martes, 30 de noviembre de 2021

Desfiladero de las Xanas, Vía verde "Senda del Oso" y Cabo Peñas 10-12/10/21

Hacía mucho que no visitábamos mi querida Asturias y el plan familiar que planteamos en el puente del Pilar nos iba a salir redondo repitiendo parte de lo que hicimos un finde de finales de julio del 2018,  que podéis ver aquí, y ciclando por fin el recorrido de la Senda del Oso.

Domingo 10 de octubre.

Salimos de casa sin madrugar demasiado y hasta las 12,30 h. no empezamos a andar... una vez aparcado el coche en Villanueva, Proaza, tras no encontrar ya sitio alguno en el aparcamiento ubicado donde comienza la subida a las Xanas.

Nuestro plan senderista-culinario venía precedido de una reserva para las 15,30 h. en Casa Generosa, restaurante de Pedroveya donde hemos repetido ya en varias ocasiones. Así pues, teníamos tiempo más que de sobra para disfrutar de la subida, y recrearnos en las vistas que ofrece el "mágico" desfiladero de unos 2 kms. de largo y 500 m. de profundidad.

Saliendo desde Villanueva, nos reencontramos con típicas imágenes rurales de Asturias que nos traen muy buenos recuerdos...


Panera

Veinte minutos después, tras un zig-zag tras subir un pequeño tramo de carretera y enlazar con la trocha que conduce a las Xanas, llegamos al pequeño túnel que da acceso al desfiladero.


Es éste un momento especial, sorprendente cuando se hace por primera vez,  parece que se pasa a otra dimensión al atravesarlo, encontrándonos súbitamente pegados a la pared con un paisaje grandioso frente a nosotros. El recuerdo de la "garganta divina" del Cares es inevitable.



El recorrido por las Xanas que encontramos cortado en 2018 por desprendimientos
ya se encuentra totalmente operativo y vamos a poder repetirlo íntegramente tras
unos cuantos añitos sin hacerlo... Supongo que ese "hueco blanquecino
 que veis en la foto tiene que ver bastante con aquella incidencia...






Sin prisa alguna, disfrutando del paisaje y del soleado día que nos acompaña, vamos subiendo la cuesta cruzándonos con más gente de la habitual hace años, y sobre las 13,30 h. nos encontramos en el tramo de mayor caída cuyo paso no ofrece dificultades; incluso está dotado de cuerdas para la gente con vértigo.




Un cuarto de hora después ya nos encontramos a la altura del arroyo Viescas, en medio de un bosque espectacular.



Sobrados de tiempo, aprovecharemos para acercarnos hasta la corriente, haciendo aparición alguno de sus anfibios habitantes que hacía tiempo que no veíamos...

Rana bermeja.


Tras afrontar algunos tramos dotados de rústicas escaleras que facilitan el acceso, una hora después ya nos encontramos en las puertas de otro de los lugares "mágicos" de la ruta, el inmenso prado donde destaca la presencia de la ermita de San Antonio.

Una cueva artificial junto al camino, posiblemente para catas mineras...







Como aún disponemos de más de media hora antes de que llegue nuestro turno de comida, nos sentamos en medio del prado disfrutando de cuanto nos rodea.







Un buen lugar para leer el períodico...





Bajamos en pocos minutos desde la ermita hasta el pueblo, y una vez allí, fabada, cabritu, arroz con leche y demás esquisiteces se van a hacer esperar aún por la gran cantidad de gente... Pero poco después la espera queda queda en el olvido y una vez más quedamos encantados con el menú y con la experiencia ...

Pedroveya



Hora y media después volvemos a activarnos, decidiendo en esta ocasión no seguir el círculo de la senda de Valdolayés que casi completamos y os conté en el bloggg hace tres años, y sí repetir el espectacular recorrido por el desfiladero, ahora ya de bajada tras la pequeña subida desde Pedroveya hasta la ermita.

Un cartel que ya era viejo la primera vez que por aquí
transitamos y cuyo "mantenimiento" es de aplaudir.







Vamos a disfrutar aún más, si cabe, de la bajada por este Monumento Natural declarado, ya sin apenas gente transitando por la senda, y tomándonoslo con muuuuchaaaa calma, como tiene que ser.



A pesar de encontrarnos en una zona típicamente atlántica,
no son pocas las encinas que se aferran a las paredes en
las solanas, donde la humedad no es tan persistente...





Pasadas las  19 h. estamos de nuevo en el coche, con tiempo de sobra para llegar a Oviedo, donde el más menudo de nosotros podrá verse con un amigo y jugar con él un buen rato al tenis. Los otros dos componentes de la expedición aprovecharemos para hacer el check-in..; bueno, eso es lo que creíamos, pues un despiste nuestro en las fechas reservadas hará que nos encontremos por un momento descompuestos y sin alojamiento, y que tengamos que desplazarnos hasta Noreña tras recoger a David... Aún así, cenaremos en Oviedo... pero nos quedaremos sin el paseo nocturno previsto...


El recorrido de ida y vuelta suma un total de 13 kms., siendo su cota inferior
los 169 m. de Villanueva y la mayor los 558 m. junto al gran prado de la ermita. 

Lunes 11 de octubre.

Como no hay mal que por bien no venga, tras los problemas para buscar alojamiento "inmediato", el hotel de Noreña nos va a proporcionar una habitación, unos desayunos... y unos amaneceres inolvidables...


Nos va a tocar hacer más kilómetros en coche de los esperados al día siguiente, acercándonos de nuevo a Proaza para  pedalear entre montañas por la Senda del Oso.

A las 11,30 h. estamos de nuevo al lado de Villanueva para recoger las bicis en Deporaventura. Buenas bicis, precios ajustados y personal muy agradable; os recomiendo esta empresa a quienes queráis repetir nuestro recorrido y necesitéis alquilar, sin duda.

Enseguida accedemos a la vía verde, y en unos minutos nos encontramos con las zonas cerradas donde se encuentra una pareja de osos... y una multitud de seres humanos a su alrededor.




Ya se acerca del mediodía  y tras acercarnos a comprar pan a Proaza, retomamos esta preciosa ruta con ganas.


Cuesta creer que por los numerosos túneles que pasamos pudiera caber un tren...





Los más largos están junto al desfiladero de Peñas Juntas, enclave de gran belleza que hace honor  a su nombre.





Encontraremos muchas familias haciendo el recorrido, sobre todo al principio y por la mañana.



Madroños

Al llegar al punto de unión de la "Y" que forma la vía verde optamos por seguir el trayecto largo, hasta Entragu (Teverga) y dejar la subida al embalse de Valdemurio para la tarde.



Lavandera cascadeña






Ya cerca de las 14 h., junto a una zona de escalada ya próxima al pueblo, decidimos parar a comer junto al río, aunque yo me acercaré antes hasta el aparcamiento de caravanas y el pueblo, donde el valle se abre.




Tras regresar a la pequeña zona habilitada con mesas y dar buena cuenta de nuestros bocatas, habrá tiempo también para descansar un rato y disfrutar con las peripecias de algunos escaladores sobre varias vías equipadas, y también con alguna "jugosa observación"...



Mirlo acuático


Y sobre las 15 h. iniciamos el suave descenso que nos llevará de nuevo al punto de encuentro de los posibles recorridos que ofrece esta vía verde.

Encinas sobre el roquedo...




Conviene bajarse de la bici al cruzar la carretera...

El punto donde enlazan los recorridos de la vía verde.

Al llegar allí, sobre las 16 h., mis acompañantes optan por volver tranquilamente al punto de inicio mientras yo me acerco al embalse.

Justo antes de pasar un pequeño desfiladero al comienzo de la subida a éste, la casualidad hace que me cruce con el amigo Cota y familia, parando brevemente a saludarnos y echar unas risas...

Tras algo menos de media hora llego al embalse y, aunque no paro en el chiringuito junto a la vía, disfruto del valle y las montañas que lo rodean, y paso el puente de madera con la esperanza de poder ver alguno de los osos que por estos pagos suelen acercarse.









Como es lógico, no veo ningún plantígrado... aunque sí otras "cositas".

Cormorán grande


Zorzal común

Ratonero



A las 17 h. inicio el descenso y en poco más de media hora me reencuentro con mis compañeros de viaje a los que también se han acercado a ver Cota y familia.

Unos 43 kms. de recorrido contando idas y vueltas...

Tras una cañita y unos preñaos volvemos a Oviedo, donde David ha quedado de nuevo con su amigo para ir con él a una clase de tenis. Preciosas las instalaciones deportivas municipales del parque del Oeste, junto al estadio Carlos Tartiere, dicho sea de paso...

Martes 12 de octubre.

Y la mañana del día de regreso volveremos al Cabo Peñas, donde estuvimos también en el 2018, aunque esta vez llegamos hasta allí en coche, entrando primero a un pequeño museo que hay allí.


Luego daremos un buen paseo de unas dos horas disfrutando de las impresionantes vistas que se ofrecen desde los farallones rocosos y de parte de la fauna que frecuenta esta zona protegida.












Collalba gris con un saltamontes en el pico.




Esta pareja parecía desplazarse unida. ¿Madre y cría?


Tarabilla común




Pudimos observar (mejor con prismáticos) el paso de varios grupos
de cormoranes. También es ésta una zona muy buena para ver cetáceos,
contando con varios paneles explicativos ilustrativos al respecto...


Como broche final a unos días inolvidables, disfrutaremos de una buena comida en la terraza de un restaurante de Luanco con la playa frente a nosotros... antes de iniciar el camino de retorno a tierras salmantinas...



Cormoranes



2 comentarios:

  1. Vaya escapada asturiana. Qué rutas,una maravilla. La Vía Verde espectacular,como tus fotos.

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    1. Además, todo apto para "todos los públicos". Ya estás preparando las maletas... y la mochila...

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