viernes, 21 de mayo de 2021

Circular La Fregeneda 2021 y canto a la esperanza por un "Camino de Hierro" más abierto y versátil.

Con un retraso de un par de meses comparto en esta ocasión una nueva edición de esta preciosa circular desde La Fregeneda..; huelga decir que se trata de una de mis favoritas. Con pequeñas variantes es la entrada más repetida en este bloggg y también la más visitada. Y aprovechando este último dato y vistas las condiciones con la que se ha abierto recientemente el "Camino de Hierro", entre la estación de tren fregenedana y Vega Terrón, quería compartir algunas reflexiones al final del nuevo relato que, espero, ayuden a reorientar el aprovechamiento del nuevo recurso turístico para mejor... 

Pero vamos antes con nuestra última visita a lo que, últimamente doy en llamar "ruta del bacalhau" por ese extra que supone el degustar a mitad de camino ese pescado con el toque especial que le ponen nuestros vecinos portugueses al cocinarlo. Las restricciones de la pandemia van a impedir nuestra tradicional visita "aos vizinhos da Barca d'Alva", pero sí podremos degustar nuestro "bacalhau"en el restaurante de Vega Terrón, donde llamamos un día antes para asegurar que se encontraba abierto. Llevaremos a cabo la marcha "al revés" que en las otras ocasiones y espero que las restricciones del "Camino de Hierro" no hagan que ésta sea la última vez, pues resulta más suave y llevadera así.

Como es habitual en nosotros, no madrugamos mucho y hasta las 10,30 h. no empezamos a andar una vez aparcados los coches junto a la iglesia de La Fregeneda. 

Siempre es un placer encontrarse con esa maravilla etnográfica que
es la "fuente romana" que encontramos nada más salir del pueblo.

En marzo los almendros ya muestran sus frutos madurando poco a poco.

Dejamos a nuestra izqda. la cruz que marca el cruce con el Camino del Río por el que otras veces bajamos en busca de la vía, y rodeados ya por la explosión de colores primaveral amenizada por los trinos de pájaros entre los que destaca el del triguero por estos lares, enfilamos una suave bajada camino de Valicobo con frecuentes paradas prismático en mano para ver perdices, carboneros, zorzales...






Cogujada montesina.

En una hora estamos ya cruzando la carretera que lleva a la frontera, justo cuando pasa por allí un peculiar vehículo...


Y una hora más nos lleva hasta la puerta de acceso a la finca de Valicobo, también con algo peculiar, en este caso un cartel recordatorio...




Enseguida vemos ya ante nosotros su precioso caserío blanco en medio de ese marco de lujo que forma el Duero y su entorno.



En esta imagen el acercamiento de la imagen con el zoom esconde al río Duero y transmite
la falsa impresión de que es posible ir de Valicobo a Portugal sin dificultades orográficas...

Sobre las 13 h. pasamos junto a él, encontrándolo cerrado y  no pudiendo encontrarnos y departir de nuevo con su morador habitual. Conocido con "el Temerario" en su pasado torero, Ricardo Ruiz siempre recibe con una sonrisa a quienes pasan por sus feudos. Espero que pronto la pandemia deje que esta persona tan entrañable pueda volver y enriquecer aún más con sus relatos el paso de los caminantes por este bello enclave.


La arrugada y preciosa flor de la jara blanca es una
de las protagonistas del recorrido en esta época.


Barca d'Alva y su puente sobre el Duero

Curioso el motivo que acompaña a la veleta de la ermita de Valicobo.


A la izqda. se aprecia la desembocadura del Águeda en el Duero.






Y ya cerca de las 14 h. llegamos a Vega Terrón tras atravesar de nuevo la "frontera" de Valicobo por la bonita verja de acceso, más deteriorada que en otras ocasiones...



Es increíble encontrar un restaurante abierto en un entorno tan solitario en tiempos de pandemia... pero aún sorprende más comprobar que tanto en su interior como en esa preciosa terraza junto a la desembocadura del Águeda en el Duero hay varios clientes. Por algo será... En ella daremos buena cuenta de "bacalhau" y demás viandas bien regadas de super-bocks, poniendo la guinda  con algo tan portugués como "uma bica, se faz favor"...


Ya son cerca de las 16 h. cuando pasamos junto al puente de hierro internacional, acercándose alguno del grupo hasta la mismísima raya divisoria con Portugal que la situación sanitaria no deja pasar en esos momentos.

La función de esas pequeñas hendiduras en medio de los pilares parece
ser que es/era la de instalar cargas de explosivos para hacer volar por los
aires la estructura en caso de necesidad, según me comentó en su día el amigo Paco.


Nuestros estómagos en plena digestión agradecen el cambio de sentido de este año, sustituyendo el empinado ascenso a Valicobo por la suave subida que acompaña al ferrocarril. Y también agradecen nuestros sentidos este tramo de puentes y túneles que, especialmente a nuestra derecha, ofrece paisajes espectaculares con el "arribe" del río Águeda como protagonista absoluto.


En la zona portuguesa mucho más explotada, avanza el cultivo de la vid.

A la izqda. los puentes internacionales, en primer
término el de la carretera y al fondo el ferroviario.














A la salida de un túnel nos encontramos los restos del cagarrutero abandonado por una gineta que vimos y afoté también hace un año en plena "explotación"...


Si se presta atención al atravesar los túneles no es difícil
localizar murciélagos colgando de los techos. 


Sobre las 17,45 h. pasamos junto al cruce del Camino del Río por donde volvimos a la Fregeneda en nuestra última excursión hace unos meses, que podéis ver aquí, y nos encontramos con un vehículo de Tragsa adaptado para desplazarse por la vía. 

Contraluz sobre un cormorán posado en medio del  Águeda.






Ya desde mucho antes hemos visto que andan limpiando de maleza el trayecto de la vía, y poco después comprobaremos que la causa es la pronta apertura del recorrido para su explotación comercial y promoción de la zona.

Seguimos por la vía hasta el puente del Arroyo del Lugar, que atravesamos hora y media más tarde.






Nada más pasarlo dejamos la vía, retornando al pueblo por una trocha que ya recorrimos, en sentido contrario, el año pasado, en la anterior edición de la circular que podéis ver aquí


Conforme subimos las vistas se tornan más espectaculares, si cabe, dejándonos ver lugares llenos de magia como la peña Redonda o esa torreta del agua desafiante con sus ocho pisos de altura que, en medio de este descarnado paisaje, a mí siempre se me transforma en la torre de Mordor del Señor de los Anillos.






Y ponemos punto y final a nuestra circular disfrutada a rabiar en plena naturaleza cuando son las 19,15 h. Esperemos que las nuevas normas de uso del Bien de Interés Cultural no nos impidan volver a disfrutar de algo parecido...






Cogujada común "mimetizada".



Plano de la ruta de unos 20 kms. cuyo track podéis localizar
en las entradas subidas anteriormente al blogggg.

Y para acabar os dejo aquí esa pequeña reflexión de que hablaba al principio sobre lo que se publicita como producto turístico estrella por nuestra Diputación salmantina. Me parece muy buena la propuesta, pero no tanto el que sea excluyente, ni que tenga horarios tan rígidos (control de entradas 7,30-8,30 h. y 15 h. la hora limite para acabar el recorrido del 1 de abril al 14 de octubre y una hora y media más tarde en horario de invierno...). Creo también que la opción de combinar este recurso, que ofrece al caminante paisajes y obras de ingeniería espectaculares, con la red de caminos y senderos que se cruzan con él debe ser tenida en cuenta y facilitada desde la Diputación. Trayectos como el propuesto en esta entrada u otros más cortos permiten partir de La Fregeneda, invitando al visitante a visitar la villa y beneficiándose de ello los establecimientos que allí se encuentran. Hay quién compara el recurso con el malagueño "Caminito del Rey", pero es aquél un circuito cerrado con tan sólo dos accesos físicamente viables y de tan sólo 7,7 kms., es decir, algo totalmente distinto. Yo creo que se debería aprovechar y publicitar la versatilidad de nuestro Camino de Hierro. Una de las consecuencias, si no es así, es la imposibilidad de realizar la actividad que se propone en esta página complementando el paso por  parte del recorrido por el Bien de Interés Cultural con otros enclaves fregedanos inolvidables como Valicobo o el arribe del Duero antes de entrar en tierras lusitanas. 

Resumiendo, creo que se debería permitir el acceso a la vía sin horario para quienes tan sólo utilicen una parte del B.I.C. en su recorrido senderista. Esta posible alternativa podría conllevar el pago también de una entrada proporcional que pudiera adquirirse en algún establecimiento abierto de La Fregeneda, por ejemplo... 

Salu2 a tod@s y como dice el amigo Jero, que la naturaleza os guíe...