lunes, 30 de diciembre de 2019

Viajecito familiar por el Oeste de Estados Unidos (Primera Parte: de Los Ángeles a San Francisco).

Han pasado ya varios meses desde que regresamos, y por fin subo una entrada al blog de ese pedazo de "viajecito" que nos hemos marcado este verano, combinando una visita familiar con el descubrimiento o redescubrimiento  de parajes espectaculares del oeste de Estados Unidos.

La bajada de precios desde hace unos pocos años por Norwegian en vuelos directos a Oakland y Los Ángeles  ha sido clave para plantearnos "cruzar el charco" (muy importante  reservar con un par de meses de antelación los vuelos para poder pillarlos sin pasarse mucho de los 600 euritos por cabeza ida y vuelta... en temporada más bien alta...). Y  poder quedarnos la mayoría del tiempo sin gastos de alojamiento cerca de San Francisco y organizar el viaje por nuestra cuenta también ha sido también fundamental para llevar a buen puerto el proyecto...

Nos decidimos por viajar a Los Ángeles en vez de hacerlo a Oakland, donde íbamos a alojarnos las tres cuartas partes de nuestras vacaciones, por ahorrarnos unos 100€ en cada billete de ida y vuelta; aprovecharíamos la coyuntura para llevar a cabo una primera parte del "viajecito" en coche por la Pacific Coast Highway tras conocer el área metropolitana de Los Ángeles.

En rojo podéis ver el primero de los dos trayectos llevados a cabo con coche de alquiler durante las
vacaciones, entre Los Ángeles y Oakland. El recorrido en verde, centrado en la visita de varios
Parques Nacionales del oeste de U.S.A. os lo contaré en la segunda parte del "viajecito".

Algo que nos vino de lujo fue el poder hacer el viaje de un tirón, sin escalas desde Madrid... aunque no faltaron momentos incómodos, especialmente cuando me retuvieron en el aeropuerto angelino un par de horas sin motivo aparente, lo que retrasó más de lo esperado nuestra llegada al hotel donde nos íbamos a quedar las dos primeras noches, cerca de allí.

Como llegamos ya casi de noche, no sería hasta el día siguiente cuando empezamos a disfrutar de las vacaciones. Habíamos quedado por la mañana con un amigo americano que "casualmente" estaba en Los Ángeles en verano; después de dar buena cuenta de un potente desayuno, y disfrutar con los primeros colibríes a las mismas puertas del hotel, nos subimos a su coche y nos dejamos llevar por su buen conocimiento de la zona, aderezado por las recomendaciones de una de mis sobrinas favoritas, que anduvo por aquí todo un curso académico...

Mi primera foto de un colibrí durante estas vacaciones. Se trata de un Allen's
hummingbird
, especie que más al norte no veremos mucho...

Nuestro ángel de la guarda iba a llevarnos primero al Getty Center. Fue diseñado por Richard Meier e inaugurado en 1997. Sorprende el conjunto arquitectónico y el enclave del mismo, mirador privilegiado sobre el área metropolitana, pero lo hace aún más la gran cantidad de grandes obras de arte que allí se encuentran, y que el acceso sea gratuito... Destaca especialmente la colección de obras pictóricas (Los Lirios, de Van Gogh, entre otras),  y algunas esculturas son también extraordinarias.

Se nota que se ha manejado un muy fuerte presupuesto al llevar a cabo la obra y ponerla en funcionamiento (a puntito estuvieron de traerse la colección Thyssen que finalmente el barón decidió que quedara en Madrid...), y no deja de ser una paradoja que la visita sea totalmente gratis...




Después de recrearnos con las vistas, las zonas ajardinadas y grandes obras de arte seguimos con el apretado programa que nos ofrecía el primer día, pasando primero por la Universidad de Los Ángeles y luego llevando a cabo un tour en coche por lugares emblemáticos como Beverly Hills. Y tras sufrir uno de los frecuentes atascos que se dan por aquí, paramos a comer unas hamburguesas en pleno centro de Hollywood,  junto a la sede de la discográfica Capitol y frente a las colinas donde se encuentran las mediáticas letras que tantas veces hemos visto en el cine.

Debajo de la sede de la mítica Capitol Records se aprecia el final de una de las
aceras del paseo de la fama, con sus últimas estrellas...

Por la tarde bajaríamos a conocer el Paseo de la Fama y otros sitios hollywoodienses muy conocidos, como el Teatro Chino que Sid Grauman hizo construir en los felices años 20 y las huellas impresas frente a él que dejaron un gran número de actores y actrices muy conocidos.



El paseo en sí carece del glamour que esperábamos e incluso roza lo cutre en algunas zonas, a mi entender.


El y controvertido presidente actual también consiguió su estrella por su etapa en el mundo del Entertainment...

Más tarde nos acercaría nuestro "sufrido taxista" a las colinas donde se encuentra el archiconocido letrero que ya habíamos visto desde el centro y acabaríamos disfrutando de un atardecer inolvidable en el observatorio Griffith, con vistas impresionantes sobre la ciudad de los Ángeles y sus alrededores.

Posiblemente el mejor mirador sobre la zona urbanizada más extensa del mundo,
inmortalizado en la recientemente oscarizada La la Land (La ciudad de las estrellas).


Se ha hablado mucho del busto que a Cristiano Ronaldo se le erigió en el
aeropuerto de Madeira. Éste del mítico James Dean me hizo recordarlo...





Al día siguiente recogemos pronto un coche de alquiler en el aeropuerto y en busca de  la  Pacific Coast Highway hacemos una primera parada para conocer Santa Mónica y Venice.

Por aquí veremos más Allen's  y Rufous hummingbirds (difíciles de distinguir a simple vista) que por la zona de San Fco.

Añadir leyenda

El parque de atracciones "vintage" de Sta Mónica sobre el muelle de madera.

El cartel que indica el final de la mítica ruta 66 que viene desde Chicago.

Un grafitero de Venice ultimando su obra de inquietante mensaje.

El de la bici se lo pasaba de miedo sintiéndose observado por el
turisteo mientras iba y venía a lomos de su curiosa máquina...

Seguro que más de un@ recuerda los puestos de observación de "Los vigilantes de la playa".

A última hora de la tarde llegaremos al hotel de Santa Bárbara donde tenemos reservada habitación y será al día siguiente cuando disfrutemos de esta preciosa ciudad a orillas del Pacífico.

Desde el campanario del Palacio de Justicia se tienen buenas vistas sobre Sta. Bárbara y los alrededores.
Mirando hacia la sierra se distingue bien uno de los "monumentos históricos" más antiguos de
California, la Misión construída por nuestros ancestros a finales del s. XVIII.


Nos acercamos a la desembocadura de Mission creek, junto al arranque del muelle,
donde vimos muchas aves, algunas de lo más extravagante, como estos picotijera
que capturan peces en vuelo, pinzándolos a ras de agua con su pico desigual.

Zarapito trinador


Es curiosa la colección de banderas que ondean sobre el muelle, recordando la historia de
California. entre ellas dos españolas...

Hacia mar abierto se distinguen varias plataformas petrolíferas; fue en la zona de Sta. Bárbara
 donde  se instalaron los primeros pozos petrolíferos en alta mar del mundo...


Anna's hummingbird , el colibrí que veremos con más frecuencia durante nuestra estancia.

Sorprende ver en zonas de mucho poder adquisitivo, sobre todo en las grandes ciudades de California,  muestras como ésta en desacuerdo con las medidas del Gobierno contra la inmigración. Por otra parte, las políticas de apoyo y las ayudas a los sin techo en este estado se han convertido en un gran problema en esas mismas grandes ciudades, por el efecto llamada a los que se encuentran en otros estados, aumentando su población y ocupando grandes zonas con chabolas precarias.

Por la tarde seguiremos camino de San Luis Obispo, donde tenemos reservada habitación, desviándonos algo de la Pacific, también llamada Ruta 1, para conocer la curiosa ciudad "danesa" de Solvang.



Desde allí volveremos a la costa en Pismo, donde también pararemos para ver su playa.. Justo ahí, disfrutando del atardecer, la Madre Naturaleza  y la sana costumbre de llevar unos prismáticos a mano, nos van a ofrecer un gran espectáculo. Nada más bajar del coche, como si fuera un aviso, pasará cerca de nosotros un halcón, y a renglón seguido, según oteamos la costa con algunos surfistas buscando olas, nos percatamos de que una gran cantidad de pelícanos andan pescando; según estamos disfrutando de sus zambullidas vemos que unos cuantos delfines se unen a la fiesta... Espectacular...


Después de desayunar al día siguiente nos desplazamos de nuevo a la costa desde San Luis Obispo para ver la roca que da nombre a Morro Bay y la zona circundante, que goza de cierta protección por su riqueza faunística. No nos va a defraudar en absoluto pues, aunque nos va a fallar un pequeño bosquete donde se concentran las mariposas monarca en su migración (no es la época idónea...), un paseo junto al centro de interpretación (que encontramos cerrado) nos dejará jugosas observaciones entre las que destacaría una pequeña colonia de cormorán orejudo phalacrocorax auritus, donde nos sorprende el ímpetu de las crías metiendo su cuello en el de sus padres en busca de comida hasta casi dejarles sin respiración...

Cormorán orejudo

Garceta grande


Carpinteros de Nutall


Pasaremos cerca del castillo de Hearst sin parar a verlo (los más viejos los de nosotros ya lo hicimos hace años) por necesitar su visita un tiempo del que no disponemos, aunque una parada en este ejemplo de ambición y excesos de un rico megalómano sea algo recomendable...

Cerca de allí si que pararemos en Piedras Blancas para ver la colonia de elefantes marinos que allí se encuentra.


Con casi cuatro metros de longitud y más de 2000 kg. de peso impresiona ver evolucionar
a los elefantes marinos machos, siempre a la gresca con sus congéneres... 


Desde allí seguiremos hacia el norte por la zona más espectacular de la Ruta 1, azotada el año pasado por un fuerte temporal, cuyas consecuencias la han mantenido cerrada en algún tramo durante bastante tiempo. Nos encontramos en Big Sur, donde la carretera se aproxima a altos acantilados en una zona bastante húmeda, teniendo la suerte de no encontrarnos con las frecuentes nieblas que cubren la zona.

Tras más de un año, aún se están acometiendo grandes obras de infraestructura para mantener operativa esta ruta.

Los prismáticos nos descubren en cada parada grandes colonias de aves, manadas de leones marinos... aunque ni rastro del cóndor de California que suele surcar estos cielos.

Es casi obligatorio parar junto a la cascada Mcway, que se precipita junto a una pequeña bahía de aguas de color turquesa. Siguiendo el camino de aproximación, las secuelas del temporal no nos dejarán aproximarnos todo lo que quisiéramos....


Y de nuevo haremos un alto para disfrutar de una maravilla de la arquitectura del siglo pasado, el puente Bixby, y de las vistas espectaculares que su entorno ofrece.


Y como ya va declinando el día y queremos devolver el coche al atardecer, dejamos sin visitar la zona de Monterrey y sus alrededores (que esconden maravillas muy recomendables que algunos ya tenemos la suerte de conocer, como la zona protegida de Punta Lobos o la ruta de las 17 millas desde Carmel), y nos dirigimos a Oakland dejando la bahía de San Francisco a nuestra izquierda.

Permitidme un inciso para contaros la visita a Monterrey que haríamos 10 días más tarde (y al final sin dedicar dos días como teníamos pensado en principio y recomiendo encarecidamente). Había que buscar un equilibrio entre las demandas de los más menudos y los más adultos, y decidimos dedicar toda la mañana a la visita al acuario, uno de los mejores del mundo. No quedaba tiempo después para  Punta Lobos, ni para recorrer en coche las 17 millas,  pero el haber aparcado en Lovers Point Park, punto donde arrancan éstas, nos permitió disfrutar de un tramo costero similar al acercarnos andando al acuario. La propia ubicación de éste es también espectacular, disponiendo de miradores exteriores que sorprenden por la gran cantidad de aves y mamíferos marinos que desde allí pueden verse.

Impresionante la pecera principal con grandes plantas de kelp (algunas especies
llegan a crecer medio día al día...) y fauna marina de la costa de Monterrey


Cormoranes pelágicos, de Grant y orejudos pueden verse
descansando sobre las mismas rocas...

Ostrero negro.
Arao aliblanco


Colonia de focas junto al paseo marítimo.

Una concentración de moteros cerca del acuario nos entretuvo por allí mucho rato,
dejándonos sin tiempo para pasear hacia el centro de la ciudad como teníamos pensado.


El acercamiento a Monterrey lo hicimos en el coche eléctrico de nuestros anfitriones, optando por
recargarlo parcialmente al regreso, al andar justos  con un llenado para poder hacer los 400 kms. del día...

Tras este paréntesis, sigo con el relato en sentido cronológico, retomando el trayecto que desde Monterrey nos llevaría a Oakland. Pasaremos junto a la planta de fabricación de Tesla, de donde salen los más avanzados coches eléctricos del mundo; nos va a sorprender la gran cantidad de ellos que veremos, sobre todo en San Francisco y Los Ángeles.


Llegamos al barrio de Rockridge, donde nos espera la familia, sobre las 8 de la tarde, ya cerca del atardecer, devolviendo el coche de alquiler un poco más tarde en el aeropuerto de Oakland.

Precioso el barrio, de bajas casas de madera y mucha zona verde....

Las tres semanas siguientes serán también inolvidables, programando sobre la marcha excursiones con nuestra familia "de acogida" con otras actividades por San Francisco y los alrededores.

Todos juntos nos acercaremos al día siguiente (4 de julio, fiesta nacional) a la reserva natural Miller/Knox regional Shoreline, situada junto a la bahía ya en Richmond, a menos de media hora en coche de nuestra nueva casa. Las buenas panorámicas de San Francisco y la zona norte de la bahía se juntaron con jugosas observaciones pajariles, destacando la de un aguila pescadora que nos pasó por encima, y los primeros pelícanos blancos americanos. Nos acercaremos también al Ferry Point para ver los restos de lo que fue un gran puerto desde donde una sofisticada red de ferries (la mayor del mundo antes de poblarse de grandes puentes la bahía) comunicaba sus poblaciones con la estación ferroviaria terminal que procedente de Santa Fe unía la zona con el resto del país.



Poco a poco iremos descubriendo rincones con mucho encanto dentro y fuera de Oakland, como el centro de ésta con el lago Merritt, la vecina Berkeley y su famosa Universidad, o el lago Temescal, pulmón verde accesible a pie que apenas conocían nuestros anfitriones.

En las montañas próximas a Oakland y Berkeley hay rincones de gran belleza, como el lago Anza.



Muy cerca de "nuestra casa" se encuentra Claremont Hotel, obra de finales del s. XIX, lugar donde buscan el sol las grandes fortunas de la bahía, y donde seguramente se han alojado todas las celebrities  que podáis imaginar...

Un paseo dominical alrededor del lago Merritt, en pleno centro de Oakland, nos llevó a conocer los picnics que se organizan junto a él, con predominio de afroamericanos,  o a una curiosa batucada donde se apuntaba a tocar o bailar quién quería... 





California se ha convertido en el mayor mercado de marihuana del mundo, y la publicidad no es ajena a ello... 

Lago Temescal

Una contraste bastante corriente, San Francisco oculto por las nieblas
mientras Oakland disfruta de un atardecer soleado.

Campus universitario de Berkeley, con el Campanile "veneciano" coronándolo.
Robin americano.

Una ardilla arbórea "manca" que no por ello se movía con gran soltura...

Hay una buena colección de fósiles por los pasillos de las facultades de ciencias, destacando éste de Tiranosaurus rex.

Más tarde disfrutaremos de la "isla" de Alameda, con playa (demasiado fresquita para nosotros...)  y zonas muy buenas para ver aves junto a la bahía.

Algunas casas de madera me recuerdan la del viejete protagonista de ese pedazo de película que es "Up".


La obesidad es un gran problema en USA; sorprenden sus dimensiones en muchos de
los que la padecen  que, por otra parte, lo llevan con gran naturalidad. 

Entre las gaviotas americanas vimos ésta que bien puede ser un ejemplar albino o un miembro de otra especie...

Mariposa cola de golondrina de anís papilio celicaon

Ya os hablo más arriba de la creciente comunidad de los "sin techo", el lado oscuro del American dream

Ardilla de tierra.
Blue bird, uno de los pájaros más bonitos a mi parecer.



En Alameda hay varias zonas marismeñas interesantes para ver pájaros y por sus vistas. 


Una garza azul, muy parecida a nuestra garza real, engullendo una pequeña ardilla de tierra tras acercarse a la bahía para remojarla y colocarla en la única posición que permite que entre entera en su aparato digestivo...

Un pequeño error de sincronización entre coches hizo que estuviéramos muy cerca de acercarnos a Punta Reyes, una de las reservas naturales próximas a la bahía a la que tengo muchas ganas. Nos quedamos en la espectacular Stinson beach y la zona de Bolinas, que tampoco están nada mal.

La costa desde San Francisco a Bolinas se parece bastante a Big Sur.

Gaviotas mexicanas larus heermanni


Lagartija escamosa sceloporus occidentalis

Aura gallipavo, el buitre más frecuente por estos pagos.

La laguna de Bolinas, en plena falla de San Andrés, alberga grandes colonias de pelícanos pardos  y
 gaviotas, y en su salida al mar pudimos ver varias focas jugando con las corrientes.

También conoceremos en visitas de medio día el zoo de Oakland y el parque regional Tilden en la zona de colinas al NE y E de la ciudad. La ubicación y el acceso a ambos espacios permite disfrutar de muy buenas vistas sobre la bahía.

Las vistas desde las montañas al E. de Oakland hacia la
bahía cuando el tiempo acompaña  son imponentes.

Anna's hummingbird

Las ardillas arbóreas autóctonas aprovechan la comida fácil que se deja en el zoo a lemures o monos...

Como sucedía en el acuario de Monterrey, en el zoo de Oakland llaman la atención también las especies
que se dejan caer por la zona como este aura (el apellido "gallipavo" le va de lujo...

Rascador moteado pipilo maculatus

Me llamó la atención la foto y su texto en el reducto del zoo donde campaban los bisontes
(los más de 50 millones que había en Norteamérica cuando llegaron los primeros
colonos pasaron a ser algo menos de 1000 bisontes a finales del XIX).

Incluso hicimos otra fugaz visita a otra zona verde próxima a Walnut Creek, ya en las laderas de uno de los montes más elevados de la zona, el Monte Diablo, con 1173 m.

A tan solo decenas de kilómetros de la bahía, el paisaje cambia  radicalmente, asemejándose un poco a  nuestros encina


Colín californiano


Carpintero bellotero

Pero durante nuestra estancia en Oakland, serán las "escapadas" a San Francisco, a menos de media hora en coche o metro de donde estamos, las que se llevarán la palma en cuanto a espectacularidad...


La colonia de loros de cabeza roja que cría Telegraph Hill y sus alrededores se ha convertido en un atractivo turístico más.




Vista de algunos de los rascacielos sanfranciscanos según se llega por el Bay Bridge.
Destaca la Salesforce tower, de 326 m., inaugurada en 2018.

Con sus 298 m. de altura y situada en la zona más alta de San Francisco, la torre Sutro destaca sobre los demás edificios.

No solo las conocidas Painted Ladies, que tenéis en la siguiente foto, embellecen los alrededores de Alamo square...



La flecha y el arco de Cupido con el Bay Bridge llegando a Treasure Island  y Oakland (sin niebla)  al fondo.

Por el centro financiero y la zona del puerto siguen en servicio varios tranvías  históricos
procedentes de distintas ciudades del mundo (éste era de Milán).


Los más conocidos tranvías de San Francisco son en realidad funiculares; quedan 3 de las 23 lineas existentes en 1878. 



Contraste entre el Sentinel Building, de 1907 y la Transamerica Pyramid,  el rascacielos más emblemático  de la ciudad, de 1972. En el primero se encuentra el café y la sede de los estudios Zoetrope, ambos propiedad de Francis Ford Coppola.

La panorámica desde Coit tower es posiblemente la mejor sobre  el centro financiero y sus alrededores.


Pelícano pardo.

La isla de Alcatraz desde la zona portuaria.

Una colonia de leones marinos se instaló junto al Pier 39 en 1989,  11 años después de  que se estableciera en el mismo lugar un centro comercial y otros atractivos para los turistas, sumándose a ellos desde entonces...




Desde Treasure Island, a mitad de camino hacia Oakland por el  puente de la bahía, hay muy buenas
vistas del skyline sanfranciscano, curiosamente aún sin explotar, aunque los movimientos de tierra
que encontramos al acercarnos parecen indicar que esto va a cambiar muy pronto.


Un punto y aparte va a merecer la excursión de un día que dedicamos al Golden Gate Park, que con más de 4 kilómetros cuadrados de extensión, supera en un 20% al Central Park neoyorquino y es una auténtica reserva natural dentro de San Francisco.

En algunas zonas del parque encontramos varios rodajes de spots publicitarios japoneses

Los vigilantes de la playa

Focha americana

Zampullín de pico grueso


En pleno parque hay una amplia zona donde varios bisontes americanos campan a sus anchas.


El jardín japonés es uno de los enclaves "de pago" más atractivos del parque.



En los días festivos se cierran muchas de las carreteras que atraviesan el
parque y éste se llena de gente practicando todo tipo de deportes, haciendo picnic...




Nos sorprendió el gran tamaño de este mapache que vimos, más grande que un zorro.

Gaviotas occidental y californiana, la segunda de menor tamaño y patas verdes... 


Otra excursión de un día que pudimos llevar a cabo fue la visita a Muir Woods National Monument, reserva de redwoods al norte de San Francisco.

Emparentados con las sequoias, los redwoods se encuentran en zonas brumosas costeras y, aunque
tienen mucha menos masa vegetal que las sequoias, llegan a ser más altas, algunas por encima de  los 100 m.



Cangrejo señal en un arroyo. Ésta especie empieza a proliferar en mi tierra burgalesa
como sustituto del malogrado cangrejo autóctono...



Curioso el origen del nombre inglés de estos "arbolitos", ¿no?



Esta culebra, parecida a la de escalera que encontramos por aquí, se mantuvo un buen rato
"posando" para la foto junto a la vereda que seguíamos dentro de Muir Woods.

Completamos el día paseando por el entorno de Sausalito y regresando a casa vía San Francisco para pasar por el Golden Gate bridge (acercándonos antes a uno de los "Vista Points" más conocidos de éste y San Francisco), y luego por el Bay Bridge, también impresionante.

En Sausalito nos perdimos la zona donde hay más casas flotantes, pero un recorrido por el puerto nos dejó vistas espectaculares sobre los alrededores e imágenes de varias ardeidas pescando entre los barcos.

Garceta grande

Martinete sobre un velero

Garza azulada


No nos acercamos al faro de Punta Bonita, pues la tarde se nos echaba encima, y decidimos llegar al atardecer al mirador de Battery Spencer, desde donde se tiene una panorámica increíble sobre el Golden Gate y San Francisco.

Nos sorprendió ver varios ciervos mulo pastando en las inclinadas laderas entre nosotros y el puente

Nuestro último día lo vamos a dedicar, como no, a visitar y cruzar a pie el Golden Gate Bridge, que a estas alturas aún quedaba en el tintero, acercándonos previamente a un lugar mágico del que no hablé a los demás hasta que no estuvimos allí: Marshall beach, uno de los mejores miradores del famoso puente.

Marshall Beach


Nos llamó la atención este ratonero de cola roja cerniéndose contra el viento a tan solo unos metros de nosotros.
Mientras lo observábamos se dejó caer bruscamente sobre la vegetación y atrapó a este incauto reptil... 

Una buena despedida antes de iniciar la segunda y espectacular parte del "viajecito" de la que os hablaré y compartiré fotillos, espero, en breve... ¡Hasta pronto!