lunes, 15 de noviembre de 2021

Dos bonitas circulares desde Béjar por Navamuño y alrededores. 19 y 26/09/21.

Esta vez os presento un dos por uno. El domingo 19 decidimos llevar a cabo una marcha circular entre Béjar y el embalse de Navamuño cuyo track tiene colgado el amigo Pina; y al domingo siguiente compartimos otra con otros amigos, entre los que se encontraba él, coincidente en una pequeña parte con con la del día 19, pero que se decanta por otros caminos y lugares alrededor de dicho embalse. 

El domingo 19, pasadas las 9,30 h. ya nos encontramos subiendo las escaleras que comunican la carretera de acceso a Béjar desde la autovía con Monte Mario.


Merece mucho la pena rodear y recrearse en esta  "moderna" y algo menos cuidada de lo esperable iglesia neorománica. Convertida en un símbolo bejarano, ofrece al visitante algunos relieves de interés, un recubrimiento de mármol que le da mucha prestancia  y vistas espectaculares.


Iniciamos desde aquí la arbolada y suave ruta que conduce a Candelario recreándonos en las vistas de Béjar, los puentes sobre los ríos del Barquillo o de Candelario, la Canaleja con sus fresnos... En esta época no lucen los prados sus mejores galas, pero sigue teniendo mucho encanto la zona.


La ciudad textil con las cumbres de la Sierra de Francia al fondo.




Sobre las 11 h. ya estamos disfrutando del espectacular caserío del pueblo, y acompañados de las aguas cantarinas de sus "regaderas" subimos hasta la iglesia y salimos por allí en busca del camino del Calvario que nos llevará hasta el puente de Avellanares.



Entre dos típicas "batipuertas"candelarienses.


Es éste un precioso camino que a pesar de ir paralelo a la carretera no lo parece, al discurrir entre árboles y rodeado de exhuberante vegetación en todo momento.

Cascada "La Mangá" sin apenas agua en pleno estiaje.



Una hora después ya estamos cruzando ese puente tras tomar un pequeño tentempié y, tras subir por la carretera hasta el acceso al embalse de Navamuño y acercarnos a la presa, volvemos unos metros en busca de un sendero que en fuerte descenso nos va a bajar hasta un bonito puente con aspecto medieval en media hora.




Aliviadero del embalse



Puente Nueva de Candelario, que atraviesa una zona especialmente atractiva.


Como ya pasan de las 14 h. y hay gusa nos instalamos para comer en un hueco junto al bucólico puente  y un pequeño embalse (el mejor sitio nos lo han "birlado" unos de los pocos transeuntes que con los que nos cruzaremos a lo largo del día).

No "casa" en absoluto el nombre de Puente Nueva
con el que se conoce, ¿no os parece?

Y tras una minisiesta en medio del sendero, sobre las 15,30 h. seguimos la ruta que en media hora pasa junto a la derruída fábrica de luz de la Abeja, y tras pasar por el bonito pontón del Coto (junto al que se encuentra una buena poza de baño que no vamos a visitar en esta ocasión), enfilamos la cuesta arriba en busca del albergue de Llano Alto, donde llegamos a las 16,45 h.






La cercanía de Candelario hace que pasemos junto a algunas fincas
con segundas residencias. Una de ellas cuenta con una
caseta construída sobre un árbol... con ventanas y todo...



La antigua fábrica de luz, cerca de donde hay una buena zona de baño.




Albergue de Llano Alto

Y tras dar un buen trago en la fuente junto al albergue, afrontamos el último y empinado tramo en busca de los coches, alternando construcciones y arboledas ya en Béjar.



Al pasar junto a "la Ancianita" nos percatamos que se encuentra abierta y visitamos este Bien de Interés Cultural que aún no conocía, y nos tomamos unas birras bien frías en una terraza muy guapa de un restaurante en sus inmediaciones. Un broche de oro para un día inmejorable...

Plaza de toros "la Ancianita" uno de los cosos taurinos más antiguos de España.




Y el domingo siguiente tuve también la suerte de disfrutar de otra marcha preciosa en buena compañía que, en cierta medida, complementa a la anterior. Es increíble comprobar como cambiando un poco algunos recorridos por la zona te topas con parajes espectaculares que no conocías y cuesta creer que esto suceda después de patear tanto la zona...

Son las 10 h. del domingo 26 cuando comenzamos a andar desde el albergue de Llano Alto no por la fea pista con la que se accede en coche, sino por un camino que, entre castaños, pronto nos ofrece buenas vistas hacia los montes de Valdesangil y las cumbres de la sierra de Béjar.



En menos de una hora estamos en la peña de la Cruz, donde toca recrearse con sus privilegiadas vistas.




Otros tres cuartos de hora nos llevará el acercamiento a la cumbre de Peña Negra y su puesto de vigilancia, aprovechando de nuevo para disfrutar de lo que se presenta ante nuestros ojos.



Algunos "atroches" en busca de la cumbre hacen que, literalmente,
nos veamos engullidos por las escobas en algún tramo...






Éste no ha subido por donde lo hemos hecho nosotros, je, je.


Iniciamos la bajada atravesando un gran bosquete de pinos por una cómoda pista hasta llegar a un algibe junto al que tomamos un tentempié pasado el mediodía.


Puerto de Béjar

La misma localidad, con Peñacaballera a su izqda. y
Montemayor del Río y su castillo al fondo.



Seguimos bajando entre pinos y prados, rodeando el embalse de Navamuño a media ladera hasta cruzar la carretera de La Garganta.


Embalse de Navamuño.




Una vez superada ésta cerca del puerto volvemos a subir, en busca de una nueva cumbre, la del Cancho de la Muela.

Vistas hacia la zona por la que hemos bajado desde Peña Negra.



Cerca de allí la niebla empieza a rodearnos, y aunque nuestra idea era comer disfrutando de las vistas hacia el valle del Ambroz y Hoyamoros, vamos a descartarla, pues no se ve nada y hace algo de frío...


¿Un pan algo durillo?


Aún así, aguantaremos casi media hora con la esperanza de que la niebla levantara, entretenidos con los anclajes de una vía ferrata que no conocíamos...

Esta vez las nubes no se dispersaron y no pudimos contemplar el gran
espectáculo que se presentó ante nuestros ojos cuando descubrí esta cumbre.

Bajamos a los prados de Navamuño por un sendero algo perdido entre las escobas, y tras atravesarlos nos dirigimos a la Cueva donde, según reza un mosaico, nació un niño en 1809, durante la huída de gran parte de la población bejarana ante la invasión francesa.













La cueva...

... y el mosaico

Como ya son las 15,15 h. paramos a comer y sestear junto a ella, retomando la actividad hora y pico más tarde. Unos minutos más tarde nos encontramos cruzando el rústico puente sobre el Cuerpo de Hombre que cada vez está más destartalado...


Sobre las 17 h. ya enlazamos con la pista de Avellanares tras bajar de piedra en piedra por un bonito rebollar salpicado de pequeños prados.



Un cuarto de hora después salimos de la pista para pasar al otro lado del río y seguir un corto tramo del canal hasta el embalse de Navamuño.





Desde aquí repetimos un pequeño tramo del camino del domingo anterior, aunque antes de llegar al puente "medieval" donde comimos entonces, Chuchi y Pina nos llevan por otra vereda camino de Llano Alto. Se trata otra zona con mucho encanto, atravesando los dos cursos fluviales que por aquí bajan en el mejor momento para hacerlo (en épocas que no sean de estiaje se debe poner difícil caminar sin mojarse en algunos tramos).





Ya cerca de las 18,30 h. dejamos atrás una preciosa trocha por la que subimos del valle y enlazamos con la cómoda pista por la que también la semana anterior llegamos al albergue.








La primera macrolepiota de la temporada...

Hay un momento en que se presenta una buena perspectiva de Candelario.

Y a las 19 h. volvemos a casa con las pilas bien cargadas y encantados con esta nueva circular con la que nos ha sorprendido una vez más la sierra de Béjar.

Os dejo para acabar planos de los recorridos, ambos en torno a los 20 kms. aunque el segundo de ellos es bastante más exigente, al ascender a dos cumbres de más de 1.600 m. de altitud, Peña Negra y el Cancho de la Muela. Salud y... ¡a caminar, compañer@s!





2 comentarios:

  1. Buenas rutas para disfrutar del otoño, que este año está dando buen juego. Poco terreno de la zona te quedará sin patear Manolo. Qué buenas fotos, como siempre.

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  2. Gracias Antonio. Aún queda mucho por patear y, como ha pasado en estas dos rutas, siempre llegan sorpresas como la puente nueva de Candelario o la cascada la Mangá que, cuando las descubres, no te explicas cómo aún no las conocías...

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