Laguna de la Nava y laguna de Caballeros 28/2/2021.

La idea era enlazar las cuatro mayores lagunas de origen glaciar de la Sierra del Barco en una circular aprovechando la nieve que había caído en las últimas semanas. Las condiciones invernales de la marcha hacían necesario el uso de material (crampones y piolet) en algunos tramos y, aunque los cuatro amigos que nos desplazamos hasta Nava del Barco llevamos ambos complementos, el menos previsor de ellos, el que escribe este pedazo de blogggg, tuvo la feliz idea de afrontar la marcha con botas blandas de verano... Ese pequeño detalle hizo que desde los primeros contactos con nieve dura el susodicho tuviera dificultades para seguir al ritmo del resto, lo que más tarde llevaría a un cambio de planes que para nada enturbió un día que resultó "disfrutón" en todos los sentidos.

Pero vamos por partes, como dijo Jack el Destripador, y empecemos el relato con nuestra llegada en coche hasta muy cerca del puente que hay donde se juntan las gargantas de la Nava y de El Barco pasadas las 9 h.

El primer tramo camino de la laguna de la Nava sigue una cómoda pista en medio del robledal que pronto dejaremos para encontrarnos con paisajes más alpinos. 

Tras caminar una hora pasamos junto al refugio de Navacasera, sito en un enclave de gran belleza.

Media hora más tarde, tras dejar atrás un nuevo refugio vemos las primeras cabras y un poco más adelante, poco antes de cruzar el río para seguir subiendo por su margen derecha, pasamos junto a unos cantiles donde la última vez que visitamos esta garganta algunos tuvimos la suerte de ver llegar un águila real al nido que entonces estaba construyendo. 

Ya por la margen derecha, los hitos nos llevan junto a la peña coronada por una cruz donde se encuentra una pequeña imagen de la Virgen en una rústica ornacina donde los vándalos han hecho acto de aparición.

Por aquí nos acompañan saltos de agua y pozas donde en verano es una delicia darse unos bañitos.

Vamos a encontrarnos con unas deposiciones posiblemente lobunas donde se dejan ver plumas de arrendajo y pelos y huesos de pequeños mamíferos poco antes de afrontar sin dificultad el curioso tramo de "baldosas" donde en ocasiones hace falta usar crampones para pasar alguno de sus tramos por cruzarlo un pequeño arroyo.

Tras superar este tramo los neveros empiezan a hacer acto de presencia y el tener que caminar yo por terreno mixto poniendo y quitando crampones por no llevar unas botas más duras, y la dificultad añadida de portar unos "pinchos vintage" que no gustan de ser colocados sobre botas blandas empiezan a plantearme algún problemilla. Mi afición "desmedida" a afotar y afotar cuando se pasa por sitios tan chulos tampoco ayudan mucho a desplazarse con premura para completar la exigente marcha planteada.., aunque todo se compensa con la belleza que nos rodea.

No paramos prácticamente hasta llegar a la laguna de la Nava y tras descansar unos minutos y comer algo allì, donde coincidimos con otro montañero que se ha acercado desde el pueblo de La Nava,  pasadas las 12,30 h. continuamos nuestra ascensión.

Tres cuartos de hora después llegamos a un collado desde donde se deja ver Sierra Llana con el Cancho coronándola, y la sierra de Gredos a su izquierda.

El Cancho

Cumbres de Gredos

Al sur se dejan ver también las cumbres de los Montes de Toledo.

Enfilamos entonces hacia el oeste por el barrerón de las Hoyuelas Bajas quedando al descubierto pronto el gran hoyo que esconde la laguna de Caballeros bajo las moles de el Juraco y la Covacha, cúspides de la sierra donde nos encontramos.

Sobre las 14 h. nos encontramos en la laguna, junto a la gran piedra que esconde una buena fuente. Es éste un lugar paradisíaco que conocemos bien, rodeado de amplios prados en verano donde hemos acampado en varias ocasiones.

Como mis problemas para seguir el ritmo del resto han ido a más y el disfrute a menos, al juntarnos para comer decido dar media vuelta y uno de ellos opta por acompañarme. Cuando son las 14,30 h. nos despedimos, y poco más tarde Paco y yo iniciamos el regreso cruzando la laguna helada.

Veinte minutos más tarde vemos a nuestros compañeros en la cuerda que conduce a la zona más alta, después de haber subido en zig zag una gran pala de nieve dura.

La que encontramos nosotros en zona más soleada cada vez está más blanda, lo que dificultará un poco el avance, aunque ya sin ninguna prisa y pudiendo parar más disfrutamos a tope el retorno.

Sobre las 15 h. vemos que nuestros compañeros ya se encuentran cerca del paso hacia la laguna de El Barco.

Pronto dejamos de ver esas zonas de cumbres y tampoco lo harán frente a nosotros las de Gredos, ocultas por las nubes más allá del Cancho...

En nuestra vuelta al valle de la Nava vemos a lo lejos una pareja ascendiendo hacia zonas más altas, y pronto volvemos a ver la laguna y la cascada helada sobre ella.

Al llegar a la laguna, sobre las 16,15 h. pararemos un buen rato a echar un buen trago y dar buena cuenta de la comida que nos queda. Y las casi tres horas que nos quedan hasta volver a los coches (donde coincidiremos con los que han bajado por la otra garganta) vamos a disfrutar a tope de la bajada, con nuevas apariciones de cabras y un cambio de luces espectacular al atardecer.

Cabezas Altas, un pueblo con vistas privilegiadas
hacia la Sierra del Barco desde sus casi 1400 m.

Una ruta para enmarcar, a pesar de los percances, que me ha permitido descubrir una nueva forma de acceder a uno de mis lugares serranos preferidos, la laguna de Caballeros. Salud, compañer@s.

Os dejo para acabar el recorrido de ida y
vuelta, sumando ambas unos 22,5 kms.