Gredos, con sus dos cumbres culminantes, el Almanzor y la Galana, próximas a los 2.600m., desde la Laguna de la Cañada del Gallo |
El trayecto hacia la laguna se hace por una cañada, concretamente el cordel que se dirigía desde Piedrahita al puerto del Pico. Unas vallas de alambre de espinos irán siempre a nuestro lado y se trata de un paseo de poco más de 2 km. de suave subida. Bueno, algo más si, como nosotros, os desviáis un poco al principio atraídos por la presencia de numerosos caballos entre las escobas con las montañas nevadas al fondo...
Dudamos también si acercarnos a la laguna por la tarde, previsiblemente con mejores luces, pero las dudas desaparecieron tras pasar el puerto de Peña Negra y ver que empezaban a acercarse nubes desde la zona de la Mira.
Tras poco más de media hora llegamos a la laguna y nos llevamos un pequeño chasco al encontrar un todoterreno aparcado junto a ella con sus ocupantes jugando en las proximidades. Las fotillos de Gredos iban a parecer un anuncio de un 4x4, pensé, pero un rato después nos dejaron solos en esta especie de "tundra tibetana".
Algunos andaban más interesados en los anfibios y otros bichos acuáticos... |
Hacia la Paramera |
Tras rodear la laguna y disfrutar del entorno durante casi dos horas decidimos volver a los coches.
Tras despedirnos de la fuente del Alberche tomamos rumbo a la Herguijuela y a 3 kms. del pueblo carretera abajo enlazamos con un bonito camino empedrado tras cruzar un puente sobre la garganta de la Garbanza. Son ya cerca de las 14 h. y los más peques empiezan a protestar cuando nos ponemos de nuevo a andar. Conseguimos convencerles de que tras un corto ascenso llegaríamos a la solana, al abrigo de los vientos que soplan del E. y paramos a comer en un rellano junto al camino con el Tormes y Gredos frente a nosotros. Desde el camino que seguiremos las vistas siguen siendo de primera, aunque con más nubes; por aquí el mogote del Cervunal deja tapado al pico Almanzor, punto culminante de Gredos con casi 2592 m.
Como el día se plantea muy tranquilo no falta la minisiesta, decidiendo luego seguir la ruta hasta que el tiempo transcurrido nos recomiende dar la vuelta. Pronto nos encontramos con San Bartolomé del Tormes, pueblo separado en dos barrios situados a distinta altura. Aquí empezamos a seguir las señales blancas y rojas que vienen desde Navacepeda, camino de Ortigosa, Zapardiel y Navasequilla.
Nuestra marcha vespertina supone un continuo ascenso desde poco más de 1400 m. hasta los cerca de 1700 del segundo pueblo que encontramos, Ortigosa de Tormes. Tras dar una vuelta por el pueblo, con una curiosa torre poligonal en la iglesia y bonitos rincones, decidimos regresar.
Nos llevará una hora el camino de vuelta, retornando a Salamanca por el Barco de Ávila y la autovía de Béjar.
Os dejo un mapa con los trayectos aproximados (en color rojo y azul). Ambos son de ida y vuelta.
Muy buenos recuerdos de esta ruta. OS TRAIGO A UNOS SITIOS.
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