Pero antes de comenzar a descender la fuerte pendiente camino del Duero, el camino nos va a llevar en poco más de media hora desde que salimos a un viejo conocido, el precioso mirador de la Peña del Águila.
Junto al cruce que lleva al mirador hay un merendero que entre otros atractivos tiene esta bonita forja o varios bebederos trabajados sobre granito como el de abajo. |
La "tropa" en el mirador. Al fondo se deja ver el poblado de Aldeadávila. |
Hacemos un primer alto en el camino para disfrutar de las vistas, y retornando hasta el merendero, seguimos hacia el Duero por una pista que enseguida se convierte en sendero y que pronto nos va a ofrecer nuevas vistas espectaculares de este tramo arribeño tan especial.
Al fondo se deja ver el portugués pueblo de Mazouco. |
Sobre las 11,45 h. hacemos una pequeña parada para reagruparnos en un rellano, y tras un tentempié seguimos nuestro vertiginoso descenso por un sendero bien trazado en medio de un paisaje cada vez más arbolado donde los jóvenes almeces aún sin hojas contrastan con el verde dominante de musgos y helechos.
Usando los prismáticos, el arroyo que se precipita hacia el Duero frente a nosotros nos deja apreciar mejor varias cascadas de gran belleza. |
El bonito arroyo portugués que nos sirve de referencia viene del cercano pueblo de Fornos, oculto tras los montes que tenemos enfrente. |
Un nuevo rellano nos reagrupa de nuevo sobre las 12,30 h., y media hora después nos encontramos ya casi al nivel del Duero, girando en dirección Este para seguir río arriba en un sube y baja continuo en medio del almezal. El bosque mágico que nos rodea, aún desnudo, nos va a dejar disfrutar de rincones y detalles inolvidables...
Nos encontramos a poco más de 200 m. de altura, y esto hace que algunos árboles ya empiecen a mostrar sus mejores galas...
Como la marcha no es muy larga, descansamos holgadamente y bien pasadas las 16 h. nos ponemos de nuevo en marcha, iniciando la subida que nos llevará de nuevo a la Meseta.
Media hora después decidiremos tomar una canal a nuestra derecha para abandonar este espacio único que es el almezal de Mieza.
Enfilamos la canal ya cerca de las 17 h., y en algo menos de media hora ya llegamos al llano.
Iniciando la canal que en un cómodo zigzag nos dejará de nuevo en la meseta. |
Vimos en el hueco de una roca lo que de lejos parecía ser una lechuza, pero tirando de zoom y prismas, comprobamos que no era así.., aunque lo parece ¿verdad? |
Saliendo del arribe. |
Nos resta seguir por pistas hasta el pueblo, que ya se deja ver cuarenta y cinco minutos después.
Cerca de las 18 h. cerramos el círculo pasando junto a la señal de tráfico ennegrecida de la que os hablaba al principio, y unos minutos más tarde entramos ya en Mieza.
Un bando de rabilargos parecía celebrar nuestro regreso a Mieza con sus graznidos... |
Como es pronto, damos una vuelta por el pueblo y, antes de regresar a Salamanca, buscamos un bar donde tomarnos un piscolabis (qué palabra ésta, tan usada hace no tanto tiempo y ya parece castellano antiguo...).
Os dejo un enlace a la ruta en Wikiloc, junto al recorrido y perfil de la misma, todo ello cortesía del amigo Pina...
Un abrazo, y que nos deje pronto el bicho que tiene confinada a media humanidad desde hace ya demasiado tiempo...
Qué paisaje tan espectacular, qué fotos tan bonitas,alegran el espíritu,muy buena vitamina para aguantar confinados. Gracias Manolo
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