jueves, 22 de septiembre de 2022

El Cerro-embalse de la Maside-Valdelamatanza-El Cerro 28/03/2022.

Por fin llega el momento de compartir con vosotr@s una de las mejores excursiones de la temporada. No sé si ello se debió a que la primavera nos recibió antes de tiempo en una zona especialmente atractiva paisajísticamente o al aliciente de afrontar el recorrido sin haberlo hecho antes ni tener muchas referencias, debiendo buscarnos un poco la vida con el gps como referencia... Seguramente, y a pesar de no contar con la atmósfera tan limpia como en otras ocasiones, influyó de todo un poco... y también lo hizo la ausencia de percances que podían haber surgido... como veréis más adelante...

Teníamos ganas de visitar el entorno del embalse de la Maside tras lo bien que nos habló de él uno de mis acompañantes durante esta otra preciosa excursión, cuando oteábamos la zona desde uno de los "balcones" de Extremadura que abundan al sur de nuestra provincia salmantina. Me extrañaba no encontrar mucha información sobre rutas por allí, pero me animé a "diseñar" una ruta circular uniendo trayectos fiables encontrados en wikiloc con otros que lo parecían a la vista de mapas y vistas aéreas del Instituto Geográfico Nacional.

Comenzamos a andar desde El Cerro sobre las 9,15 h., llegando en 20 minutos a ese mirador espectacular que es "su balcón de Extremadura" tras recrearnos en el roblón de la salida del pueblo y en otras bonitas imágenes que se nos iban presentando de camino hacia él.






La sorprendente yurta (vivienda utilizada por los nómadas en las estepas
de Asia Central) de la que ya os he hablado en otras entradas de la zona.


A pesar de la calima que nos va a acompañar durante la mayor
parte del día, la amplitud de miras por aquí siempre impresiona. 


Una vez dejado atrás el mirador, pronto dejamos de caminar por pista y siguiendo senderos a veces no muy fáciles de seguir, descendemos rápidamente desde los 1000 a los 750 m. de altitud hasta enlazar  ya cerca de las 10,30 h. con la pista asfaltada que desde la carretera entre Lagunilla y El Cerro baja hasta Valdelamatanza. Poco antes de llegar nos encontramos con una andaluza afincada en el Cerro con quién mantenemos una agradable conversación sobre las bondades y problemas que plantea la vida en el campo.




Seguimos sobre asfalto poco más de 1 km. desviándonos por una pista y un sendero para enlazar con el viejo recorrido de la Cañada Real Soriana.


Arroyo de Hornacinos, principal colector de las aguas del embalse de la Maside.


Llegando al trazado de la vía pecuaria.

Una vez en ella, un viejo camino rodeado de vegetación en la que los tonos verdes de la primavera sustituyen al gris dominante que nos ha venido acompañando, nos lleva hasta las Casas de Hornacinos.



En algunas zonas antiguos muros de piedra marcan los límites de la cañada.




Curioso muñón el de este fresno podado al modo de las encinas.


Una vez allí, la pendiente casi desaparece y el valle se ensancha. Grandes prados verdes salpicados de los tonos amarillos de incipientes florecillas que pronto los cubrirán sustituyen al bosque junto a la cañada. No faltan las porteras-somier que desentonan, pero no doblegan la belleza que nos rodea.





Son ya las 11 h., cuando un pequeño tractor se acerca a nosotros y su conductor nos saluda algo mosqueado con nuestro paso por allí.



Tras nosotros, allá en lo alto, el bosquecillo de coníferas junto al que se encuentra el mirador del que venimos lo delata. Aplicando el zoom de la cámara incluso la estructura de piedra se deja ver bien.




Seguimos por la cañada rodeados de un paisaje espectacular, con una pista que se amplía hasta parecer excesiva, desviándonos de ella por la zona conocida como El Alcornocalillo, cerca del punto donde se une a ella un camino que baja de Lagunilla.


Escarabajo pelotero




Y como no podía ser de otra manera, haciendo honor a los topónimos de la zona, tomamos dirección sur entre alcornoques, y pronto nos desviamos para acercarnos a la cola del embalse de la Maside. Una cigüeña negra se va a levantar al llegar a la altura del río.


Cigüeña negra, posiblemente recién llegada desde el Sur.

Ya es cerca del mediodía, cuando llegamos al curso fluvial, y aunque estamos ya al lado del embalse, no es fácil seguir por la orilla hacia éste, por lo que retornamos unos 400 m. hasta enlazar con el  camino que hemos dejado antes. 


Apenas se aprecia el embalse antes de llegar a su orilla.

Tras aproximadamente 1 km. bajamos de nuevo, llegando a este precioso embalse y parando un rato a  tomar un tentempié y disfrutar de un entorno paradisíaco. 







Sobre las 12,45 h. nos ponemos de nuevo en movimiento y por la orilla vamos hacia la presa. Pronto nos apercibimos del desastroso efecto de la plaga conocida como "seca" que daña y mata a no pocos alcornoques de la zona. Curiosamente por aquí no parece afectar tanto a las encinas...


En esta foto y en la siguiente podéis apreciar el efecto del hongo sobre los alcornoques.



Las cumbres nevadas de la sierra contrastan con los distintos tonos verdes que nos rodean.

Descartamos acercarnos hasta Abadía por razones de tiempo; una pena no poder visitar lo que queda de un palacio con mucha historia, especialmente al comienzo del Renacimiento, según he visto en la Red... pero el día y las piernas no dan para tanto. Tras otra breve parada en la presa atrochamos el recorrido en busca de la salida de la finca junto al caserío principal de la misma, reconvertido en parte en Residencia de Tercera Edad.



El río Hornacinos, emisor de las aguas de la Maside.



Los efectos de la "seca"...


Estas curiosas estructuras circulares con agujerillos formaban parte
de un programa para la reintroducción del lince en la zona. Se intentaba
que los conejos criaran allí, según nos comentaría el conductor de quién os
hablo en el siguiente párrafo, que también nos dijo que dicho programa no tuvo éxito.

Cuando damos con la pista que nos conducirá hacia allí, sobre las 13.30 h. un todoterreno se cruza con nosotros, y su conductor baja de él advirtiéndonos de que transitamos por una finca privada. Tras charlar un rato con él seguimos hasta la salida, despidiéndonos de la misma unos mastines... encadenados... y unos letreros disuasorios que, de haberlos encontrado al entrar, posiblemente nos hubieran hecho cambiar la ruta...





"Finca privada, ganado bravo, acceso restringido"... Con la existencia de ganado
bravo, que también nos indicó el conductor de quién os he hablado, no estaba de acuerdo un
paisano de El Cerro con el que mantendríamos una agradable conversación en el mirador por la tarde...

Son ya las 14 h. y decidimos seguir por asfalto para llegar a comer pronto junto al mayor alcornoque de Extremadura, uno de los alicientes de la ruta que tenía marcado "con asterisco".

Pasamos a menos de 1 km. de Aldeanueva del Camino.

La floración de los cerezos en sus inicios.


Media hora después llegamos al imponente "alcornoque de la Fresneda", al que se calcula una edad superior a los 400 años; a su sombra vamos a dar buena cuenta de nuestros condumios.



Y tras permanecer durante tres cuartos de hora junto a los enormes alcornoques que nos acompañan (hay otro al lado del gigante que compite con él en dimensiones y majestuosidad) seguimos por la carretera hasta la salmantina Valdelamatanza, anejo de El Cerro, de cuya bondad climática enseguida nos hablan algunos naranjos y limoneros. 


Dejando los dos gigantes atrás.





Pasadas las 15,30 h. dejamos atrás el pueblo y sus huertas, e iniciamos una subida que se nos va a hacer más llevadera de lo esperado.



De camino a una vistosa fuente con pilones que he podido localizar en internet, disfrutamos del campeo de un águila real sobre nuestras cabezas, del paisaje que nos rodea y de algunas cositas más.

Águila real.



Tarántula europea o araña lobo (Lycosa tarantula)

Valdelamatanza


Al fondo Valdelamatanza y Aldeanueva tras un pequeño cordal.


Hervás

Con el zoom se aprecian dos de sus iglesias principales.



Y a las 17 h. llegamos a dicha fuente, con una gran cantidad de pilones que hablan de otros tiempos mucho más ganaderos que los actuales. Algo afeada por la profusión de nuevas pistas en su entorno, aún mantiene mucho encanto, como también sucede con las vistas espectaculares que desde allí se ofrecen hacia el alto valle del Ambroz.







Media hora más tarde ya tenemos el mirador de Extremadura a la vista de nuevo.

¿Veis el conjunto de pilones? El trazado de la nueva pista ha pasado olímpicamente
de su valor etnológico y, para más inri, ha diseñado una curva a su alrededor...


En las solanas también va llegando la primavera en zonas altas.

Al fondo el pinar bajo el que se ubica el mirador.

Sobre las 18 h. nos encontramos ya en la pequeña charca junto al parque por el que pasamos por la mañana y, como no podía ser de otra manera, de nuevo nos acercamos al mirador y su bucólica fuente para despedirnos del día y de la impresionante zona por la que hemos caminado con calma, disfrutando de una primavera que por aquí arriba aún no ha llegado. 



Prímulas silvestres.




El aspecto del mirador es muy distinto al de esta mañana, con las nubes de uno de los
escasos frentes que nos han visitado desde entonces anunciando las lluvias del siguiente día.


Junto a la fuente, por olvido de su dueño, quedarán mis gafas un día más... como si quisieran quedarse contemplando estas fértiles tierras donde la primavera ya llegó. Desde aquí quiero agradecer a Juan Carlos Garavís, alcalde de El Cerro, por gestionar eficientemente una rápida recuperación de las mismas y su ofrecimiento a traérmelas a Salamanca. Una jornada completita e inolvidable disfrutada a tope en muy buena compañía.

No quiero acabar sin recomendaros encarecidamente leer las impresiones del amigo Antonio Castaño,  uno de mis compañeros de tamaña aventura en su blogggg, con esa habilidad literaria que le caracteriza; lo podéis hacer pulsando en este enlace.

Y por último, os dejo plano del recorrido de poco más de 23 kms., aunque en esta ocasión no os animo a hacerlo sin poneros en contacto antes con los responsables del cuidado de la finca para evitar imprevistos o problemas que pudieran surgir.



2 comentarios:

  1. Preciosa entrada en tu blog,la ruta lo merecía. Un recorrido complicado,pero lleno de encanto,con un paisaje sobrecogedor que como siempre has sabido captar con tu sensibilidad especial. Gracias Manolo.

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  2. Gracias a tí por tus palabras. Un saludo.

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