sábado, 23 de septiembre de 2023

Cinco días por el Pirineo oscense (9-13/07/2023).

Domingo 09/07/23 Ibones de Ordicuso.

Partimos de Salamanca por la mañana sin madrugar en exceso, y tras parar tan sólo lo justo y necesario durante el tramo sobre asfalto y proceder al check-in en el hotel de Baños de Panticosa donde pasaremos una noche, ya en nuestra amplia habitación vamos a retomar fuerzas y cambiarnos para aprovechar la tarde soleada con la que nos han recibido los Pirineos.

Ya cerca de las 15,30 empezamos la ruta vespertina elegida para hoy gracias al consejo del amigo Luis, experto conocedor de estas tierras, que nos va a llevar a los preciosos ibones de Ordicuso,  debiendo salvar un desnivel de algo más de 500 m. en un corto recorrido de poco más de 3 kms. que de nuevo tocará bajar para estar de nuevo junto al Balneario sobre las 20,15 h.

Qué mejor sitio para coger agua que la bucólica fuente de la Laguna, con un pequeño refugio construído en los buenos tiempos del balneario a su alrededor, y por la que pasa nuestra ruta.



Dejando atras la fuente de la Laguna

Pronto tenemos una panorámica espectacular sobre los
Baños y su ibón rodeados de altas montañas.


La ruta pasa junto a varios muros de contención de avalanchas.


El barranco de las Argualas, junto al que seguimos en la primera parte de nuestra marcha.

Al separarnos del barranco y de la ruta que sigue hacia los tresmiles
de esta zona ya estamos en un ambiente propio de la alta montaña.


En el centro de la  foto se aprecia el camino que sube
a los tresmiles, del que nos separamos para ir a los ibones..


Rododendro en flor.


Según vamos llegando nos cruzamos con los
 "penúltimos" visitantes del día de Ordicuso...

No se ven los ibones hasta que te encuentras al lado de ellos...

... en un entorno paradisíaco difícil de encontrar tan cerca "de la civilización".

Seguimos subiendo un poco más  en dirección a Peña Gabarda 
(2.602 m.) para tener una panorámica de los ibones desde arriba.


Los ibones de Ordicuso desde arriba.



Desde aquí se aprecian algunos de los tresmiles accesibles
desde Baños:Garmo Negro, Algas, Arnales, Argualas...
Abusando de zoom se ven mejor algunas de las espectaculares cascadas que se
precipitan sobre el "hoyo" donde se encuentran los Baños de Panticosa.

Al bajar vamos a ver sarrios, y también marmotas desde muy cerquita.

Potentes incisivos los de estos grandes roedores...

Sobre las 19,30 h. la sombra ya se ha apoderado de los Baños.

Vista desde los Baños de las cascadas y tresmiles al norte del balneario.

Se ha perdido mucho, pero aún se conservan retazos del
esplendor que tuvo el balneario, especialmente a comienzos del siglo pasado.




No nos convence mucho la oferta gastronómica de Baños, y bajamos a cenar a la terraza de La Cabaña, al lado de El Pueyo de Jaca, donde se está muy a gustito, por cierto.

Lunes 10/07/23 Ibones azules.

Al día siguiente, tras un potente desayuno en el hotel, nos acercamos a la Casa de Piedra, ese mítico refugio de montaña donde pernoctamos en varias ocasiones en tiempos del G.U.M. El refugio es de lo poco que se nos antoja más o menos igual a cuando solíamos visitar la zona, y nos llevamos un pequeño chasco al no encontrar el balneario como lo conocimos entonces 😕; también es cierto que ha pasado mucho tiempo y los cambios con el empuje turístico podían haber resultado mucho menos respetuosos con el privilegiado entorno que rodea la población. 

Refugio "Casa de Piedra".

Comenzamos la marcha de hoy cerca de las 9,30 h. hollando de nuevo este tramo del GR-11 que recorrimos unas veces sobre una gruesa capa de nieve y otras en unas condiciones más parecidas a las que ahora nos acompañan.









Flor del rododendro



En algunos lugares se ven claramente las huellas de la acción
erosiva de los glaciares en su arrastre de grandes rocas bajo el hielo valle abajo

Observando nuestro primer quebrantahuesos, especie que pude afotar
 mejor por los mismos pagos en nuestro retorno vespertino, tuvimos esta jugosa
 observación de una "beluga voladora", uno de los mayores aviones de transporte del mundo.

Carbonero garrapinos







Junto a un pequeño cauce con barro alrededor recogían
material para sus nidos varios aviones roqueros casi sin posarse.

Un auténtico placer subir poco a poco, con un fuerte desnivel, hasta el refugio de los ibones de Bachimaña, al que nos acercaremos "para repostar" y recrearnos con las impresionantes vistas que nos rodean (la cervecita me sabe a gloria, como imaginaréis).




Al llegar al refugio se amplían las vistas y tras dejarlo atrás el ibón embalsado de Bachimaña Inferior se convierte en protagonista, hasta que afrontamos un nuevo desnivel algo exigente aunque más corto del del inicio, que nos dejará ya junto al ibón Azul Inferior, también embalsado.












No llevábamos un plan claro sobre hasta dónde llegar antes de dar la vuelta, pero ya son las y Lucía decide que ya ha cumplido objetivos y ahora toca disfrutar de las espléndidas vistas que desde aquí se nos ofrecen, y retomar el descenso tras comer y sestear...


Ibón azul inferior

Yo decido acercarme a ver el ibón Azul Superior, del que nos separan tan sólo 200 o 250 m..., eso sí, salvando un nuevo desnivelillo que no llega a los 100 m. 

Ibón azul superior con el Tebarray al fondo y los picos del Infierno a la izqda.


Dada la hora y la firme decisión de mi acompañante, dejo el collado de Tebarray y el ibón del mismo nombre para otra vez, y raudo y veloz vuelvo a las orillas del ibón Azul Inferior a comer y descansar un buen rato.


El ibón azul inferior desde el collado de acceso al superior, con el 
embalse de Bachimaña, por donde va nuestra marcha, dejándose ver a la izqda.

Después de comer apenas quedaba gente ya...

Sarrio cruzando un nevero.

El regreso al Bachimaña Inferior lo hacemos por una variante distinta que nos permite disfrutar de cerca de una bonita cascada que forma el río Caldarés, y luego siguiendo de nuevo el GR 11.





Isla del ibón embalsado de Bachimaña.



Ya en el tramo de fuerte pendiente entre el refugio de Bachimaña y la Casa de Piedra nos lo tomamos con calma disfrutando también de esas pequeñas cosas que también ofrece la montaña y muchas veces pasan desapercibidas por un programa demasiado apretado... 

Orquidea similar a la que encontramos semanas antes en la Sierra de Béjar.

Ortiguera

Quebrantahuesos

Nido de colirrojo tizón con una cría (...y los restos de otra a su entrada).

La madre "colirroja".


La reptación de las capas superiores del suelo en zonas con
fuerte pendiente obliga a los árboles a enconvarse en busca de la verticalidad...



Otro bicho raro..., no tanto como la "beluga" de la mañana.

En una de las cascadas más impresionantes junto a las que
pasamos había un grupo preparándose para bajarla rapelando.



En la terracita de la Casa de Piedra, cuando pasa un cuarto de hora de las 19 h. nos tomaremos un merecido refrigerio de ésos para emmarcar, y tras cambiarnos y  dar un pequeño paseo por los alrededores con una busqueda infructuosa del balneario del que tan buenos recuerdos tenemos, nos dirigimos en coche a nuestra "nueva casa" en pleno casco urbano de Torla. Aún nos quedará tiempo para dar un garbeo y disfrutar de las vistas que desde allí se ofrecen tras una cena en una terracita de la pizzería que nos recomiendan en el hotel. 

Pinzón común exhibiendo su plumaje veraniego.


Balneario "reconvertido".





Martes 11/07/23 Nerín-Mondoto.

Como mañana es el día que mejor previsión tiene en cuanto a tormentas, postergamos la subida hasta la cascada de la Cola de Caballo por el valle de Ordesa y, tras dudar hasta el último momento, descartamos acercarnos a Escuaín y nos decidimos por la ascensión al Mondoto desde Nerín, recomendación del amigo Luis que nos va a permitir disfrutar de vistas espectaculares de Añisclo y sus alrededores.

Coincidimos con la floración de los erizones, plantas muy abundantes en las alturas de las
sierras calizas de por aquí, lo que aporta un plus a la espectacularidad de los Pirineos.

Al fondo la Peña Montañesa, de casi 2.300 m.

Comenzamos a andar pasadas las 10 de la mañana en un entorno donde prima la vegetación rastrera y la falta de agua propia de las zonas calizas.


Nerín

Según vamos ascendiendo mejora bastante el panorama a pesar de la calima, con los erizones floridos aumentando su protagonismo.





Lirios contrastando con el amarillo de los erizones.






Pronto se deja ver el macizo de Monte Perdido, conocido como Las Tres Sorores o Treserols, dejándose ver los tres tresmiles que le dan nombre: Monte Perdido (3.355 m.), Cilindro (3.328 m.), Añisclo o Soum de Ramond (3.263 m.); y también otro más a su derecha, la Punta de las Olas (3.002 m.).

De izqda. a derecha Cilindro, Monte Perdido, Añisclo y Punta de las Olas.

Por aquí alcanzamos a otra pareja que sube con calma, con quienes compartimos el resto de la subida disfrutando de algunas jugosas observaciones.

La foto vale poco, pero la historia es curiosa. El pájaro en cuestión apenas se dejó afotar antes de alejarse, y la foto quedó oscura. Al aclararla en casa me di cuenta de que se trataba de un roquero rojo.

Una de sus crías sí que se dejó retratar un poco más...

Macho de pardillo común.







Chova piquirroja.

La llegada a la cima, ya cerca de las 12,30 h. es algo sorprendente, pues tras superar suavemente el  desnivel de poco más de 600 m. que nos separa del coche, de repente encontramos los verticales acantilados de Añisclo desplomándose sobre el río Bellós, casi 1000 m. más abajo.



Aunque pude observar varias especies emblemáticas de estos roquedos
desde arriba con los prismas (halcón, quebrantahuesos, chova...) sólo pude 
fotografiar el majestuoso vuelo de los buitres leonados, lo que no está nada mal...



Lucía se queda en la cumbre con nuestros acompañantes y yo sigo por la cuerda hacia el Sur afotando sin parar el cañón y sus alrededores.








Sobre las 13,15 h., tras el control de avituallamiento comenzamos el descenso Lucía y yo, disfrutando especialmente durante el primer tramo de bajada, con grandes vistas sobre las tres Sorores y las tres Marías y el amarillo de los erizones florecidos contrastando con el verde de los prados que nos rodean.

Nerín desde el Mondoto.


Por la zona más alta del cañón de Añisclo pasan dos variantes de la GR 11, con la
impresionante fuente vauclusiana de Fon Blanca precipitándose al vacío entre ambas.

Fon Blanca.



Limonera

Icaros



Gitanilla


Sobre las 14,45 h. finalizamos la marcha y, tras despedirnos de la pareja que hemos conocido, que encontramos comiendo junto a la pista que lleva a Nerín, decidimos tomárnoslo con calma por la tarde.

Comemos lo que llevamos, bien regado con fríos refrescos y jarritas en una terracita del albergue Añisclo, en Nerín. Por cierto, tiene muy buena pinta y habrá que tenerlo en cuenta en nuestra próxima visita a esta zona de Pirineos... Las vistas hacia la peña Montañesa desde aquí son preciosas.


Chimeneas espantabruxas, típicas del Alto Aragón.

Los chicos del refugio nos recomiendan un par de pocitas en el barranco de Chate, ya cerca de Sarvisé, y por allí pasaremos la tarde.



Al volver, damos un paseo por Torla, y nos vamos a cenar de nuevo a la terracita de la pizzería, que está muy bien.



La ruta de Nerín al Mondoto. Debajo tenéis las estadísticas.



Miércoles 12/07/23 Valle de Ordesa.

Hoy toca un "clásico" que todo amante de la montaña debe recorrer al menos una vez en la vida. Nosotros hemos tenido la suerte de hacerlo en varias ocasiones y vamos a poder disfrutarlo una vez más.

A las 9,30 h. ya nos encontramos en la campa de Torla a la espera del autobús que nos suba a la Pradera de Ordesa... y a las 10 h. comenzamos a caminar desde allí, con  la espectacular  imagen del Tozal de Mayo acudiendo a nuestro encuentro a darnos los buenos días.

Tozal del Mallo (2.280 m.).



Tras una hora de disfrute en medio del hayedo-abetal llegan las primeras cascadas, que no recordaba yo tan espectaculares, especialmente la de la Cueva.





Cascada de Arripas

Cascada de la Cueva

Cascada del Estrecho

Lavandera cascadeña.








Seguimos subiendo poco a poco, y sobre las 12,30 h. hacemos un alto en el camino para tomar un tentempié junto a una impresionante poza azul.




Son ya más de las 13 h. cuando pasamos junto a las gradas de Soaso, entorno bello como pocos que  también me sorprende a pesar de haber pasado por aquí en varias ocasones. 


Lagartija roquera

Llegando a las gradas el valle se abre cada vez más.


Gradas de Soaso






20 minutos después ya nos encontramos en la pradera de arriba que ya con escaso desnivel nos va a acompañar hasta la cascada que marca el final del recorrido... de ida.

Llegando a la pradera superior.


Ícaro.







Cascada de Soaso o Cola de Caballo.

Sobre las 14 h. llegamos a comer junto a la cascada Cola de Caballo, aunque antes de hacerlo me alejo un poco de ella en busca del camino que conduce a Goriz, desde donde se tienen vistas diferentes del valle y su entorno.


El desvío para seguir la Senda de Cazadores desde la pradera.





Chovas piquigualdas.


Como tenemos intención de bajar hasta el pueblo andando comenzamos el descenso sobre las 15 h., observando con cierta envidia a los que transitan por la senda de Cazadores... Todo no puede ser...








Al bajar pude localizar a los transeuntes de la Senda de los Cazadores en
varias ocasiones, cosa que no logré por la mañana hasta casi llegar a la cascada.










Pollo de zorzal charlo



Sobre las 17,30 h. seguimos bajando por la margen izqda del río Arazas, sin cruzarlo para llegar a la campa donde llegan los autobuses, continuando por el camino de Turieto Bajo camino de Torla.










El camino pasa junto a otras tres espectaculares cascadas.

Curioso efecto de las luces sobre una roca erosionada...







Sobre las 19 h. ya se deja ver el pueblo, y también el puente de los Navarros, desde donde arranca la garganta de Bujaruelo, otro de los pequeños paraísos que esconde Pirineos que a punto ha estado de dejar de serlo en varias ocasiones.



El añadido de bajada se alarga más de lo esperado, y antes de llegar a Torla paramos a descansar junto al río y nuestros sufridos pies agradecen el contacto con sus frías aguas.


Vistas desde el puente de la Glera

Afrontando la subida final hasta Torla

Sobre las 20,15 h. llegamos a Torla y decidimos hacer una merienda-cena en nuestra pizzería favorita antes de partir a Ainsa, donde tenemos reservada habitación para pasar la noche.


Os dejo para acabar planos sacados de wikiloc de las rutas que unimos. El primero refleja el recorrido entre la pradera de Ordesa (donde nos dejó el autobús) y la Cascada Cola de Caballo, y el segundo el de Turieto Bajo, entre Torla y la pradera de Ordesa.

Aquí se refleja sólo la ida.

Éste en cambio refleja ida y vuelta; nosotros hicimos sólo la bajada.



Jueves 13/07/23 Aínsa y pasarelas de Alquézar.

Es el último día de nuestra visita a Pirineos, y toca volver por la tarde, con lo que sobre las 9,45 h. damos un paseo por Ainsa antes de partir hacia Alquézar. 



Merece la pena acercarse hasta el castillo y  contemplar las vistas hacia las
tres Sorores con las montañas que rodean el valle de Añisco delante de ellas.

Las tres Marías a la derecha, y las tres Sorores a la izqda.

Plaza medieval de Ainsa.


Sobre mediodía y con un sol de justicia nos encontramos ya en Alquézar,que nos sorprende con un bonito casco histórico.



Desde el centro del pueblo parte un pequeño recorrido con varias pasarelas que ayudan a atravesar una hoz caliza por cuyo seno transita un río de aguas transparentes. No es muy buena hora para hacerlo, pero es la que nos ha quedado libre en nuestro apretado calendario... ;-)


Nos acercamos primero a un curioso efecto erosivo del río que forma lo que por allí llaman cueva de Picamartillo.

Nido de avión roquero en Picamartillo.


Cueva de Picamartillo.

Luego hacemos el primer tramo por pasarelas y tras ver las azules y profundas aguas de la gran poza que hay bajo la cascada por la que rebosan las aguas de un azud hacemos un alto en el camino para darnos un buen bañito.







Luego llegan nuevos tramos de pasarelas a mayor altura hasta llegar a una central hidroeléctrica y un mirador desde donde toca regresar al pueblo subiendo por una fea pista sin apenas sombras, completando los 3 kms. de recorrido sobre las 14,15 h.










Y tras una corta visita al caserío de Alquézar decidimos regresar a Salamanca vía Zaragoza y Soria, lo que nos va a retrasar bastante, en una tarde de mucho tráfico... Eso sí, todo se hace más llevadero con las pilas cargadas después de vivir unos días inolvidables en Pirineos. 


El recorrido de las pasarelas...

... y las estadísticas de un paseo tomado con mucha calma.