miércoles, 30 de diciembre de 2020

Un puente de la Constitución semiconfinado 6-8/12/2020

Como de costumbre por estas épocas, empiezo a andar un poco tardío en esto de poner al día el bloggg. Aún con dos entradas creo que muy interesantes en la recámara y por seguir un orden cronológico, subo una entrada cortita sobre lo acontecido durante el pasado puente de principios de diciembre, cuando decidimos quedarnos en casita ante los datos alarmantes que arrojaba el comportamiento de la p. pandemia por tierras salmantinas. Aún así, y como la cabra tira al monte, alguna salidita por nuestro entorno más cercano hicimos. Aquí os resumo esas gratas experiencias acompañadas con unas cuantas fotos, en su mayoría relacionadas con esa afición pajarera que desde aquí siempre recomiendo a todos los amantes de la naturaleza.

Aunque la tarde del domingo 6 estaba fría, ventosa y nublada, decidimos acercarnos un rato al azud de Ríolobos para ver llegar a sus dormideros a las 2000 y pico grullas que por allí andan tras su migración otoñal desde el norte de Europa. Desde las 17 h. nos movimos por allí prismáticos en ristre hasta que, hora y pico después, la falta de luz nos obligó a volver a Salamanca.

Con malas condiciones de luz, se dejaron ver posadas de cerca las primeras grullas,
nada más pasar el caserío de Riolobos tras salir de la carretera que viene de Villoria.


Enseguida escuchamos los cantos de los bandos que
llegaban en oleada para dormir junto al azud.


La última de este pequeño grupo parecía tener una de las patas algo perjudicada...

Aunque la atracción de las anátidas y los limícolas por el azud ha
 disminuído mucho en los últimos años, aún es posible encontrar
 especies no muy frecuentes por nuestra provincia, como los patos cuchara... 

Porrón pardo y somormujo lavanco

Cutrefoto sin luz ya de parte del nutrido y ruidoso
grupo que se iba concentrando junto al embalse.

Y al día siguiente nos acercamos a Valcuevo, otro de esos lugares cercanos a Salamanca que sorprende  y regala un pulmón verde a todos sus visitantes. Os recomiendo seguir el pequeño sendero que comienza en unos riscos de amplias vistas elevados sobre el Tormes, y sigue río abajo, siempre paralelo a él hasta el final de la finca, donde una cómoda bajada nos deja a su nivel tras un recorrido entre encinas de buen porte con muchas posibilidades de disfrutar de fugaces apariciones de fauna silvestre... Eso es lo que nos sucedió a nosotros en nuestra salida mañanera de unas dos horas, entre las 12,30 y las 14,30 h. aproximadamente...

En medio de la isla se deja ver una garceta grande, especie
 hace unos años desconocida por aquí y cada vez más frecuente.


Aquí podéis apreciar el tamaño similar que tienen garceta grande y garza común.





Es corriente ver a los cormoranes grandes aprovecando
 posaderos junto al agua para secar sus plumas.




Y con un comienzo similar y una duración algo más corta, el martes 8, uno de nuestros clásicos paseos saliendo de casa a pié y siguiendo los paseos junto al río en busca de la isla del Soto nos permitió guardar también alguna imagen para el recuerdo. Fue buena idea llevar la cámara en esta ocasión...


Siempre es un placer disfrutar del vuelo de ese rey del planeo que es el milano real.
En  esta época se suman a los residentes muchos otros llegados del norte de Europa.

Focha común

Hembra de Martín Pescador. La parte inferior 
del pico, naranja en vez de negra, delata su sexo.

Visón americano, especie invasora ya muy frecuente por el Tormes.

Y con esta minientrada me despido hasta el 2021, que espero nos sea a todos mucho más propicio que éste. En principio, no lo va a tener difícil... pero tocaremos madera...


miércoles, 23 de diciembre de 2020

Circular Masueco-Pozo de los Humos-Cascada del Pinero-Playa del Rostro-Corporario-Masueco 29/11/2020.

Me temo que acabo de batir récord de longitud en lo que a títulos de entradas de este bloggggg se refiere, me tenéis que perdonar... 😄

Hace ya casi un mes que, tras decidirme a última hora del día anterior, tuve la fortuna de compartir con unos amigos un domingo inolvidable, llevando a cabo una de las excursiones más bonitas de un día que he hecho por los Arribes. El diseño, obra de Alipio combinando nuevos trayectos del trail "Secretos del Duero" con caminos ya conocidos, inmejorable... 

El trayecto de ida en coche nos va a tener un poco mosqueados, con nieblas y algún que otro aguacero que no estaba previsto pero todo quedará en una falsa alarma... Comenzamos la marcha en Masueco pasadas las 9,30 h. y poco a poco se van espaciando las nubes, disipándose las nieblas y mejorando el tiempo en general, con una temperatura ideal para caminar...


El trayecto hasta el Pozo de los Humos, que nos lleva una hora más o menos, lo hacemos por bonitos caminos y senderos que desembocan en la fea pista que conduce hasta allí a la mayoría de sus visitantes.














El último tramo antes de llegar al mirador (en el centro de la foto se aprecia el salto)
  deja ver un bonito tramo del Uces encajonándose cada vez más en busca del Duero.

Aunque ya conocía el lugar, es la primera vez que visito el mirador de madera que se cuelga sobre las imponentes cascadas que precipitan las aguas del Uces en el Pozo. De las bonitas vistas que nos ofrece la zona, me gusta especialmente la que desde él se tiene hacia la primera de dichas cascadas.

Al otro lado del río, en tierras de Pereña se ven abrigos
 que aún conservan pinturas prehistóricas.


No es un mirador tan espectacular del Pozo de los Humos como el de
Pereña, pero las vistas del primer tramo de la cascada son impresionantes.






Sobre las 11 h. dejamos este bello enclave y retrocedemos unos 500 m. por la pista hasta desviarnos a la derecha por otro agradable sendero que nos baja poco a poco en busca de la cascada del Pinero, continuando las impresionantes vistas sobre el Uces y su desembocadura en el Duero. 






En ésta y en las siguientes fotos podéis ver el serpentear del encajonado
 Uces y su desembocadura en el Duero, cuyo curso llega, ya
embalsado por la derecha y sigue bajo los cantiles rojizos del fondo.




Llegamos a esta bucólica y fotogénica cascada sobre las 12,20 h., y tras pasar bajo ella, el camino sube un poco hasta llegar a una zona llana donde decidimos descansar unos minutos para tomar un tentempié. 






Luego volvemos a bajar en busca del Duero por un bonito sendero, llegando a su orilla sobre las 13,20 h.







Seguimos junto al río atravesando parajes casi selváticos  y disfrutando a tope según avanzamos por estos viejos senderos que la creciente afición a las carreras de montaña ha vuelto a poner en valor...





Transitar por lugares así es un placer para los sentidos, y en nuestro caso tenemos además la suerte de poder ver un pequeño bando de patos cuchara en el Duero, seguramente haciendo un descanso en su migración otoñal.

Bando de patos cuchara.


Tras algo menos de un kilómetro el sendero empieza a subir y alejarse del río, llegando a un cruce con la carretera que baja a la playa del Rostro. Son las 14,15 h. y ya empezamos a tener hambre, con lo que algunos piensan en ganar tiempo bajando por ella para comer antes. Por aquí tenemos algunas bajas en la "expedición" por motivos de salud de uno de los miembros...










La mayoría dedice que debemos seguir por el sendero usado por la prestigiosa carrera de montaña que por aquí transcurre anualmente desde hace poco. Nos llevará un poco más de tiempo y esfuerzo el acercamiento a la playa... a cambio de caminar por un escondido sendero rodeados por una zona fragosa no apta para todo tipo de públicos si hay humedad. A pesar de su belleza, es recomendable evitar este tramo bastante inclinado de unos 500 m. y bajar por la carretera si uno no tiene calzado apropiado ni experiencia en surcar este tipo de terrenos...







Desde tierras portuguesas se dejan ver también bonitas cascadas.




Falta un cuarto de hora para las 15 h. cuando paramos a comer junto a la playa del Rostro, un lugar encantador, dicho sea de paso, donde el amigo Pina de nuevo nos deleita con alguna esquisitez... Nos tienes mal acostumbrados...


Lavandera cascadeña que nos vino a ver comer...

Tras tres cuartos de hora retomamos nuestra ruta río abajo hasta el cartel que indica el enlace con la ruta Canalizo-cascada de Rupurupay, decidiendo no acercarnos hasta allí. Dejamos la orilla junto a un edificio en ruinas con buenas vistas y empezamos a remontar en busca de la llanura... de arriba...









¿Puesto de vigilancia del estraperlo, algo relacionado con el cruce con barcas
 a Portugal? Cuando te topas con restos como éstos es un placer imaginarse
para qué se pudo construir un edificio recio en un lugar tan apartado...



Una hora después, tras un tramo de subida no muy exigente y lleno de encanto ya estamos en el mirador de Viña Cerrá, desde donde se puede intuir el recorrido que hemos hecho hasta ese momento.

La cascada portuguesa, a vista de zoom.







Pereña de la Ribera



Mirador de Viña Cerrá con didácticos carteles "pajareros"...

Son las 17 h. ya, y aunque en el plano parece que nos queda aún un tercio del recorrido, el caminar sobre llano ayuda. Una hora después estamos en Corporario y veinte minutos más tarde, ya con las luces del día languideciendo, en los coches. Una ruta para enmarcar, sin duda.

Curiosa la "edificación" que encontramos en el camino hacia Aldeadávila y
Corporario, todo un disfrute para las afortunadas cabras residentes en el complejo...


Corporario


Llegando a Masueco

Sorprendentes los detalles que aportan las fotos de los 
móviles hoy en día cuando el sol ya se ha puesto...



Os dejo para finalizar plano y ruta junto a enlace en la página de Zote zote de wikiloc, desde donde podéis bajar el track. 


Y aprovecho también para dejaros una felicitación navideña diseñada a partir de una de las fotos del recorrido...