jueves, 16 de febrero de 2023

Dos rutas con mucho encanto desde Garcibuey 27/11/2022 y 15/01/2023.

27/11/2022. Ruta otoñal "en ocho" desde Garcibuey.

Casi un año antes, como podéis ver en este mismo blogggg pulsando aquí, y con la misma anfitriona (gracias por todo, Manuela), disfrutamos de una jornada muy parecida a la que íbamos a tener este domingo de otoño, a saber: marchita por la sierra con una guía excepcional (la propia Manuela), y merendola en su casa antes de volver a las nuestras.

Esta vez la marcha no pasaría por algunos de los pueblos más bonitos de la Sierra de Francia, como sí sucedió en aquella ocasión, pero el "ocho" elegido nos iba a permitir pasear por algunos tramos recónditos de los enmarañados bosques serranos donde se disfruta a tope de la naturaleza. Por cierto, el día del año que más hongos hemos visto...  y muy variados.  Garcibuey nunca falla 😅.

Por varias razones, pocas son las fotos que hice durante los 19 kms. que "sólo yo" recorrí este día. Lo del entrecomillado viene a que perdí las gafas por una rotura en un bolso del pantalón y decidí hacer varias "pasadas" más por la zona donde se produjo la pérdida que incrementaron el montante total en lo que a distancia se refiere. Al final no aparecieron... aunque apuré hasta que cayó la noche. Pero el día mereció, y mucho, la pena por la travesía y por la "gastro-reunión" de después.









Miranda del Castañar














Este alcornoque debe llevar años ayudando a su vecino
a tirar para arriba a pesar de no elegir la vertical para ello... 








Hongo de la corteza de cobalto


La hora de la siesta.







Volvimos a atravesar el pequeño y espectacular bosquete
de viejos madroños que no conocí hasta el año pasado.





Enfilando de nuevo hacia Garcibuey, aunque algunos
de nosotros alargamos un poco más el recorrido.


Restos de un antiguo acueducto.



Acompañado de una suave lluvia y ya de noche
llegué a Garcibuey para unirme a la "merendola".

El pilón de las carpas, con su iluminación nocturna.

Os dejo para acabar mapa con la ruta de casi 16 kms. junto a enlace
a la página de wikiloc  de jolupiga
, donde podéis encontrar el track.

15/01/2023. Circular subiendo al Castillo de Quilamas (1.378 m.) desde Garcibuey.

Y ya en enero de este año, repetimos lugar de salida para hacer una preciosa marcha por la zona de la Paya y Quilamas. Todo un privilegio el poder disfrutar del gran conocimiento de la zona de nuestra amiga garcibueña Manuela, mejor que el mejor de los guías por estos lares. El encontrar antiguas construcciones pastoriles hoy abandonadas y poder conocer no sólo el uso que de ellas se hacía sino quienes las ocuparon, cómo era su vida etc... por boca de alguien que lo ha vivido o a quién se lo contó quién lo hizo... ¡no tiene precio! 

Comenzamos a andar ya cerca de las 10,30 h. desde el estanque de la Palla... con nuestra toallita en la mochila como nos había recomendado nuestra guía de excepción...

Afortunados nos sentíamos al encontrar al comienzo de un camino en sentido contrario al de nuestra marcha un cartelito de "Prohibido el paso. Cacería". Comenzamos a bajar por una trocha en busca del arroyo de la Palla y enseguida tenemos que hacer uso de las toallitas tras descalzarnos y cruzarlo.

Saliendo del aparcamiento

Cruzando el arroyo de la Palla

La ruta a seguir a continuación ha sido desbrozada recientemente. Al principio sigue a media altura junto al arroyo. 




Pasando junto a un pino que alberga un nido de buitre negro.


Cascada de Garcibuey





Pertrecharse de unos prismáticos añade un plus a la marcha. La contemplación
de los majestuosos vuelos de los buitres leonados y negros está garantizada.


Abajo a la izqda. aún se deja ver la cascada...

Luego se aleja de él y remontando un afluente llega a la cuenca del Quilamas, atravesando rincones de gran belleza donde la vegetación autóctona deja atrás los pinares.





En el tramo de nuestro recorrido que acompaña al arroyo Horcajo las retorcidas
encinas cubiertas de musgo aportan mayor belleza, si cabe, a un paisaje espectacular.






Toca cruzar el arroyo del Horcajo en un par de ocasiones,
aunque no ofrece las dificultades que encontramos al cruzar el de la Palla.








Sobre las 12,30 paramos un rato para tomar un tentempié e hidratarnos.


Ya en la cuenca del Quilamas llegamos al cruce con el sendero que viene del Piélago y seguimos subiendo por él hasta la cuerda de la sierra.


Encuentro de nuestro sendero con el que sube del Piélago.

Bañadero de jabalíes




Tras cruzarnos con ¡un ciclista! en una emboscada e inclinada zona que no invita precisamente a hacer uso de la bici seguimos subiendo hacia el Castillo llegando, poco antes de alcanzar la cumbre, a un enorme y reciente cortafuegos.




El pico Cervero, al otro lado de Quilamas.


Llegando al megacortafuegos.




Cerca ya de la cima del mismo nombre se aprecian restos de la muralla del castro
del Castillo Viejo, datado en la Edad del Hierro y poblado hasta época visitógica. 

Son ya las 14,30 h. y decidimos seguir hasta ella y bajar un poco en busca de alguna zona abrigada para comer, pues el frío viento no invita a hacerlo por allí.




Tirando de zoom se aprecian los Hermanitos con
Ledrada a sus pies, por donde transitamos hace poco.


Al fondo, el pico de la Cueva.


Cerca de las 15 h. encontramos una pradera al sol y algo protegida de los gélidos vientos que hoy nos acompañan, y por unanimidad se sitúa allí el merecido control de avituallamiento.

Hora y pico más tarde descendemos junto al cortafuegos que ya nos acompaña desde la cima del Castillo, y con buenas vistas sobre las sierras que nos rodean y acompañados del vuelo de los buitres leonados y, sobre todo, negros llegamos al arroyo de la Palla tras pasar junto a varios chiviteros y construcciones ruinosas donde Manuela nos habla de la difícil vida de sus antepasados por estos lares.

El desbroce de cortafuegos y la creación de algunos nuevos
con los fuegos del verano facilita pero afea nuestro descenso.

El cortejo nupcial de los buitres ya está en su punto álgido, viéndose
muchas parejas planeando armónicamente como paso previo a la cópula. 

Buitre negro

Sierra de Béjar


Sierra de Gredos







Estructuras pastoriles parcialmente afectadas por
el desbroce del cortafuegos por el que bajamos.





Estas construcciones tienen un valor etnográfico incalculable. Acceder a este chozo que sigue aguantando el paso del tiempo bajo su falsa bóveda mientras escuchas historias sobre las familias que habitaron la alquería viviendo de su ganado o sobre sus niños, que iban desde aquí a la escuela, provoca nostalgia, admiración, y ganas de que se divulgue y se proteja este patrimonio.




El paso del curso fluvial por aquí no ofrece grandes dificultades, y ya por un cómodo camino seguimos arroyo abajo hasta el estanque junto al que tenemos aparcados los coches.








El estanque al que se desvían las aguas del arroyo de la Palla para abastecer de ellas a
los pueblos se ha convertido en una atracción veraniega de primer orden, con chiringuito y todo.

Como sólo pasan unos minutos de las 18 h. algunos se acercan a casa de nuestra anfitriona a tomar algo calentito, y otros nos despedimos tras otra gran jornada por estas privilegiadas tierras.

Os dejo un plano con la exigente ruta de 16 kms. con un desnivel
 de unos 700 m. entre el punto más bajo y alto de la misma al que
 hay que añadir unos cientos más del sube y baja entre valles.


4 comentarios:

  1. Muy chulas las fotos de 🍄. Una aventura bonita cruzar La Palla

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  2. Vaya lo que esconde ese rincón. Dos rutas maravillosas, con tus fotos se engrandecen los caminos.

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    1. Jjjj. Se engrandecen tanto que luego no hay manera de encontrar las gafas. Gracias, Antonio.

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