jueves, 16 de enero de 2020

Viajecito familiar por el Oeste de Estados Unidos (segunda parte: enlazando parques nacionales).

Tenía pensado completar el reportaje "americano" con esta segunda parte, pero al final he decidido dar mayor protagonismo a nuestro paso por el parque nacional que más nos sorprendió, y le dedicaré una tercera a ese asombroso rincón de Utah que es Bryce Canyon. Podéis acceder a la primera parte a través de este enlace.

Después de disfrutar de unos días inolvidables residiendo junto a nuestros anfitriones en Oakland y conociendo mejor la bahía y los alrededores tocaba alquilar un coche y dedicar 9 o 10 días a recorrer varios parques nacionales. Como la planificación a largo plazo no es lo nuestro (aunque muy recomendable si pensáis hacer algo similar), apenas habíamos reservado hoteles o similares desde Salamanca, y nos tocó improvisar bastante una semana antes... Y tampoco teníamos muy claro el recorrido... Al final nos decidimos por el que podéis ver marcado en verde en la siguiente foto de la entrada, saliendo de Oakland el día 27 de julio, sin prisas, y entregando el coche el 5 de agosto en el aeropuerto de Los Ángeles, desde donde volaríamos de vuelta a Madrid.

Los pentágonos indican la ubicación de los parques nacionales que visitamos y de Las Vegas.
Y antes de empezar a contaros el viaje debo deciros que la aplicación Google Maps nos funcionó muy bien como navegador, avisándonos incluso de atascos, vías alternativas... Bajando los mapas de la zona por la que vas a transitar te olvidas de wifis y datos; y todo "de gratis"...

28/07/2019 Yosemite.

Nuestro primer objetivo era Yosemite, uno de los más masificados en verano, y además coincidía en domingo, con lo que los problemas si no conseguíamos llegar al valle pronto estaban garantizados... Conseguimos reservar habitación en Mariposa, a poco más de una hora de nuestro objetivo. Tras ver las dificultades que tuvimos para conseguir alojamiento, nos sentimos afortunados de poder pernoctar a una distancia "tan corta"...

Llegamos el sábado 27 por la tarde a nuestro hotel The Monarch, y nos fuimos a dar un agradable paseo por el pequeño pueblo; en un parque encontramos a un grupo tocando música country, y ya de regreso nos gustó encontrar varias casas de madera que evocaban el viejo oeste americano... No faltó una cena al más típico estilo americano en Happy Burger, un curioso local tapizado con carátulas de discos de los 50 y los 60.

Mariposa tigre de cola de golondrina Western tiger swallowtail


Al día siguiente convenía madrugar "un poco" y sobre las 9 de la mañana ya nos encontrábamos en el control de acceso al parque nacional tras un potente desayuno americano de despedida de The Monarch, y un tráfico más fluído del esperado. Eso sí, a partir de aquí esto iba a cambiar.

Llevábamos con nosotros un pase que por 80 dólares permite acceder en coche a todos los parques nacionales de USA a dos vehículos con la condición de que no lo hagan al mismo tiempo. Ésta es la mejor forma de visitar los parques, a no ser que solo lo hagas a uno o dos, pues el precio por parque sin el pase era de 30 dólares.

Poco después ya nos encontrábamos en la carretera circular de un solo sentido del valle del río Merced donde se concentran los monumentos naturales que tanto se conocen. Primero pasaríamos junto al Capitán, paraíso de los escaladores con su pared de 1000 m., y a renglón seguido Brivaldeil fall. Nos quedará en el tintero la cascada que toma el nombre del parque, la más alta del país con 739 m., que tiene otro tramo más pequeño por debajo, de donde nos separa una corta distancia. El espectáculo es impresionante, con la suerte añadida de haber coincidido antes de nuestra visita una primavera generosa en lluvias que aún se deja notar en los cursos fluviales...

Cascada Brivaldeil

Como nuestros planes pasan por hacer un trekking que nos lleve a otras dos bellas cascadas, aparcamos junto al centro de visitantes en una zona en principio reservada para cortas paradas pero donde nos indican que en estas fechas se hace la vista gorda y, cruzando los dedos para que sea así, nos dirigimos a esperar alguno de los autobuses gratuítos que nos deje cerca del inicio de nuestra ruta. La espera será larga, hasta llegar a dudar si no merecía la pena pero, por fin, hora y tres cuartos después de dejar el coche iniciamos nuestra travesía a pie camino de Vernal fall, acompañados de una gran multitud, como era de esperar.

La circular que haremos, con las cascadas Vernal de 100 m. de caída y Nevada de 180 m. como platos fuertes es una de las más demandadas, especialmente su tramo inicial de 2 kms. hasta Vernal fall.

Cuando ya son más de las 11 de la mañana enfilamos  río Merced arriba y pronto se deja ver una cascada de gran caída a nuestra derecha.


Media hora después ya lo hace Vernal fall, y también cientos de ardillas de tierra y muchas aves, entre las que hay que destacar un pequeño búho del que disfrutaron un buen rato mis tres acompañantes, y yo no puede ver por ir por delante en ese momento.


Pero será tras tres cuartos de hora cuando nos empapemos, literalmente, en un tramo habilitado con escaleras que se acerca a Vernal fall, lo que, por otra parte, ayudará a combatir el calor que ya empieza a apretar.


Sobre las 12,30 ya estamos en la parte superior de la cascada, y tras un tentempié junto a ella seguimos unos 30 minutos hasta un buen mirador hacia la no menos espectacular cascada Nevada sin acercarnos desde allí a su parte superior. Y tras comer, volvemos a un cruce próximo que permite seguir la circular de retorno al valle.





Vamos a seguir subiendo un rato hasta llegar a otro buen mirador sobre la primera cascada.



Un largo tramo de zig-zags facilita un rápido descenso después, que nos dejará en nuestro punto de partida cerca de las 16 h. Y como el calor aprieta y aún hay tiempo, decidimos acercarnos a Mirror Lake, convenciendo al personal a duras penas de seguir la marcha con la promesa de un buen baño al llegar allí...




Hora y media después, sin grandes desniveles y tras atravesar algún tramo con sequoias de gran tamaño llegamos a nuestro destino, con una paradisíaca zona de baño bajo la mirada del emblemático Half Dome.



Y tras remojarnos unos y sestear otros una media hora, enfilamos hasta la parada más próxima de  bus, donde nos tocará esperar más de lo esperado, recuperando el coche sobre las 20 h., sorprendidos por la confianza de los ciervos que empiezan a aparecer junto a los coches en zonas aún con mucha gente.



Aún nos quedan un par de paradas obligatorias en nuestro retorno por la carretera circular, deleitándonos con las vistas más famosas del valle, especialmente en Tunnel View, con el Capitán a la izquierda, Brivaldeil fall a la izquierda y el Half Dome en el centro.

Valley view

Tunnel view

Nuestro siguiente hotel lo tenemos al norte de Fresno, con lo que, cuando ya son más de las 21,30 h. nos dirigimos por el sur, aún dentro de Yosemite pasando por el cruce con una carretera que nos hubiera gustado recorrer (en una hora en verano... y sin tráfico... conduce hasta Glacier Point, con un par de miradores impresionantes a más de 2.000 m. sobre el valle; muy recomendable si se dispone de tiempo, especialmente subiendo al atardecer...). También pasamos junto a Mariposa Grove, con algunas de las sequoias más altas y longevas del mundo, cuya visita descartamos, ya que nuestro próximo objetivo nos llevará a conocer otros bosques no menos impresionante de estos árboles gigantes.

Las consecuencias de los grandes incendios que ha padecido la zona en los últimos
tiempos dejan algunos panoramas desoladores.

29/07/2019. Kings Canyon & Sequoia National Parks.

El día siguiente es lunes y los "dos en uno" parques que nos esperan no están tan masificados, pero también iniciamos pronto nuestra visita, ya que nuestro próximo hotel está bastante alejado y toca hacer muchos kilómetros...

Sobre las 10 de la mañana cruzamos la "frontera" norte de acceso a Kings Canyon; por el acceso sur dejaremos la zona protegida por la tarde (son los dos únicos puntos de entrada para el tráfico rodado a ambos parques).


Y nuestro primer objetivo será General Grant Grove, bosque con algunas sequoias de más de 90 m. y 2000 años de vida. Apenas encontramos gente, y disfrutaremos mucho del corto recorrido a pie llamado Grant tree trail (1 km. si te limitas a seguir el sendero).

Se puede pasear por dentro de Fallen Monarch, una sequoia caída que sirvió a los primeros colonos de refugio. 



Gamlin Cabin, cabaña construída en 1872 por donde parece no haber pasado el tiempo.

General Grant, el árbol oficial de la Navidad en USA.



Chipmunk, una pequeña ardilla que se desplaza a una velocidad increíble.
¿Os acordáis de Chip y Chop?



Sobre las 11,30 h. volvemos al coche, dirigiéndonos por una estrecha carretera hasta Panoramic Point 20 minutos después. No logramos ver ningún oso negro a pesar de ser muy abundantes en la zona, pero el bosque de pinos que se recorre en la subida es impresionante. Llegamos a un merendero donde no encontramos a nadie, y desde allí nos dirigimos a pie al "Vista Point" de tan sugerente nombre, que nos va a permitir ver gran parte de Kings Canyon con algunas de sus cumbres superando los 4000 m. de altura.


Antes de volver al coche comeremos sobre las 13 h. en el merendero, que cuenta con un buen reciclaje anti-osos...

Ya en la carretera principal que une ambas entradas al doble espacio protegido, una retención por obras en el pavimento nos retrasará casi una hora, debiendo reducir nuestra visita a Sequoia N.P.. Sobre las 15 h. iniciamos nuestro paseo por Giant Forest, donde se encuentra el árbol más grande del mundo, bautizado como General Sherman.

General Sherman, el árbol más grande del mundo.







Hora y media después de nuevo nos encontramos en el coche pues nos separan muchos kilómetros de Ridgecrest, localidad próxima ya a Death Valley, donde se encuentra el hotel donde pasaremos la noche. La ruta hacia la salida sur del parque nos dejará paisajes preciosos, a pesar de tener que atravesar un puerto que obliga a ralentizar nuestra marcha.


Y una vez fuera del parque, la red de carreteras nos obligará a seguir hacia el sur hasta Bakersfield (a menos de 200 kms. de Los Ángeles), una de las ciudades con mayor crecimiento de USA, por donde pasamos sobre las 19 h. La población de esta ciudad ha crecido un 60% en lo que llevamos de siglo debido sobre todo a las explotaciones petrolíferas y agrícolas (éstas últimas son de las más diversas y productivas del mundo).


A Ridgecrest llegaremos ya de noche. Como curiosidad os contaré que estando nosotros en Oakland sentimos un terremoto cuyo epicentro estaba precisamente en esta joven ciudad creada en 1963; la magnitud del temblor principal llegó a 7.1 por allí...

30/07/2019. Death Valley-Las Vegas.

Cerca de las 9,30 h. ya estamos de nuevo en ruta por esta zona subdesértica camino de Death Valley, y pronto pasaremos junto a los pináculos de Trona, extrañas torrecillas de toba que se formaron bajo el agua hace entre 10,000 y 100,000 años...



Poco después giramos hacia el norte por un gran valle desértico con paisajes  similares a los de Death Valley, de donde nos separa la cadena montañosa que aloja el punto más alto del parque nacional, Telescope Peak,  con 3.366 m.



El calor empieza a ser asfixiante, con dimensiones desconocidas para nosotros y casi de récord; lo palparemos bien cuando paremos en Stovepipe Wells, casi 50 kms. después de pasar el cruce donde enlazaremos con la carretera que se dirige desde Panamint Springs hacia Furnace Creek, donde se encuentra el centro de visitantes principal.




En Stovepipe Wells apenas encontramos a nadie que nos informe sobre la parada para ver las dunas de arena (Mesquite Flat Sand dunes), aunque las referencias que llevamos hacen que las encontremos fácilmente. Ya son las 11,30 h. y el calor hace que este pájaro no se atreva a salir de la sombra protectora que ofrecen las estructuras del aparcamiento a pesar de acercarnos hasta casi tocarlo.





Tras acercarnos a pisar las dunas a pesar de los calores que ya superan los 50 grados centígrados, volvemos al aire acondicionado del coche y haremos una pequeña parada sobre las 12,30 h. para acercarme yo desde el coche a un gran lago salado junto a la carretera (nadie más quiere salir del coche). Increíble la sensación de sequedad en los ojos, y el calor en las pestañas...








Seguimos camino al centro de visitantes de Furnace Creek, donde de nuevo encontramos un ave, en este caso una tórtola, que tampoco osa alejarse de las sombras de los edificios a pesa del continuo ir y venir de turistas.

Comeremos en unos bancos junto al centro tras visitarlo y hacernos con un librito con preguntas y juegos que deben ser resueltos por los más pequeños para conseguir una  insignia de  Junior Ranger tras hacer un juramento de defensa de la naturaleza... Nos encanta el libro y decidimos conseguir uno en cada parque nacional que visitemos a partir de ahora, aunque el poco tiempo de que dispondremos y las colas harán que David sólo consiga la insignia en éste tras cumplimentarlo rápidamente antes de seguir con nuestra ruta. Nunca olvidaré su juramento en inglés ni la simpatía y paciencia de la Ranger que se lo tomó en Furnace Creek.




Sobre las 15 h. llegamos al mirador de Devil's golf course, tras desviarnos por una pista de tierra. Kilómetros y kilómetros de terrones de tierra endurecida y cubierta de sal hacen que el tránsito a pie sea imposible, lo que justifica su tétrico nombre, el cual viene de una guía que en 1934 indicaba que tan solo el Diablo podría jugar al golf aquí. El origen de este extraño paisaje sería la desecación natural de un gran lago y la reacción posterior de su lecho. Resulta paradójico que en este entorno tan seco también existe un campo de golf real, concretamente en Furnace Creek y que algunos turistas confundan uno con otro en sus visitas.




Devil's golf course


La variedad de colores de las montañas cercanas nos tienta a coger ya el cruce de Artist's Drive, carretera de un solo sentido que enlaza con la principal que nos va conduciendo al punto más bajo del valle, pero decidimos dejarlo para cuando regresemos. Así pues llegamos al punto más bajo de América del norte sobre las 15,45 h.





Tras bajar del coche un poco para disfrutar mejor de Bad Water y su entorno, retornamos y recorremos Artist's Drive, que hace honor a su nombre. Increíble la variedad de colores que se aprecian por aquí, a pesar de no encontrarnos con las mejores condiciones atmosféricas para disfrutarlos "a tope". En una de las cuestas que tuvimos que subir, los indicadores de temperatura del coche nos recomendaron parar un rato... y es que el termómetro marcaba 130º Farenheit (54,4º centígrados...).




Mirador de Palette Color, más o menos a mitad del recorrido de Artist's Drive.

Sobre las 16,30 h. estamos de nuevo en Furnace Creek, donde repostamos un poco para asegurarnos el viaje hasta las Vegas, y antes de abandonar Death Valley paramos en Zabriskie Point, otro lugar con vistas increíbles sobre una zona de bad lands repleta de colorido y sobre la inmensa llanura que desciende bajo el nivel del mar.








No vimos al correcaminos ni al coyote, ni tampoco alguno de los burros supervivientes que campan por la zona desde que escaparon o fueron abandonados sus ancestros (muchos son eliminados sistemáticamente por su impacto en un ecosistema tan delicado), pero si nos sorprendió la visión de un par de caballos cerca de un pueblo que parecía abandonado, cuando ya dejábamos el parque...



Según íbamos aproximándonos a la ciudad de los excesos empezaron a aparecer a ambos lados de la carretera árboles de Josué, que deben su nombre a un grupo de mormones colonos que al ver su forma tan peculiar de este árbol recordaron la historia bíblica del patriarca Josué (Joshua en inglés) levantando sus manos hacia el cielo, implorando la ayuda de Dios.




Llegábamos a Las Vegas entre semana, y esto nos había permitido conseguir habitación en uno de sus hoteles con casino más emblemáticos a muy buen precio (de hecho fue el alojamiento más barato: 165$ por dos noches los cuatro, sin desayuno, eso sí). Se trata del  Estratosphere, con  cerca de 2500 habitaciones y la torre más alta de Nevada, de más de 350 m.

El día siguiente íbamos a "descansar" y, aunque aún pasaríamos por las Vegas otra noche de regreso del resto de parques nacionales a visitar, había que hacer un esfuerzo para conocer la noche en esta ciudad diferente donde mandan los neones. Así pues, tras dejar coche y pertenencias a buen recaudo, sobre las 10,20 iniciamos un largo paseo de dos horas por The Strip, cordón umbilical del centro turístico de Las Vegas, en busca de sus hoteles temáticos más conocidos.


Como en California, también ha llegado a Nevada la legalización del Cannabis. 

Los casinos están casi vacíos entre semana.

The Strip.

The Venetian.

The Bellagio


New York New York.

El espectáculo de agua y sonido en las fuentes del Bellagio es impresionante. 

Caesar palace.

Los techos abovedados de varios hoteles van cambiando de color simulando la llegada del amanecer y del atardecer.

Aunque hay un servicio de autobuses urbanos muy eficiente y barato que sube y baja por esta vía principal continuamente, nos resultó más rentable bajarnos la aplicación de Uber y utilizar este servicio durante nuestra estancia en Las Vegas, que, además, no nos hacía esperar más de cinco minutos en cada desplazamiento.

31/07/2019 Las Vegas.

Como os cuento antes, la mañana del día siguiente ibamos a tomárnoslo con calma y aprovechar los servicios incluídos gratuítamente en el hotel. Toca aprovechar el solito y darse un buen baño reparador en la piscina (de la que curiosamente nos desalojaron por ¡riesgo de tormenta!).



Y sobre las 17 h. después de una siestecilla en nuestra macrohabitación con dos camas king-size nos encontramos de nuevo paseando por el Venetian, el Bellagio, Caesars Palace, Paris-Las Vegas..., y haciendo coincidir nuestro recorrido en los posible con espectáculos gratuítos como el de las fuentes del Bellagio o el volcán del Mirage.












Y tras más de 7 horas sin parar, salvo para cenar en uno de los muchos establecimientos de comida rápida que proliferan por allí, retornamos al hotel agotados con cerca de 30 kms. recorridos a pie casi sin darnos cuenta... 

01/08/2019 Bryce Canyon.

El día siguiente nos llevará a otro parque nacional, menos conocido quizá que el resto, pero que nos sorprendería especialmente. Por ello quiero dedicarle una tercera entrada que publicaré en breve...

02/08/2019 Grand Canyon (north Rim).

El Gran Cañón del Colorado es uno de los destinos turísticos más demandados de USA, pero en la planificación de nuestro "viajecito" los dos accesos al parque nacional North y South Rims nos pillaban más lejos de lo deseado. Un tercer acceso al pre-parque, por el llamado West Rim es el más cercano desde las Vegas, pero ya tuvimos la suerte de conocerlo Lucía y yo hace años, y su visita, demasiado organizada y dependiente de un regreso a Las Vegas, no invitaba a repetir la experiencia. Al final optamos por acercarnos al North Rim, el acceso menos demandado de los tres, que incluso queda cerrado en invierno. Nos decidimos tras consultar esta página de internet, seducidos por la menor temperatura en esta época del año, la menor masificación y la posibilidad de toparnos con bisontes...

Los bisontes no los íbamos a ver pero, sin duda, valdría la pena, y mucho, la elección, a pesar de añadir unos cuantos kilómetros de ida y vuelta a nuestro recorrido, como podéis comprobar en la primera foto...

Tras visitar Bryce Canyon, nos dirigimos hacia el sur, y casi a mitad del recorrido hasta el North Rim, pasamos por Kanab, donde íbamos a dormir la noche siguiente al no encontrar nada más cerca del Gran Cañón. Paramos sobre las 11,30 h. para hacer ya el checking por si nos retrasábamos al volver, y ya nos gustó mucho este "pequeño Hollywood", como gustan de llamarlo sus residentes por haberse rodado numerosas películas del oeste en la zona.





Pronto pasamos la frontera entre Utah y Arizona y poco a poco el verde de praderas y bosques se va imponiendo al rojo característico del roquedo por estos pagos.







Pasado el cruce de Jacob Lake donde durante algunos minutos nos confundimos de carretera, las praderas y los bosques de pinos y abetos de la meseta de Kaibab cada vez son mayores y más impresionantes, y disfrutamos mucho viendo desde el coche "jugosas observaciones": ciervos, grupos de pavos...





En la entrada del Parque Nacional pararemos un momento para ver la cierva de la foto de arriba, que pasta mansamente cerca de la carretera. En esos momentos para un coche junto a nosotros, y resulta que se trata de una familia de navarros que viene desde Chicago, con el objetivo principal de "enseñar todo esto a la abuela" que va con ellos tan campante con ochenta y muchos años a sus espaldas...

Sobre las 14 h. llegamos al Centro de Visitantes, donde encontramos al mismísimo Santiago Segura a cargo del mismo, como podéis ver, ja, ja.




Y tras comer algo empezamos nos desplazamos a pie hasta Bright Angel Point, con la esperanza de ver algún cóndor de California. 






Ningún cóndor vimos por aquí, aunque sí buitres más pequeños,
como este Aura gallipavo.

Este buteo de cola roja se posó muy cerca de nosotros.

Orientados por el mapa facilitado al ingresar en el Parque Nacional (muy útiles los que te entregan en todos los Parques que hemos visitado al mostrar el annual pass o abonar la entrada , por cierto), y por las notas conseguidas en las muchas páginas de Internet dedicadas a la Costa Oeste, recorreremos los miradores más conocidos, sin tiempo para hacer alguna marchita a pie.



La primera vista clara del río Colorado la tuvimos a través de una ventana...






Desde el North Rim no llama tanto la atención el continuo trasiego de
helicópteros turísticos siguiendo el curso del río, como lo hace en los otros accesos.

El tiempo es cambiante y suenan algunos truenos, lo que engrandece aún más el impresionante paisaje que se presenta ante nuestros ojos, especialmente cuando llegamos a Wallhalla overlook y Cape Royal, los últimos miradores que nos quedan.













Pasadas las 18 h. iniciamos nuestro retorno hacia Kanab, y desde el coche disfrutaremos mucho del ambiente tormentoso que nos acompaña y de un atardecer inolvidable. 









03/08/2019 Zion-Las Vegas.

No teníamos idea de visitar Zion, pero como nos pillaba de paso hacia Las Vegas y la gente y las fotos hablaban muy bien de este Parque Nacional en internet, decidimos "sacrificar" parte del día que íbamos a dedicar nuevamente a Las Vegas... a pesar de ser sábado...

Muy cerca de Kanab también se encuentran otros destinos de los que ponen los dientes largos, como Coral Pink Sand Dunes, pero no hay tiempo para todo... 

Pronto estamos entrando en Zion, tornándose la carretera de un característico tono rojizo, como seña de identidad.




A diferencia del North Rim, la temperatura promete subir mucho en el día de hoy, y pronto empezamos a encontrar un tráfico que no esperábamos...

Aún así, atravesamos zonas de gran belleza paisajística, y seguimos con nuestra idea inicial de acercarnos al Centro de Visitantes antes de decidirnos por una marcha a pie.









La gran densidad de tráfico en la Zion-Mt Carmel Highway que nos llevaba al valle del río Virgin, y los problemas para estacionar nos ralentizan más de lo deseado, dejando por fin el coche aparcado pasadas las 11 h. pasado el Visitor Center.

Tras un corto paseo junto al río comemos algo y visitamos un pequeño museo. Hace ya mucho calor, y nos decidimos por The Narrows (los Estrechos), una ruta al final del valle del río Virgin cuyo acceso nos permite recorrer el valle principal en uno de los autobuses gratuítos habilitados en la zona como en otros parques nacionales.














Los autobuses suben atestados de gente y tienen los cristales tintados, con lo que las fotos durante la subida se hacen muy difíciles, a pesar de la lentitud con que ascendemos. Apenas puedo ver parte de la  ruta que más me hubiera gustado hacer, Angels Landing trail, subida vertiginosa y aérea con casi 500 m. de desnivel, con tramos de clavijas, con impresionantes vistas desde los casi 1800 m. que la coronan. Ni el calor ni el tiempo de que disponemos nos iban a permitir llevarla a cabo, por otro lado...

Tras más de media hora en el bus, bajamos en su última parada, Temple of Sinawava, y comenzamos ya cerca de las 14 h. a caminar por el sendero. Con más de 40 grados, el cansancio acumulado y las ganas d algunos de nuestros expedicionarios por volver a Las Vegas se hace un poco difícil disfrutar del impresionante desfiladero que se abre ante nosotros.

Quizá lo mejor hubiera sido cerrar los ojos y al llegar al final del camino "seco" haber seguido sobre el curso del río Virgin, como hacía la mayoría de la gente, mojando zapatillas, pantalones.., pero el tiempo nos apremia y los ánimos no están para aventuras... y aún menos cuando hay riesgo de tormenta y el acceso al interior del desfiladero, puede convertirse en una ratonera.

Así pues, nos conformamos con acercarnos en media hora a donde empieza lo más impresionante...




Las ardillas de tierra aquí se han acostumbrado a la comida fácil que
les proporcionan los turistas, y muchas padecen obesidad y se mueven con dificultad.

Para que os hagáis una idea de la belleza y los peligros que encierra este desfiladero aquí os dejo un enlace a un video con la experiencia "vital" de un grupo de españolitos que recorrieron sus 8 kms. factibles a pie un día de tormenta y al regreso se encontraron con ella...

Regresamos por el mismo camino y serán ya las 17,30 h. cuando el viaje de vuelta por el valle en un nuevo autobús nos deja en la parada Museum, la más próxima al coche al que llegamos tras 15 minutos más. La atmósfera ahora está más limpia tras el paso de una tormenta, lo que nos permite disfrutar aún más del colorido rojo y verde de este enclave tan sorprendente.





Nos queda un largo viaje hasta Las Vegas que se alarga aún más por el tráfico de salida del valle río Virgin abajo. No veremos la Meca del juego hasta tres horas más tarde, al caer de la tarde, y tras cruzar la ciudad con Google Maps como aliado, una hora después llegaremos a nuestro hotel.




Es sábado y hemos elegido un hotel de la periferia ya próximo a la carretera de Los Ángeles. A pesar de no contar con el glamour de The Estratosphere está muy bien... y el desayuno americano incluído al día siguiente nos vendrá de lujo.

Y como se trata de nuestra última noche en Las Vegas, tras un buen baño en la pequeña piscina del hotel y un "control de avituallamiento" volvemos al coche rumbo a uno de los pocos aparcamientos gratuítos próximos al Strip, del que San Internet nos informa.

Son ya las 22,30 h. cuando aparcamos cerca del casino-hotel MGM (Metro Goldwyng Maier), y dedicaremos las próximas dos horas a recorrer algunos de los hoteles por los que aún no habíamos pasado: MGM, Mandalay,  New York-New York, Excalibur, Luxor... A diferencia de las otras noches en que estuvimos, los casinos ahora tienen mucha gente, y de todo tipo de pelajes.



04/08/2019 Las Vegas-Los Ángeles.

Al día siguiente Google Maps con sus avisos de grandes atascos en la autopista hacia California nos hará trastocar nuestros planes.

Decidiremos primero parar en Silverton antes de dejar las Vegas esperando que el tráfico mejore. Este casino-hotel cuenta con unos grandes almacenes decorados con cientos de animales disecados y grandes peceras, en alguna de las cuales incluso hay "sirenas".

Viviremos allí dos experiencias "genuínamente americanas" (como el Winston): el canto del himno nacional por un voluntario a las 12 de la mañana que hace detener toda actividad durante su actuación, y la brusca y rápida salida de dos adolescentes del recinto tras hacerse con lo que parece ser una pistola...

Y como el atasco sigue en la autopista ya cerca de las 13 h. decidimos darnos un garbeo en coche por Las Vegas Strip,  viendo primero aterrizar aviones muy cerca de nosotros, y luego pasando de día por lo que habíamos visitado de noche, añadiendo algún sitio emblemático más como el conocido cartel de bienvenida o la zona de Freedom donde nació esta ciudad de los excesos.

Había una plaga de langostas, del tamaño de nuestros saltamonte, en Las Vegas.

Al pasar junto a la torre giratoria de The Stratosphere vimos como hacía puenting un turista.
Una foto abusando de zoom permite ver a otro preparándose...

Una hora después, ya resignados a sufrir el Traffic Jam, enfilamos hacia Los Ángeles con el desierto de Mojave frente a nosotros.



La que estaba preparando un todoterreno desplazándose a gran velocidad fuera de la carretera...

Dos horas después, en plena retención, decidimos parar en Primm Valley para comer en un local de comida rápida, sorprendiéndonos las instalaciones fotovoltaicas que hay cerca de allí. El conjunto allí ubicado es el mayor dedicado a la producción eléctrica solar del mundo desde su apertura en 2014.


Ya en California, pasamos por el pueblo de Baker sobre las 18 h., con su termómetro de más de 41 m. (el más grande del mundo), construído en 1991 como homenaje al récord de temperatura de USA, registrada allí en 1913 (56º Celsius, no tan lejos de los que hemos vivido en Death Valley...).

Seguía calentando de lo lindo, como podéis comprobar.

Según nos aproximamos a Los Ángeles el tráfico va siendo más fluído, aunque llegaremos ya de noche a nuestro último hotel.

Unos iluminados decidieron cambiar el nombre de una población para que fuera el último de la lista telefónica, supongo.

05/08/2019 Los Ángeles.

Y como el vuelo lo tenemos por la tarde, dedicaremos la mañana a hacer un recorrido a pie por Chinatown y el centro financiero.

No encontramos mucha gente en el primero de nuestros destinos, que parece haber pasado por mejores momentos y no está muy cuidado en general.



El centro financiero tiene edificios muy interesantes, pero nos choca su tamaño, mucho más reducido que el de San Francisco. Aún así, merece la pena darse un paseo, y las vistas desde la gran terraza en la parte alta del Ayuntamiento son impresionantes.



Añadir leyenda




Ya os hablé en la entrada anterior del serio problema de la inmigración de gente sin recursos en California.
También en el centro de Los Ángeles acampan donde se les permite...

Comeremos en un gran mercado cerca de allí y, de nuevo sufriendo los sempiternos atascos angelinos, entregaremos el coche en el aeropuerto y daremos por finalizadas unas vacaciones inolvidables.


Iba a ser en el centro de L.A. donde pude hacer una fotillo decente a una mariposa monarca...

Hemos pasado muy cerca de lugares emblemáticos y muy recomendables como Antelope Canyon o Monument Valley, pero el recorrido elegido ha superado nuestras expectativas y nos llevamos muy buenos recuerdos.