viernes, 28 de febrero de 2020

Isla Canela, Algarve y pequeña parada en Cáceres 31/10 a 03/11/2019

De un tiempo a esta parte venimos visitando con cierta frecuencia los alojamientos que Barceló tiene ubicados en las costas gaditana y onubense aprovechando la mengua de precios en temporada baja, y os puedo garantizar que merece mucho la pena. En esta ocasión visitamos por primera vez las instalaciones de Isla Canela, y como en otras ocasiones, vamos a cargar bien las pilas paseando por esas interminables playas vacías de humanos en esta época, observando prismas en ristre a sus pequeños inquilinos y viendo esconderse o aparecer al sol mientras pinta el cielo de colores.


Nos lo tomamos con más calma, aún, de la habitual en el viaje de ida, pero ello no es óbice para que lleguemos con tiempo de dar un buen paseo de tres horas saliendo a pie del hotel sobre las 5 de la tarde... tras comer y sestear un buen rato...



Correlimos gordo y chorlitejo patinegro



Vuelvepiedras y correlimos gordo compartiendo plato sobre los restos de lo que parece una palometa.




Y, como también acostumbro a hacer en estas ocasiones, madrugaré un poco al día siguiente (sobre las 8...), lo que  me permitirá ver llegar el nuevo día desde una playa desierta, acompañado del agradable sonido de las olas y las aves mientras paseo plácidamente por la orilla.




Ostreros y gaviota patiamarilla

Ostrero y gaviotas de Audouin.

En vuelo los ostreros presentan un dibujo inconfundible y muy vistoso.

Aquí los veis con un par de charranes.

Cuatro especies distintas compartiendo espacio.

Aquí podéis apreciar el distinto tamaño de las gaviotas cabecinegras y las patiamarillas.




Los "deberes" y exámenes harán que otros miembros de la expedición no se unan a tan buen plan hasta una hora y pico después. Aún nos quedará tiempo de disfrutar un buen rato antes de volver al Barceló ya cerca de las 10 h. para afrontar un copioso desayuno junto a la expedicionaria que no ha bajado a la playa.






También se dejan ver alaudidos como esta cogujada

El plato fuerte de este puente va a ser un nuevo acercamiento al Algarve, donde estuvimos hace casi cinco años en otra excursión desde el Barceló de Punta Umbría que podéis ver aquí, y otros cinco antes, durante unas vacaciones por la costa alentejana  (aún no estaba inventado este "pedazo de blogggg").

Después de desayunar partimos rumbo a la Ponta da Piedade, cerca de Faro, lugar que ya conocimos hace casi un decenio y cuya costa esculpida sobre rojas areniscas nos dejó encantados. El viaje se alargará algo más de lo esperado, y no será hasta cerca de las 13 h. cuando ya estaremos recorriendo a pie esa retorcida costa alrededor de un bonito faro.


En esta ocasión no vamos a contratar un recorrido en lancha en busca de islas, islotes, cuevas y calas bautizadas con los más variopintos nombres según lo que sus formas recuerdan a los de allí, cosa que hicimos hace años y que aprovecho para recomendar si se dispone de tiempo.



A pesar de ello, el paseo de algo más de una hora sobre los acantilados nos ofrecerá una buena perspectiva sobre este espectacular enclave.








Las palomas bravías que viven lejos de las ciudades suelen tener picos más aguzados.



Decidimos acercarnos a comer en algún chiringuito en la Praia dos Três Irmãos, junto a otra zona de acantilados que tenemos ganas de conocer.

Aunque llegamos sobre las 15 h., hora española, al chiringuito en cuestión, tardarán casi 45 minutos en atendernos. La espera la aprovecharé para un primer acercamiento explorando algunos de sus rincones.

Junto a esta coqueta playa se encuentra el inmenso arenal de la playa de Alvor.


Praia dos Três Irmãos


En primer término "nuestro" chiringuito, y al fondo el gran arenal que conduce a Alvor y Lagos.


Gaviotas patiamarillas

Y cerca de las 16,45 h. iniciamos un bonito recorrido "medio" circular que nos descubrirá rincones increíbles. Decidimos aguantar hasta el atardecer por allí y descartamos un nuevo desplazamiento en coche hasta la playa de Carvoeiro para ver la cueva de Benagil. El descubrimiento de este otro enclave algaravío lo dejamos para otra ocasión. Cerca de las 19 h. retornamos a Isla Canela.


















Si nos alejamos un poco de la orilla, los contrastres de color entre las rojizas areniscas erosionadas
 y el verde de los pinos nos traen a la memoria los espectaculares paisajes de Utah que hemos
tenido la suerte de disfrutar el pasado verano, y podéis ver aquí




El atardecer dulcifica el contraste entre el roquedo costero y los bloques de edificios turísticos de Portimao









Un rabilargo vino a despedirnos poco antes de llegar al coche.

En esta imagen podéis ver el recorrido que hicimos, y aquí os dejo el enlace a la página de wikiloc donde podéis bajar el track.

A pesar de que la predicción del tiempo anuncia posibles chubascos a primera hora, el día 2 lo iniciamos repitiendo esa sana "costumbre" del recorrido playero "pre-desayunal". Apenas caen cuatro gotas,  y disfrutaremos de un ambiente brumoso que nos va a encantar; luego se dejará ver el astro rey sobre el Atlántico.




Estrildas comunes (picos de diamante) junto a gorriones. Tras escapar de sus jaulas o ser liberados, la adaptación de estos diminutos pájaros exóticos trae no pocos problemas para otras especies en muchas zonas de la península.






El plan de hoy pasa por acercarnos a conocer Ayamonte y cruzar el Guadiana en barco para hacer lo propio con la portuguesa Vila Real de Santo Antonio, donde comeremos y pasaremos un buen rato antes de regresar en barco sobre las 16,30 h.

De camino a Ayamonte pasaremos a visitar este molino mareal y sus marismeños alrededores.

"Matrimonio" de cangrejos violinistas a la puerta de su casa.

Archibebe fino

Cigüeñuela 


Puente internacional

Ayamonte

Castro Marim 



Lo que queda del día lo pasaremos unos estudiando y otros en la playa en una tarde muy ventosa. Esto hará que se acerque mucha gente por la zona para practicar kite-surf y wind-surf... y que el amigo David disfrute de un escenario inmejorable para hacer sus primeros pinitos con su cometa...






El domingo 3 de noviembre toca volver a tierras salmantinas, pero tampoco faltará antes el paseo mañanero, ya sin el viento de la tarde, que ha dejado sus trazas sobre la arena.





Alejándose unos kilómetros hacia el oeste, desde las dunas se dejan ver espacios
encharcados frecuentados por numerosos limícolas y otras aves.

Andarríos grande y archibebe fino


Aunque el zoom no da más de sí, al fondo hay garzas y espátulas...


Las obligaciones estudiantiles harán que partamos antes que otras veces aunque también haremos un alto en el camino para hacer el viaje más llevadero; en esta ocasión pasaremos una horita recorriendo el precioso casco histórico de Cáceres.