lunes, 6 de julio de 2020

Manteniendo la afición en el confinamiento. Marzo-Junio/2020.

Como no podía ser de otra forma, ésta va a ser una entrada atípica. El Covid 19 ha trastocado todos nuestros planes y nos ha dejado encerrados más de lo deseado, pero quién más quién menos, todos hemos tenido que adaptarnos a unas circunstancias nuevas y desconcertantes. Quiero compartir en el blog algunas de las fotos hechas durante el confinamiento que reflejan mis andanzas en ese proceso de apertura progresiva a lo que han dado en llamar "nueva normalidad". Espero que poco a poco ésta se vaya convirtiendo en normalidad, sin más...

 En esta ocasión no incluyo texto salvo al pie de algunas fotos donde intentaré transmitiros mis sensaciones en el momento de apretar el disparador de la cámara... o la pantalla del móvil... Un saludo y mucha fuerza...

Ésta es la única foto de las que comparto que no es mía. La compartió Juancho, uno de los vecinos del edificio donde vivo. Y lo hizo en un grupo que creamos para, entre otras cosas, hacer más llevadero el confinamiento. El grupo ha funcionado muy bien. En esta primavera lluviosa fueron varias las veces que se dejó ver el arcoiris y, el 17 de abril lo hizo en nuestra hora acordada de comunicación vecinal, cuando muchos de nosotros salíamos al balcón para felicitar cumpleaños, escuchar música, colaborar cantando, jugar al bingo..., vamos, para animar al personal. Todo ello consiguió que el encierro fuera mucho más llevadero, sin duda.

Antes de la llamada "fase 1" las salidas a los balcones eran todo un alivio... para los que teníamos la suerte de contar con ellos en casa, claro... .El tiempo variable que nos ha acompañado ha dejado algunos cielos muy tentadores para los foteros...



Como sabéis los que seguís el blog, otra de mis aficiones es la observación de aves. A principios de mayo pude disfrutar un rato con los prismas de una jugosa e infrecuente observación desde el balcón de casa, el majestuoso planeo de un buitre negro, una de las aves con mayor envergadura de ala a ala del mundo, que se acerca a los tres metros.

Y ese mismo día, el 3 de mayo, entrábamos en la fase 1, permibiéndose , por fin, el paseo a horas determinadas, circunstancia que aprovechamos para hacer una pequeña caminata urbana, siempre buscando zonas con poca gente. La primavera pródiga en lluvias y el confinamiento hicieron que disfrutáramos mucho más del reencuentro con las calles. Flores por todos los lados, hierbas que te llegaban casi hasta la rodilla en algunas zonas... En mi página de facebook dejé un pequeño video y unas palabras que reflejan bien el "subidón" que me produjo escuchar el canto de los pájaros que parecían salir a saludarnos y animarnos después de tanto encierro... Podéis verlo aquí.
Y después del primero llegaron otros paseos, que sustituyeron y mejoraron mucho a las caminatas por los pasillos de casa...
El aspecto del "abandonado" campo de fútbol de Mirat era éste.





Para poder ver algunos bancos había que buscarlos bajo la vegetación...

Yo creo que se ha disfrutado como nunca de ese placer sencillo que es contemplar las flores silvestres, con las amapolas ocupando un lugar destacado entre todas ellas.

A este conejo, no sé si medio silvestre o abandonado, ya le tenía echado el ojo desde antes de la llegada del "bicho". Habrá disfrutado de unos tiempos especialmente placenteros durante nuestro confinamiento... Poco después de hacer esta foto, las máquinas desbrozadoras "limpiarían" la zona, despojándola del manto verde salpicado de flores que la cubría. No he vuelto a ver al conejo desde entonces...

Y después de los paseos llegaron las salidas en bici, eso sí, dentro del término municipal. Gracias a las sugerencias de varios amigos, he descubierto lugares de Salamanca con una belleza especial, enriquecida con esta primavera de cielos cambiantes que nos ha acompañado. 

El Teso de las Zorreras, muy cerca de Aldeatejada, marca el fin del término municipal de Salamanca en una zona elevada que permite la contemplación de grandes espacios, de lo que estábamos muy necesitados después de tanto encierro.

Las vistas hacia los Arapiles desde la Cruz de los Peregrinos o el Teso de las Zorreras que os he mostrado antes son espectaculares, aún más en primavera.

El encanto de la zona  y del trayecto hacia allí ha hecho que haya repetido destino en varias ocasiones. Tan cerca de Salamanca y tan poco conocido, os invito a acercaros en bici  o paseando desde el Zurguén a quienes no lo conozcáis.

Y por aquí también se dejaron ver "jugosas observaciones", como todo tipo de alaudidos (entre los que me hizo especial ilusión toparme con calandrias, que hacía tiempo que no veía),  aguiluchos, abubillas, conejos, liebres...



Una de las vecinas, que disfruta haciendo punto, nos regaló "mandalas" como éste a muchos vecinos... Un detalle encomiable y un bonito recuerdo de estos días tan difíciles...

Otro de los descubrimientos, la proliferación de lirios en esta época sobre el último tramo del arroyo del Zurguén.

Camino del Teso de las Zorreras uno se encuentra con sitios como éste.

Y abusando de zoom, se consiguen fotos "diferentes" de la reina de Salamanca.

De los dos horarios "a elegir" para practicar deporte, me decanté con el de la mañana siempre que pude, saliendo de casa en torno a las 7 de la mañana para no encontrar apenas gente, y disfrutando de horas muy buenas también para hacer fotos.

Como son muchos los amigos que comparten aficiones conmigo, me he encontrado con varios de ellos en estas "salidas al campo". Coincidí con Isaac junto a la Cruz del Peregrino y me enseñó estos "restos arqueológicos" del antiguo camino que llegaba a Salamanca por aquí, con las huellas de los carros que erosionaron un tramo sobre rocas.

Y al salir al encuentro de nuestros vecinos día tras día, pude descubrir varios nidos sobre los setos del patio con las idas y venidas de tanto pájaro. Éste es de pardillo y, lamentablemente, unos días más tarde de hacer esta foto ya no tenía huevos...


Hasta el 12 de mayo no volvimos de nuevo a la Plaza Mayor, y lo hicimos en un día lluvioso sin apenas gente.

Otro de mis destinos ciclistas favoritos era el parque de Huerta Otea, algo reducido con las obras del Hospital, pero con muchos alicientes, uno de los cuáles es su situación junto al río.

He combinado salidas mañaneras en bici con otras para correr un rato. Cuando corría, la mayoría de las veces lo hacía hasta la zona de la Aldehuela que siempre ha permanecido abierta (tanto el complejo deportivo como la isla del Soto, que pertenece a Santa Marta, no han estado accesibles hasta pasar a la fase 2). El 12 de mayo tuve que pararme un momento en plena "carrera" para grabar con el móvil el canto de una oropéndola que también pude ver fugazmente. Aquí os dejo el enlace en fcbk al minivideo.

El amigo Juanjo me comentó que andaba un chotacabras por el parque Don Juan Tenorio. Me acerqué por allí pero no vi nada, aunque sí que descubrí el buen mirador que desde aquí se ofrece sobre el casco antiguo.., aunque las moles del Hospital Clínico y su sucesor se interpongan...

Creo que esta fue una de las fotos que compartí en el grupo de whatsapp sobre Ocio y Tiempo Libre al que pertenezco desde hace un tiempo y que desde no hace mucho también tiene página en fcbk. La reconversión forzada del grupo durante el confinamiento y la colaboración desinteresada de muchos de sus miembros compartiendo archivos, experiencias, o regalándonos poemas, canciones, recomendaciones... me ha ayudado mucho en estos malos tiempos, como también lo han hecho otros grupos "virtuales". En estas circunstancias te das cuenta de que hay mucha gente muy creativa, y muy solidaria...

Y entre Huerta Otea y los restos del puente de la Salud también he podido descubrir una zona con muchos senderos ideales en esta época  para andar, correr o ir en bicicleta.


Restos del puente de la Salud.


Al cruzar el puente del VIII Centenario, junto a la orilla del Tormes se ha podido ver un campo de amapolas espectacular. En la foto del río desde Huerta Otea que hay más arriba también se vislumbra sus roja apariencia.

Camino del que ha sido destino ciclista "de moda", el Teso de las Zorreras, hay un par de charcas que invitan a parar y recrearse en su entorno en estas fechas.
Cuando se han abierto las fronteras "del municipio", un pequeño añadido cerca del teso "de moda" me permitió ver un bonito campo de flores malvas cerca de Aldeatejada. ¡Cómo han tenido que estar las dehesas esta primavera!


Mosquitero papialbo cerca del Teso de las Zorreras.

Los fines de semana las "salidas al campo en bici" sin tener que acabar pronto para teletrabajar las alargaba, y uno de los primeros días que coincidí en el Teso con un cielo sin nubes y algo más tarde de lo habiual me chocó este efecto de la luz del sol reflejándose sobre los campos de trigo hasta casi dañar la vista. 
Cogujada común




El camino hacia el Teso se vuelve especialmente atractivo cuando se acerca uno desde el último tramo del Zurguén por pistas y caminos, ya cerca del carril-bici que conduce a Aldeatejada. Aumentaba mucho la cantidad de gente a mi regreso. En ocasiones costaba ver algunas personas por la altura de las floridas plantas...

Abejarucos


Rodeando  La Aldehuela, con las riberas del Tormes al fondo.

Cerca de Puente Ladrillo descubrí esta escultura multifuncional en otra "salida sorpresa" en busca de otro de los destinos "top" del confinamiento, el "Volcán de Garrido".

Otro "vista point" indispensable para todo salmantino que se precie que también desconocía y que me ha sorprendido muy gratamente. Aunque ahora ya tiene que ser un "secarral", el verde primaveral le aporta un plus y se convierte en un placer subir a este "volcán" que esconde bajo su cono no un magma incandescente, sino una gran cantidad de basura incontrolada que fue cubierta de tierra hace tiempo. Según el Plan de Urbanismo y el cartel informativo que se encuentra en su cumbre, desaparecerá de aquí cuando se urbanice la zona. Por cierto, un cartel informativo muy bien concebido, daros un paseoy lo comprobaréis. Las fotos de abajo están hechas desde allí. En días claros de invierno las vistas han de ser espectaculares.

La Reina de Salamanca con la cumbre del Cervero al fondo.

Sierra de Béjar.

Torre del I.E.S. Fernando de Rojas con la sierra de Gredos al fondo.



La presencia de mucha gente recomienda usar bozales... A ver si podemos dejar de usarlos pronto o, si se alarga el tema, los sustituimos por algo más reciclable... La Madre Naturaleza nos lo agradecerá.

Y más allá del "volcán" se esconden pistas y senderos aún dentro del término municipal que hemos ido descubriendo poco a poco y nos han regalado paseos "con vistas" inolvidables.


En un parque junto al Tormes en la Urbanización de La Fontana nos llamó la atención una gran cantidad de mariposas esfinge, libando sobre un pequeño campo de flores.


Quedé el sábado 23 de mayo por la mañana con el amigo Paco para conocer mejor las pistas próximas al puente de la Salud de que os hablé antes y entre otros rincones de interés me enseñó los restos del "jardín privado" que construyó un curioso personaje. Aunque ya no está entre nosotros ha dejado su impronta en una zona donde el acceso al Tormes se empieza a complicar en algunas zonas por el encajonamiento de su curso en zona rocosa. Impresiona recorrer el acceso desde los restos de esta especie de caseta hasta el río, e imaginar la paciencia de su inquilino bajando a por agua día a día para regar las plantas que lo rodearon.

Esta foto la hice desde el balcón de casa según escuchaba uno de los regalos de Esther. Antes os he hablado del grupo de Ocio y tiempo libre que me ha aportado muy buenos ratos durante el confinamiento. Fue a través de él cómo la conocí. Esher escogía pasajes de libros, con mensajes siempre positivos y con un toque poético, y se encargaba de darles un toque especial recitándolos al amanecer desde la orilla del mar... Sus videos hacia el sol del amanecer sobre el mar, compartidos diariamente durante los días más duros del encierro, donde se fundían su bonita voz y el relajante sonido de las olas llegando a la orilla nos han hecho mucho más llevadero el confinamiento, especialmente a los de tierra adentro, como un servidor...




Otra visión "diferente" de la Salamanca monumental con la Peña de Francia y la Hastiala como telón de fondo.
La foto la hice desde los tesos que se encuentran al NE de la ciudad.

Tras entrar en la fase 2 el 8 de mayo por fin hemos podido compartir de nuevo los salmantinos  la isla del Soto con Santa Marta de Tormes, municipio donde esta "nueva" zona verde se ubica. Un lugar muy recomendable para pasear, y aún más en tiempos de coronavirus, gracias al circuito circular diseñado para la ocasión, que evita cruzarse de frente con otras gentes.




A finales de mayo los tonos verdes iban a menos, pero las flores que iban desapareciendo coincidían con la aparición de otras también espectaculares.



No conocía el nuevo parque junto a la gran plaza donde se ubica el Rastro, y me llamó la atención este cartel que allí encontré. No conocía el Plan Especial de Protección de Infraestructura Verde y Biodiversidad de Salamanca, y tras conocer un poco sus intenciones me parece una muy buena iniciativa para conseguir una ciudad más verde y saludable.

Triguero juvenil que estuvo un buen rato desconcertándome con su forma de piar que desconocía...

Al fondo, la "mesa" donde se encuentra el Teso de las Zorreras y, tras ella, las inconfundibles siluetas de los Arapiles.

Y otro gran descubrimiento de estos tiempos ha sido el lugar que algunos han bautizado como "Las Medulillas" por cierto parecido con el espectacular paisaje de las Médulas. Se trata de una antigua  zona minera próxima a Aldeatejada donde la acción del agua sobre los restos de material depositado ha dejado un  paisaje de "bad lands" muy curioso.








El último día de mayo un paseo matutino, prismáticos en ristre, me dio bastantes alegrías. Comencé cruzando el puente de la Fontana, desde donde está hecha esta foto.

Macho de estornino negro. La base de su pico en primavera luce un color azulado.

La hembra, sin embargo, tiene un color rosáceo más apagado en la base del pico.

Me quedé un buen rato junto a una caja nido de la isla del Soto,  donde sus "inquilinos", una familia de gorriones molineros estaban a punto de abandonarla. Me sorprendió el tamaño de alguna de las capturas con que los padres alimentaban a sus ya volanderas crías. Aunque no se ve bien, lo que parecía llevar este "papá" en el pico era un avispón... 

También pude ver un pico picapinos a placer. Esta primavera he visto muchos menos que de costumbre por la ciudad y su entorno... 

Macho de oropéndola.


Entorno de la iglesia de Santa Marta desde El Soto.

Y al regresar por el carril-bici, me acerqué de nuevo al puente de la Fontana para ver esta tortuga. Se trata de una "invasiva" tortuga de Florida, especie de la que he visto varios ejemplares por la zona...


Jilguero desde casa.

Verderones, desde el mismo lugar.

El domingo 7 de junio decidimos acercarnos por la tarde de nuevo al teso cuyo nombre ya conocéis, para enseñarselo el amigo Paco y yo a nuestras compañeras de fatigas, y nos sorprendió una pequeña tormenta que impidió que éstas disfrutaran relajadas de este bonito lugar aunque, a cambio, los paisajes que encontramos fueron únicos y espectaculares...




Y tras la tormenta, se limpia la atmósfera...


Los restos del puente de la Salud.


A modo de metáfora y como punto final, os dejo esta foto de la sombra de mi amiga y compañera Darwin sobre su jaula, deseando a todo el mundo que no tengamos que regresar a estar "enjaulados", que desaparezca el virus y que, cuando la epidemia acabe, nos quede el recuerdo... y nos sirva para ser mejores y más respetuosos con la Madre Naturaleza.