miércoles, 1 de mayo de 2024

Circular de las cascadas desde Masueco 28/01/2024

Con títulos bastante más largos del de hoy, tengo otras entradas de esta misma marcha en el bloggg, también disfrutadas en muy buena compañía, como en esta nueva edición. Podéis ver dos de ellas clicando aquí aquí.  Aprovechando períodos de generosas lluvias, como hemos tenido la suerte de comprobar en estas ocasiones, se disfruta aún más de las vistas sobre el Uces, el Duero y, sobre todo, de las cascadas junto a las que transcurre este espectacular recorrido. 

Como en las referidas entradas tenéis información y enlaces que os pueden facilitar el poder ampliar conocimientos o llevar la circular o parte de ella a cabo, me voy a limitar a subir nuevas fotos (que ésas sí que cambian dependiendo de los días...) con algunos comentarios aclaratorios. Disfrutad de la naturaleza y defendedla siempre que podáis. ¡¡Merece la pena, amig@s!!

El inicio de la marcha se nos muestra diferente
con una inquietante niebla bastante espesa.



El rocío mañanero convierte muchas telarañas en auténticas joyas.





Al llegar a la pista que baja desde el aparcamiento del
Pozo de los Humos la niebla va subiendo poco a poco,
aunque aún nos va a acompañar un buen rato.

En los miradores apenas encontramos gente, pero poco a poco
 van llegando nuevos grupos desde el aparcamiento.






Homenaje a uno de los fallecidos por acercarse demasiado
a la cascada subestimando el peligro que ello conlleva. 







Cruzando el puente sobre el arroyo de las Fontanicas,
cuya cascada debe ofrecer buenas vistas desde el
 mirador de Pereña, a juzgar por el caudal que lleva.




Las vistas de Penedo de Bemposta, Ventozelo o Vilarinho
dos Galegos al otro lado de la frontera son más espectaculares
aún con el mar de nubes que poco a poco se va desvaneciendo.

No hay fruta más resistente que el membrillo.

De camino encontramos esta hembra de jabalí medio devorada.


Este cruce de caminos puede confundir a quién no lleve el track.


Desembocadura del río de las Uces en el Duero.

La foto es mala, pero se aprecian los "humos" vaporosos
que dan nombre al Pozo que hemos dejado atrás.




Cascada del Pinero






El valle bajando hacia el Duero que forma el arroyo del Pinero.

El mismo valle cascada arriba.


Bajando hacia el Duero







Poco antes de cruzar el arroyo de la Barria vemos al otro
lado del valle que forma un grupo de cinco jabalíes.



Esta roca de peculiar forma siempre me ha llamado la atención.


Al llegar al alto donde encontramos la carretera que baja a la playa del Rostro
se ofrecen buenas vistas del Duero hacia el Este...

... y hacia el Oeste, al formar aquí un gran meandro en el enclave conocido como "El Rostro".

En esta ocasión bajamos todos por la carretera hasta la playa del mismo nombre,
al encontrar cazadores por la zona alternativa que hemos usado otras veces.

Playa del Rostro

Paramos a comer junto al pantalán que hay al lado de la playa.

Dejando la playa para seguir junto al Duero durante un buen
 tramo antes de afrontar la subida final hacia la meseta.








Ya cerca de las ruinas de lo que parece que pudo ser un puesto de vigilancia contra el contrabando,
al pasar junto a un antiguo nido que conozco de otras ediciones, me llevo la sorpresa de comprobar
que ha sido ocupado por una pareja de buitres cuya hembra ya se encuentra incubando en él.



En la zona portuguesa también se forman bonitas cascadas.



Este islote en medio del Duero he tenido la suerte
de rodearlo en piragua en un par de ocasiones.

Antiguo ¿puesto de vigilancia?

Comienza la subida, algo exigente sin llegar a ser muy dura.

Al fondo las curvas de la carretera que baja a la playa del Rostro.


A media subida hay un cruce que permite optar por dos alternativas.



Aunque en esta ocasión no subimos al mirador de Viña Cerrá, abusando
de zoom se ven sus "carteles pajareros" desde la otra subida alternativa. 



Ya en la penillanura llega un último tramo menos atractivo por pistas y
asfalto en el que, lógicamente, avanzamos a una velocidad muy superior.

Aldeadávila de la Ribera

Siempre es un placer añadido encontrarse con lugareños y charlar un rato con ellos.

Estos curiosos "adosados" para las cabras siempre me han llamado la atención.

Al fondo la Serra da Marofa en tierras portuguesas,
que cuenta con una espectacular estatua de Cristo Rey
en su cima, como podéis comprobar clicando aquí.

Antiguo lavadero de Corporario

Fuente Buena e Iglesia en Corporario

Llegando a Masueco