pero casi, tras comer y reposar en el apartamento, nos acercaremos al nacimiento del río Purón, en las inmediaciones de la Sierra de Cuera. Al seguir la carretera que acerca a la localidad del mismo nombre tras salir de la autovía uno parece encontrarse en otro lugar, lejos de la civilización. Muy agradable el trayecto rodado y el corto sendero hasta el manantial.


No es buena la foto, pero me hace ilusión dejar aquí el recuerdo con este mirlo acuático... ¿lo localizáis?

El manantial debe ser importante, a juzgar por cómo viene ya el río...


El manantial.

Cueva junto al manantial.

Una pequeña presa remansa las aguas cerca, seguramente para abastecer la piscifactoría que se encuentra aguas abajo.


Esta preciosa casa de reciente construcción se encuentra aislada en un enclave idílico...

Y ya con el Astro Rey casi despidiéndose del día, llegamos al paseo de San Pedro en Llanes, con el tiempo justo para pillar el atardecer en este singular y privilegiado lugar junto a los acantilados...








Para el martes 14 hemos reservado plaza con RanaSella-Escuela Asturiana de Piragüismo, para repetir unos y debutar otros en una experiencia que aprovecho para recomendaros a todos, el descenso del Sella en su versión más larga. Saldremos sobre las 12 y serán casi 4 horas de disfrute continuo... incluso en la parada para comer y bañarnos alguno durante el trayecto entre raviones (como se dan en llamar los meandros del río donde la aceleración de las aguas pone algo de picante al descenso).


Por la tarde nos acercaremos a Cuevas, pequeña localidad próxima a Ribadesella que hasta no hace mucho contaba con la peculiaridad de tener un único acceso por carretera a través de una cueva, con sus estalagtitas y estalagmitas, llamada La Cuevona. Impresionante y curioso transitar por ella en coche... Y tras recorrer el bucólico pueblo, tomaremos algo en una terracita nueva (junto a la entrada de la cueva) que no conocíamos y cuya ubicación se encuentra en los prados donde había un barete donde en otros tiempos nos tomamos unas cervecitas con patatas al cabrales antológicas. El nuevo bar con su terraza es un sitio precioso... aunque la atención y los precios son dos notas negativas (curiosamente, no había ninguna de las tapas más económicas en ese momento...). Después del yantar recorremos a pie La Cuevona, y tras comprar algunos productos artesanos en el otro lado de Cuevas se nos hace algo tarde para dar un garbeo por Ribadesella, y regresamos para  cenar en Colombres.





El miércoles 15 toca marchita en Picos, tardando en decidirnos la noche anterior entre subir al refugio del Naranjo desde Sotres o tomar el teleférico de Fuente De y hacer algo por allí. Nos decantaremos por esta segunda opción y la tranquilidad con que nos tomamos las cosas hará que no sea hasta pasadas las 11,30 h. cuando la cabina nos deje arriba, aún sin saber qué ruta tomaremos. Desechamos las opciones de bajar por los puertos de Áliva o acercarnos a Cabaña Verónica y el Tesorero; al ver que las abundantes nieblas empiezan a disiparse tomamos rumbo a La Padiorna para desde allí bajar a la Vega de Liordes sin acercarnos en esta ocasión al Collado Jermoso, como hicimos en noviembre de 2017. Se trata de una marcha más monañera de bajada a Fuente De para la que conviene conocer bien por dónde va, e ir con buenos mapas o GPS.

Nos tenían un poco mosqueados las nieblas nada más bajar del teleférico...





Acentor alpino

Rebeco




Cerca de las 13 h. al observar con los prismas un rebeco, vemos que hay un grupo de tres personas que parecen seguir camino de la Padiorna delante de nosotros.


Seguimos tras ellos, pero un cuarto de hora más tarde, al comprobar el track, veo que se desvían de la ruta marcada que lleva al pico. Se trata de un guía y dos clientes que están utilizando un atajo...; nosotros decidimos retornar al cruce donde se han desviado y seguir el track que llevamos, pues aún hay nieblas.




Aún se nos echaba la niebla encima en algunos sitios...






La decisión de no acompañarles por el atajo hará posible que tengamos un jugosísima observación ornitológica, pudiendo ver en varias ocasiones el mismo o varios treparriscos durante el ascenso... ¡Bimbo para el amigo Paco!... como decimos los pajareros cuando vemos por primera vez una especie nueva...

Nos cruzamos con otro grupo de montañeros que volvían hacia el Cable.


Treparriscos.

La subida se hace más larga de lo esperado para nuestros adolescentes, y a las 14,30 h. el hambre hace que decidan parar a comer en un rellano a tan solo 10 o 15' de la cima, y esperar nuestra bajada desde ella para seguir la ruta.



Al llegar a los prados donde está el collado para bajar a Liordes o seguir hacia el Collado Jermoso
 volvimos a ver  grupo que había cogido el atajo, que enfilaba la última cuesta de la Padiorna.

Acentor alpino haciendo gala de la elasticidad de su cuello.


Al llegar al collado ya se distingue la impresionante silueta de Peña Santa de Castilla a la derecha de las moles de la Palanca y el Llambrión.

Los padres seguimos el ascenso, teniendo siempre a nuestros vástagos a la vista, y en la cima coincidimos con los tres montañeros con quienes estuvimos en el "atajo".





Con los prismas se veía bien a los "peques" dando buena cuenta de sus provisiones...

Comemos nosotros en la cumbre, con unas vistas fabulosas mires donde mires...

Vega de Liordes

Vistas hacia la Liébana, con Fuentes Carrionas al fondo.



Peña Santa de Castilla, con el desfiladero del Cares por delante,
marcando el límite entre los macizos occidental y central de Picos.

Panorámica desde la cumbre. A la derecha las nieblas que suben por los Tornos de Liordes.

Otra panorámica, con las moles de Peña Vieja y Peña Olvidada marcando el límite por la derecha.

Sobre las 15,30 h. ya todos juntos iniciamos el descenso por el camino del Collado Jermoso, siempre acompañados de la imponente cara sur de Peña Santa de Castilla, cúspide del macizo occidental, como telón de fondo...



Hay que andarse con ojo en estas zonas calizas donde se esconden algunas
 simas profundas. En ésta tiramos una piedra y no la oimos caer...




Poco a poco dejamos la Padiorna atrás, aún con el grupo con quienes estuvimos hace poco en su cumbre.



Al fondo, la Padiorna.


Una hora más tarde llegamos al cruce que permite descender a Liordes, enfilando la bajada a la Vega, donde llegamos un cuarto de hora después.




Conviene estar atento y pendiente del cruce, pues este camino de bajada a la Vega
 es la única forma de llegar a ella desde arriba sin dificultad.


Nos cruzamos con otra pareja con su perro al llegar abajo. Poca gente surcando estos parajes de ensueño...


Por aquí decidimos hacer el descenso por la canal de Pedavejo en vez de por los Tornos de Liordes, pues si no acabaremos la ruta pronto y, además, el repetir  nos va a permitir disfrutar de las vistas desde la pista que conduce de nuevo al aparcamiento de Fuente De, cosa que no pudimos hacer en el puente del Pilar de 2017 por pillarnos la noche al llegar a ella.


No parece un buen sitio para quedarse sin agua, ¿verdad?

En esta ocasión, seguimos la ruta que no va por el refugio, sino a media altura a la derecha del valle, sin seguir descendiendo, lo que hará que no podamos reponer agua en la fuente que hay cerca de áquel. Es lo que tienen estas zonas calizas y porosas de Picos... Encontramos a un par de ¡cazadores de mariposas! que conocían bien la zona y nos advirtieron de que era la única fuente que conocían, pero que tampoco quedaba tanto para la canal, debajo de la cual nos esperaba otra...

Dejamos la Vega bajo nosotros, con el camino que conduce al refugio a la izquierda y la fuente que surte a un pequeño arroyo a la derecha. Al fondo, la Padiorna y las nieblas llegando desde los Tornos de Liordes.

A cambio, no va a suponer prácticamente ningún esfuerzo el acercamiento al collado de Pedavejo, donde llegamos pasadas las 17,30 h.




La silueta del Tiro Pedavejo es una buena referencia para localizar el collado del mismo nombre.

Con prismáticos se puede ver desde aquí el refugio del Collado Jermoso.

Llegando al collado, el Tiro Pedavejo, que forma parte de la mole de Peña
 Remoña tiene un aspecto que recuerda al Naranjo de Bulnes-Pico Urriellu.

El descenso durante cerca de una hora va a ser una gozada, con nubes, nieblas y buenas luces, y tendrá el esperado premio de llegar a la primera fuente que se encuentra junto a un chozo, ya a unos 1650 m. de altitud.







Tarabilla común

Bisbita alpina



Nos tomamos un descanso de una media hora junto a la fuente, y ya bien hidratados y con las panzas felices nos tomamos con calma el paseo final hasta los coches, donde llegaremos ya cerca de las 21 h.

En algunos campos abundaban los lirios de montaña.

El bonito sendero entre prados que llevamos desde el final de la canal desemboca en una pista
que ya nos va a acompañar hasta el aparcamiento. Al fondo los caseríos de Pido y Espinama.


Petirrojo juvenil.


En el aparcamiento varios arrendajos daban buena cuenta de los restos de comida dejados por los visitantes del día.

Panorámica desde Fuente De entre Peña Remoña y la zona del Cable. Por esa
porción de niebla que se ve más baja discurre el sendero de los Tornos de Liordes.

Y de esta bonita ruta, junto al plano con su recorrido y perfil, os dejo aquí el enlace a la entrada del blog donde podéis ver la marcha que hicimos en 2017 visitando entonces el Collado Jermoso, un lugar de ensueño. También os dejo este enlace a wikiloc desde donde podéis bajaros el track de la misma ruta con varios puntos de interés marcados en el camino...


El jueves 16 optaremos por acercarnos a alguna playa distinta, decidiéndonos por la de Andrín, una de las que más nos gustan de las del concejo de Llanes, con la isla de Castro Ballota frente a ella... Como hay bandera amarilla y el agua no está del todo caliente.., descarto acercarme nadando hasta allí, o bordear un espigón para llegar a la playa de Ballota. Paco y yo vamos a dar un pequeño paseo desde allí, acercándonos a la desembocadura del Purón, precísamente el río que vimos nacer hace un par de días...




Las playas de Andrín y Ballota, y la isla de Castro Ballota.

Como sucede en Picos por las simas, el transcurrir por zonas de acantilados junto al mar en estas zonas calizas debe ser cauteloso. Por este agujero llegaba el sonido de las olas rompiendo bajo él. Posiblemente con la mar bravía se convierta en un bufón como los que se encuentran al otro lado del Purón o en Santiuste.








El tramo final del Purón, de difícil acceso, por este lado al menos, invita a recorrerlo en piragua, por ejemplo.

Por la tarde volveremos al apartamento, y tras reposar un buen rato partiremos a San Vicente de la Barquera. Tras un buen paseo, nos daremos un pequeño homenaje en la terraza de La Folía, lugar éste muy recomendable para tapear.




Y la mañana, y parte de la tarde del viernes 17 lo dedicamos a la playa de La Franca, con acercamiento a nado hasta la isla del Castrón de Santiuste y paseos varios. Lo agitado de la mar no me ha permitido ningún día de playa disfrutar a tope de las vistas submarinas pero no se puede pedir más a estos días inolvidables y, además, ...siempre algo hay que dejar pendiente para la vuelta...