En esta ocasión salimos en varios coches un buen grupo que, siguiendo las pautas por la COVID, íbamos a mantener distancias durante todo el recorrido circular, nuevo para mí en el tramo de regreso desde la llegada a San Frutos.
Madrugamos un poco más de lo habitual y ya pasado Cantalejo, se nos van a cruzar en la carretera una pequeña piara de jabalíes y un par de corzos. Y algo antes de las 10,30 h. iniciamos la caminata junto al puente de Villaseca, cerca de donde hay una persona que parece controlar el acceso al parque. Me he enterado al preparar la entrada del blogggg que a unos 100 metros de donde dejamos los coches se encuentra la cueva de los siete altares, interesante zona arqueológica que conserva pinturas rupestres y fue santuario de un eremitorio visigodo, uno de cuyos ermitaños fue San Frutos, patrón de la diócesis.
Una lástima no haber decidido hacer la ruta una o dos semanas antes, pues ya pocos son los chopos, escoltas del Duratón durante casi todo el recorrido, que lucen sus mejores galas. Esta circunstancia y el acercarnos a la cueva de los siete altares son buenas "disculpas" para repetir la marcha el año que viene... esperemos que sin un COVID tan virulento...
Un primer tramo acompaña al río aún sin embalsar durante 2 kms., iniciándose luego una suave subida hasta lo alto de los farallones rocosos. Un kilómetro más adelante dejarmos a nuestra derecha el cruce con el camino por el que regresaremos por la tarde.
Hay otras cuevas aparte de la de los siete altares al principio del recorrido con nombres que hacen pensar en eremitorios: del santero, del cura... |
Yesquero |
El cercano manantial de Los Pradillos aporta un buen caudal al curso del Duratón que nos acompaña. |
Una vez arriba, nuestro trayecto seguirá el recorrido del río principal, aunque en ocasiones haya que dar rodeos para salvar los pequeños cursos fluviales que llegan a él encajonándose en su tramo final.
Encontramos las cáscaras de tres huevos blancos de unos 4 o 5 cm. de longitud, seguramente restos de algún nido de ave esteparia... |
Algunos desvíos obligados siguiendo los cursos de arrroyos nos introducen en paisajes totalmente distintos a los que ofrecen las riberas encajonadas del Duratón. |
Los corzos, que no se dejaban ver en los tiempos del G.U.M. por estos lares, cada vez son más abundantes. |
Tiempos de retorno de las grullas. Veremos varios grupos, tras delatar su presencia ese "gru-gru" tan característico que les da nombre y que es una delicia escuchar para todo amante de la naturaleza. |
Buitre leonado |
Sobre las 12,15 h. hacemos una parada para matar el gusanillo en una zona de amplias vistas que ofrece buenas panorámicas sobre el río cuyas aguas aumentan y se tranquilizan por los efectos de la presa de Burgomillodo.
Seguimos nuestra ruta tras el tentempié acompañando el sinuoso recorrido del Duratón, que nos ofrece vistas espectaculares en todo momento...
Una hora después llegamos a un cerrado meandro que esconde uno de los platos fuertes de la jornada, las ruinas del Monasterio de la Hoz. Curiosa la historia de este monasterio franciscano fundado en 1231 en una zona donde existían varios eremitorios. Según la tradición, se ubica donde se le apareció la Virgen a un pastor, dejándole una imagen que será custodiada y escondida por San Frutos a principios del s. VIII para evitar que cayera en manos musulmanas. Encontrada cuatro siglos después, su hallazgo sería la razón de la impresionante ubicación del monasterio donde permanecerá hasta la desamortización de Mendizábal de 1835; en la actualidad se encuentra en la iglesia de San Justo de Sepúlveda. En 1492 se produjo un gran derrumbe que no afectó a la iglesia, salvándose los monjes por encontrarse allí en ese momento cantando los maitines. Isabel la Católica, ferviente devota de la Virgen de la Hoz, con alojamiento propio en el templo, que visitaba con cierta frecuencia, sufragó las reparaciones...
Aquí voy a rezagarme yo un poco respecto al resto del grupo desviándome para ver mejor el río en algún tramo donde el sendero no deja hacerlo del todo...
Luego me tocará correr un poquito más de la cuenta para reincorporarme de nuevo al pelotón, aunque a cambio del pequeño sobreesfuerzo veré de nuevo alguna jugosa observación...
Ya cerca de las 14,30 se deja ver la iglesia y los restos del monasterio de San Frutos a de la direcha de uno de los meandros más fotogénicos del recorrido.
Y unos 20 minutos más tarde decidimos quedarnos a comer antes de llegar a la Iglesia, donde se ven varios grupos de gente llegados desde el próximo aparcamiento.
Bando de grullas deshaciendo su formación en "V" al darles el viento de cara. |
Y tras dar buena cuenta de nuestras pitanzas nos acercamos a la iglesia y los restos de una necrópolis y del monasterio que allí hubo. Un enclave muy interesante, con el templo actual que data del s. XII, construído sobre una obra visitógica del s. VII., y con restos romanos por los alrededores.
Puente de "la Cuchillada". El actual se construyó en 1757, y salva una gran grieta antes de llegar a la iglesia. |
Y sobre las 16 h. ya estamos en el aparcamiento del que antes os hablaba, desde donde seguiremos por la pista de acceso al parque natural hacia Villaseca.
Antes de dejar las hoces me recreo un rato "afotando" a los reyes de estos riscos... |
Cantalejo |
Caminados por ella unos 3 kms. y antes de llegar al pueblo, tomamos un sendero que, entre sabinas y enebros, nos irá bajando poco a poco hasta llegar al cruce con el camino de la mañana.
Faltan diez minutos para las 18 h. cuando llegamos a los coches tras un día disfrutado a tope. Junto a ellos hay varios paneles con otras rutas. Os dejo una foto de la que va del puente de Talcano al de Villaseca, que enlaza éste con Sepúlveda recorriendo otro tramo muy bonito del Duratón.
Y para finalizar, un pequeño mapa con la ruta de poco más de 20 kms., sin desniveles acusados, y el enlace en wikiloc, por si queréis bajar el track, cortesía del amigo Jolupiga.