jueves, 31 de mayo de 2018

Calzada mirandesa en bici 3.0 19-20/05/2018

Lo del título "tecnológico" es una coña que uno de los participantes usó repetidamente durante la excursión para referirse a la misma y su reflejo en este pedazo de blogggg... Viene bien para diferenciarla de la que compartí hace tres años, que podéis encontrar aquí. Fue entonces cuando descubrí esta bonita y completa actividad que parte de mis acompañantes suelen repetir anualmente... ¡por algo será..!

El recorrido ha sido muy parecido al que hicimos entonces, con pequeñas variaciones camino de Pereruela al principio y en la zona de Arribes el domingo por la mañana, donde hemos acompañado un nuevo tramo de "rivera"precioso entre Cozcurrita y Badilla.

En esta ocasión me he estrenado en el manejo de una cámara tipo "Gopro" que instalé en el manillar de la bici (sacrificando el transportín delantero...) y lo irregular del terreno me ha dado ciertos problemillas al no llevar el anclaje más apropiado. Aun así, he podido grabar videos con bastante buena resolución y "un día... o mes... de éstos", vamos, cuando aprenda, espero preparar un montaje digerible y cortito para compartir aquí...

De momento, sigo con el formato habitual, acompañando al relato algunas fotillos del trayecto que complementen las que compartí hace tres años.

Llegados desde Salamanca, dos en coche (los amigos Manolo y Javi) y otros dos en bus (el amigo José Ángel y yo mismo), salimos en bici de Zamora con muy buen tiempo, sobre las 10,30 h., y una hora más tarde, tras atravesar una zona de pistas donde la ruta sigue el recorrido del ramal del camino de Santiago que viene siguiendo la Ruta de la Plata empezaron las "jugosas" observaciones. En esa zona la combinación de lluvia y/o charcos con sus "prietas" arcillas puede causar problemas en las bicis (...que se lo digan a los acompañantes que participaron también en la última "Mirandesa" cuando, entre otros percances, se produjo un abandono por avería seria en la bici). Menos mal que el tiempo es bueno y no van a sorprendernos las tormentas...



Pudimos ver algún que otro aguilucho cenizo y un águila real (al regresar, por esta misma zona vimos otra ¿la misma? acosada por varios milanos intentando que se fuera a planear a otro lado).

Águila real.

Y según nos acercábamos a Pereruela,  primer punto de avituallamiento "oficial", el paisaje sayagueño empezaba ya a mostrarnos su traje de gala primaveral.


Sobre las 13 h. Pereruela nos recibe con una  cervecita y unos buenos pinchos, como manda la tradición.


Y media hora después nos encontramos ya cruzando el puente de los Urrietas, con su entorno mostrando un aspecto algo diferente al que encontramos hace tres años... eso sí, también espectacular...






Otra media hora de un pedaleo tranquilo nos separa de otro de los puntos calientes del recorrido, el medieval puente de Albañeza situado sobre otra bonita rivera que empieza a cubrirse de un manto de flores blancas cuyo nombre no está a la altura de la belleza que ofrecen (ranúnculos...).




Nidos de abejarucos junto a la rivera.


Y como también manda la tradición, será aquí donde paremos una horita para comer y descansar. Unos aprovecharán para sestear un rato y otros para dar una vuelta y fotografiar los alrededores...






De nuevo a lomos de ese gran invento de dos ruedas que no contamina y da salud tomamos rumbo a las casas de Albañeza y a Abelón; esta media hora antes de consumar una nueva parada "tradicional" en casa Tito, nos lleva por uno de los tramos más bonitos que en esta ocasión nos dejará algunas imágenes de ésas que se quedan en la memoria para siempre...


De las pocas peonías que encontramos en el camino...
Unos que van y otro que viene... "al galope"



Un pequeño desvío para evitar "humedades". Al regreso comprobamos que
no era necesario hacerlo, pero, no me importaría volver a este lugar...




No coincidimos como hace tres años con un final de etapa del Giro, pero si con una nueva victoria de Marc Márquez en moto GP. Como curiosidad, contaré que hubo alguien de los nuestros que se sentó plácidamente en una de las banquetas del mostrador y, al levantarse, comprobó que había "planchado" con sus posaderas un sombrero de paja de uno de los jugadores de mus que allí se encontraban..; el jugador no se dio cuenta, y el de los nuestros se mostró presto a recuperar la forma sombreril del artefacto que poco antes había utilizado como cojín, dejando el mismo donde lo había encontrado... ojos que no ven...

Poco menos de una hora nos llevará llegar a Torregamones, alternando tramos de pista con otros donde apenas se distingue un sendero.



Collalba gris





Cuando ya son las 18 h., a la salida del pueblo, paramos un buen rato a charlar con "el molinero", que se encuentra dando una vuelta con su nieta. Bonita la bici de muchos años que lleva consigo, y que le sigue llevando de un sitio a otro sin pedir nada a cambio...


Me acerco un rato a una charca y una fuente ubicadas en un gran prado donde pasta un caballo mientras sigue la cháchara. Parece ser que la zona ha sido limpiada y recuperada no hace mucho... Un trabajo bien hecho, sin duda.



Y enfilamos ya hacia tierras portuguesas, no sin antes acometer la "cima Coppi" que supone el acercamiento al Fuerte Viejo, mirador privilegiado sobre la ciudad de Miranda do Douro y los arribes que de aquella nos separan.


Antes de llegar al fuerte se obtienen vistas espectaculares
sobre el Planalto Mirandés desde el otro lado de la Raya...




En las caras se muestra a las claras el "sufrimiento" de los aventureros...


Este será el tramo más "enriscado", especialmente la bajada hacia la presa, donde tenemos que bajar de la bici varias veces.




Luego quedará la última subida en busca del Hostal donde nos quedaremos a pasar la noche, empinada pero sobre asfalto...

Ya en Miranda nos encontraremos con la familia de Javi y con el amigo Luis, que en esta ocasión no ha podido compartir la aventura por un pequeño percance con la bici hace poco. Echamos en falta a varios ausentes... alguno de los cuales se reunirá con nosotros al día siguiente compartiendo parte del recorrido de vuelta.

Pasadas las 19,30 h. llegamos a Miranda, y tras una duchita y un cambio de pertrechos seguimos cumpliendo con la tradición, dando un buen paseo a última hora de la tarde y cenando todos juntos en el Mirandés.

Durante el paseo nos encontramos con un mercadillo muy chulo en la plaza donde se encuentra el Monumento a los Mirandeses. Allí retornaremos después de dar buena cuenta de superbocks, postas, bacalhao y sobremesas, disfrutando de una actuación de un trío fadista que suena de maravilla.

Una gozada ver tanto nido de avión común en la ciudad que te traslada a otras épocas.




Y al día siguiente, tras un memorable desayuno-buffet nos despedimos de Clara, Marina y Luis, que se quedan con parte del peso que debíamos portar de vuelta, e iniciamos la operación retorno en busca de nuevos paisajes por los arribes zamoranos. Una vez dejado el asfalto camino de Badilla el paisaje se torna espectacular, con buenas vistas sobre el Arribe y el Planalto mirandés en medio de campos floridos donde destacan las lavandas y los bosquetes de encinas, empezando a dejarse ver algunos enebros de buen porte.


Sobre las 11,30 h.,  ya nos encontramos pasando los primeros pontones sobre las riveras "blancas" salpicadas de molinos que nos acompañarán un buen rato... Primero recorremos un tramo "nuevo" que nos lleva a Cozcurrita, descartando acercarnos a su enebral, como en principio pensábamos hacer, y enlazando con Badilla por un precioso camino "rivereño".

Pontones, ranúnculos, molinos, fresnos, verde primaveral,
un paisaje espectacular el que ofrecen las riveras...








Preciosas esas fuentes "romanas" acompañadas de bebederos para el ganado tallados en el granito. El entorno de ésta de Badilla estaba más limpio que hace tres años, como podéis comprobar a la vista de una foto similar que colgué entonces.



Poco después volveremos a atravesar varios prados sin caminos evidentes  y algunos callejos entre encinas... ¡preciosa esta zona, ya camino de Torregamones! (perdonad que me repita ;-)).



En Torregamones volveremos a ver los burros de raza zamorana-leonesa que ya salieron a saludarnos hace tres años, y charlaremos un rato con un paisano de boina raída que nos cuenta, entre otras cosas,  la larga vida de la bici que aún maneja con soltura bien pasados los 80 años...




Y en esta ocasión en vez de esperar para hacer un "avituallamiento" en Luelmo, lo haremos antes de llegar a Gamones, en la Quinta Mallada, un restaurante-complejo rural que ha recuperado un caserío con muy buen gusto...


Tras las cervecitas y los pinchos de tortilla nos enseñan un poco las instalaciones y cerca de las 13,30 h. continuamos nuestra ruta con idea de llegar a comer a Abelón, donde hemos quedado con el amigo Antonio, que viene en bici desde Zamora.


También hubo tiempo para parar el algún prado y acercarnos a disfrutar
de la belleza de las orquideas...



La aparición de alguna que otra nube lenticular nos hizo recordar otra travesía memorable que
compartimos algunos de los presentes, en este caso en la montaña, y que podéis ver aquí.


Contando ya con cinco unidades en vez de cuatro, y tras otro pequeño refrigerio en casa Tito decidimos acercarnos a comer de nuevo junto al puente de Albañeza, aunque sea más tarde de lo habitual. Pero antes de llegar al puente paramos en las casas de Albañeza, atraídos por lo que otrora fuera un buen caserío con capilla, palomar, casa principal con amplio patio... El abandono ha dado al traste con parte del palomar y desde fuera no se alcanzan a apreciar las partes nobles de sus edificios "principales", aunque, desde luego, el entorno en que se encuentran sigue siendo privilegiado.




Al buscar acomodo junto al puente  bien pasadas las 15,30 h. se dejará ver fugazmente una cigüeña negra que parece bajar también a comer a la rivera, y poco más tarde, mientras el resto del equipo disfruta de una buena siesta, yo doy una vuelta y "sorprendo" a un zorro que parece tener una dermatitis seria... ¿por la sarna?





Tras una hora de descanso continuamos camino de Pereruela, no sin antes pasar de nuevo por el bucólico puente de los Urrietas.




Como os comento al principio, me sorprenderá ver de nuevo un águila real por la zona, y también un alimoche desde bastante cerca.

Alimoche
Nos cruzaremos con un par de rebaños de ovejas, con alguna pequeña "discusión" con los mastines que cuidan del primero de ellos, y después de atravesar zonas "de pan llevar" donde aún se dejan ver las amapolas, llegamos a Zamora cerca de las 19 h., retornando a Salamanca todos nosotros en coche.




No incluyo mapa en esta ocasión, por ser muy similar al que podéis ver en la entrada de hace tres años, que podéis encontrar aquí. Y concluyo este relato agradeciendo a José Ángel su colaboración fotográfica (1, 20, 32, 45, 51, 52 y 57) en la entrada  y a Antonio el haberme prestado su bici para poder vivir y compartir esta experiencia.


3 comentarios:

  1. Muy bueno Manolo. Una pena no poder asistir a la cita de este año.

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  2. Nos has hecho esperar Manolo, pero ha merecido la pena. Impresionante entrada, texto y fotos.

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  3. Muchas gracias a ambos "colaboradores habituales" de esta sección. Esta zona en esta época está rebosante de color y alicientes...

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