miércoles, 31 de octubre de 2018

Coimbra 13-14/10/2018

Con esta entrada completo el viajecito por tierras portuguesas que hemos llevado a cabo durante el puente del Pilar. Después de pasar un día muy agradable en la Mata de Busaço nos dirigimos al Penedo da Saudade,  establecimiento que habíamos elegido para pasar las dos noches. Se trata de un Hostel poco convencional, que combina la clásica oferta de éstos con otras ofertas de habitaciones más propias de un buen hotel. El resultado es inmejorable, como hemos podido comprobar (y los desayunos junto a la terraza, o en ella si el tiempo acompaña, también).

Las vistas desde el Hostel, de primera...
Nada más  llegar allí el viernes 12, siguiendo las recomendaciones que nos dan en recepción, vamos a cenar a un pequeño local, casa Costa,  a unos minutos del Hostel donde nos damos el primer "homenaje" disfrutando de esa otra faceta por la que nuestros vizinhos do lado tienen merecida fama... Luego daremos "un buen paseo", para compensar, que nos llevará hasta las orillas del Mondego, atrochando por la Couraça de Lisboa el regreso al Hostel.

Al día siguiente me acercaré antes de desayunar a la zona más urbanizada del precioso Jardín Botánico conimbricense y al acueducto de San Sebastián, ambos muy cerca de donde nos alojamos.

Todo un placer el pasear por este jardín de casi 15 has. de finales del s. XVIII proyectado por el marqués de Pombal. Como sucede con la mayoría de sus proyectos en Portugal, el resultado ha sido óptimo...



Reyezuelo listado



Papiro
Al salir del Botánico en dirección al centro, te encuentras este acueducto,
de San Sebastián, del s. XVI, que se cree que ocupó el lugar de otro romano.


Sobre las 11 de la mañana (como hice en la entrada de Buçaco, vamos a seguir "funcionando" con el horario español...), después de un desayuno potente incluído en el buen precio de nuestro alojamiento, visitamos los jardines del Penedo da Saudade, lugar que da nombre a nuestro Hostel. Lo más destacable son las vistas sobre una gran parte de la ciudad nueva y el Mondego, y las lápidas dejadas por los estudiantes de esta vieja ciudad universitaria con motivo de distintos eventos académicos a lo largo del siglo XX. Este lugar se llamaba Pedra dos ventos (lo cual no era buen agüero de cara al paso de Leslie...). El cambio de nombre se relaciona con la historia-leyenda de D. Pedro y Dª Inés, al ir frecuentemente a este lugar el primero para llorar la pérdida de su amada, asesinada por nobles contrarios a su influencia creciente (os recomiendo profundizar en el conocimiento de esta pareja hispano-portuguesa, cuya vida y muerte hizo correr mucha tinta, y sangre...


Luego nos acercaremos al Botánico, entrando por la misma puerta por la que lo hice antes de desayunar, donde encontramos un pequeño mercado ecológico de frutas y verduras.


Recorreremos gran parte del parque, llamándonos la atención especialmente su bambuzal...






Bueno... la forma de estas hojas de un árbol también me llamaron la atención...
Tras casi una hora en plena natureza, nos dirigimos hacia la zona universitaria, pues queremos sacar entrada para ver la  famosa biblioteca joanina y conviene reservar con tiempo por lo limitado de sus visitas.


Coincidiremos con una boda que va a tener lugar en la capilla universitaria (como suele suceder también en Salamanca), lo que hará que no podamos llevar a cabo la visita de la misma, incluída en el paquete que elegimos para la visita a la biblioteca.





Sobre las 12,40 h. nos encontramos empezando nuestra visita "de pago" desde el amplio Patio de Escuelas que nos llevará primero a conocer algunas estancias del Paço Real (Palacio Real). No esperábamos encontrar unas estancias tan originales, una de ellas con curiosos balcones que alternan con grandes cuadros antiguos...




Y tras esa agradable sorpresa, saldremos a la galería exterior del palacio que ofrece unas vistas impresionantes sobre el casco antiguo de la ciudad y el río Mondego y su valle.




A las 13,30 h. llegamos puntuales a la cita con la biblioteca joanina, visitando los restos de lo que fue una antigua prisión, la zona donde se conservan la mayoría de los libros y, por último, las estancias barrocas de la biblioteca histórica, donde hay una colonia de murciélagos que colaboran en la tarea de mantener a raya a las polillas. Llegamos a ver a alguno de ellos volando entre las paredes de una de sus estancias.



Nuestra salida al Patio de Escuelas coincide con la de los novios que vimos antes, que lo hacen por el portal manuelino de la Capilla, sobre una alfombra de capas estudiantiles...




Y como empezamos a tener gusa, decidimos acortar el recorrido hacia la zona donde se encuentran los restaurantes que nos han recomendado, en la parte baja del casco histórico; lo vamos a hacer recorriendo de nuevo el atajo que aprendimos ayer, por la Couraça de Lisboa.


Una buena cuesta... que estaba subiendo  con gran sacrificio
esta madre con uno de sus hijos, y su pareja con otro...


La zona más baja, junto a la ponte de Sta. Clara, es la de más prestancia de Coimbra, concentrando el tráfico peatonal la peatonalizada rua Ferreira Borges, valga la redundancia...




Sobre las 14,30 nos decidimos para comer por el restaurante Aeminium,  cuyo nombre recuerda la población romana que hubo aquí. El arroz de marisco y el bacalhau no nos van a defraudar...

Bien pasadas las 16 h. seguimos nuestra visita del casco histórico empezando por la bonita plaza del Comercio, donde destacan sus altos edificios, algunos de ellos algo desvencijados, y la iglesia románica de Santiago.




Enlazamos luego con la calle peatonal, caminando hasta el final, donde nos encontramos con la iglesia  y los restos del mosteiro de Santa Cruz. Aunque entramos en su iglesia, no pasaremos luego por caja para visitar su sacristía y el claustro.



A ambos lados del altar mayor dos capillas con las tumbas de los primeros reyes de Portugal,
de esilo renacentista, como la portada de la iglesia y esa especie de "arco de triunfo" que la precede.

También nos pasaremos por el bohemio café-restaurante del mismo nombre que le ha "robado" una parte a sus estancias, donde se puede disfrutar de forma gratuíta del fado de Coimbra todas las tardes del año.



Y una hora después, habiendo ya descartado definitivamente una visita vespertina a la costa atlántica en Figueira o Buarcos ante la llegada inminente del huracán Leslie, nos encontramos cruzando el puente de Sta. Ana camino del Portugal dos pequenitos.



No estábamos muy convencidos de volver a visitarlo, al haber leído varias opiniones en internet que hablan de cierto abandono, pero los más menudos de los componentes de la "expedición" nos convencen de hacerlo y... no nos va a defraudar en absoluto, sino todo lo contrario. Se nota que todo el recinto ha sido restaurado, pero con muy buen gusto, manteniendo el espíritu que hacía de él algo especial.

Me gusta  mucho la zona dedicada a los paises de lengua portuguesa y la forma como colocaron la información
referente a cada pais en 1940 (que se mantiene tal cual), junto a un típico padrao, símbolo de la llegada de Portugal
a nuevas tierras. Merece la pena leer los textos, enalteciendo la epopeya y el carácter "pacífico" de los portugueses.


Me llamó la atención ese recorrido que se supone que transcurre por el
Oceano Glaciar Ártico... Supongo que será un error...


Estaremos allí cerca de dos horas, casi hasta su cierre, disfrutando tanto como los niños que atraen tantos padres aquí...

La segunda zona está dedicada al Portugal monumental.


Y la tercera a las casas regionales...

Incrustadas en las paredes de muchas de ellas hay pequeños mosaicos con
poemas, refranes o dichos que merece la pena leer...





De regreso paramos un buen rato en un pequeño espacio dedicado a Coimbra, donde pudimos
pasear "a escala" por el exterior e interior de edificios visitados esa misma mañana.



Pasadas las 19,15 h. nos acercaremos a ver los restos del monasterio de Sta. Clara-a-Velha y desde allí vamos camino del puente peatonal, dedicado a D. Pedro y Dª Inés, y de un gran parque al otro lado del Mondego, ambos de reciente construcción. Antes de llegar allí nos acercamos a la orilla del río, desde donde las últimas luces del día dejan una imagen muy atractiva del casco histórico de la ciudad...






Andarríos chico y lavandera cascadeña

Un bonito declinar del día nos acompañará completando el círculo iniciado en el puente de Sta. Ana, no pasando a ver por cuestiones de tiempo, ni la Quinta das Lágrimas ni el Exploratório, un museo que se prometía interesante, ahora además con una exposición sobre el Titanic.

El chorro sobre el Mondego, también de reciente creación, cambia su forma cada poco
tiempo, y de noche resulta especialmente llamativo.




Encontramos esta performance al pasar por la pasarela, contra el uso
de abrigos de piel animal, si mal no recuerdo,.



Y desde el largo da Portagem seguimos de noche por la calle peatonal hasta enlazar con la cuesta quebra-costas que hace honor a su nombre, no sin antes pasar bajo la torre de Al-Medina, una de las entradas principales de la antigua ciudad amurallada.


Llama la atención este nuevo establecimiento al principio de la zona peatonal,
dedicado a la venta de latas de conservas de pescado...



Llegaremos al Hostel sobre las 21 hora española y cuando estamos preparando la cena junto a la terraza empieza a soplar fuerte el viento y a llover en lo que parece el principio del paso de Leslie.
Un cambio de dirección del furação va a hacer que provoque más devastación de la prevista en la zona, al entrar aún con fuerza 1 por Figueira... Y esto se va a notar en Coimbra... y en Busaço como he podido leer recientemente...

Al asomarnos al día siguiente a la terraza de nuestra habitación, los efectos de su rápido paso de menos de media hora... pero con rachas de más de 170 kms./hora... los vamos a ver enseguida en los edificios de enfrente: tejas arrancadas, cables por los suelos, ramas caídas por todas partes...

Los edificios de enfrente, el día antes...

Los mismos edificios el día después...



En el mismo hostel vemos un cristal dañado por un impacto o una mesa de cristal rota en la terraza. Descartamos nuevamente un acercamiento al mar por la mañana, y cuando salimos hacia el centro de Coimbra vemos desde fuera el Botánico (se encuentra cerrado, como es lógico) y casi se nos cae el alma a los pies...






A última hora de la mañana decidimos pasar a ver el interior de la capilla que no pudimos ver el día anterior por la boda.


Aún se detectan restos de la boda... en el techo...

Luego recorreremos las calles de la zona donde se concentran las facultades universitarias, algunas sembradas de cristales o tejas... e incluso persianas interiores que volaron por la noche.

Nos acercamos al museo Machado de Castro, con una galería con buenas vistas, aunque no accedemos a su  interior, que esconde varios tesoros como el criptopórtico del foro de la ciudad romana, por razones de tiempo.






Luego pasearemos por la zona donde se encuentran los antiguos colegios mayores universitarios, aquí llamadas Repúblicas, con nombres de lo más variopinto, y alguna decoración exterior en sus paredes de un gusto cuando menos cuestionable.



Nuestro paseo mañanero nos acerca también a la Sé Velha, que encontramos cerrada, no pudiendo acceder al interior ni a su claustro, pero recreándonos en sus bonitas portadas de acceso, una románica y  otra renacentista, y en su aspecto de fortaleza con cierto parecido a la catedral de Salamanca (incluso en el cimborrio, salvo el añadido final de la cúpula, que no tiene nada que ver con la espectacular torre del gallo salmantina.


En esta ocasión bajamos la cuesta quebra-costas, lo  que es de agradecer, y entro a echar un vistazo al interior de la casa de fados que en ella se encuentra, donde están ensayando. Debe haber al menos un par de sesiones diarias y conviene llamar para reservar pues hay mucha demanda...



Nuestro paseo nos lleva luego de nuevo junto al puente de Sta. Ana, volviendo a subir luego la Couraça de Lisboa y recuperando nuestro coche sobre las 15 h.




Al otro lado del río el monasterio de Sta. Clara-a-Nova..; habrá que visitar la zona en otra ocasión... 


Golondrina daúrica, había muchas de ellas y también aviones roqueros en las
paredes de los edificios de la Universidad próximos a la couraça de Lisboa.



Esta foto no es mía, pero está hecha en la parte baja, y refleja bien
la fuerza con que soplaron los vientos por estos lares.

Ya camino de Salamanca pararemos a comer justo antes de entrar en la IP-5 en Mangualde, en el restaurante Cascata de Pedra, bien valorado en la red y donde hemos reservado según volvíamos en el coche. Otro sitio de "buen jantar" para marcar con un asterisco, sin duda.

Hemos conocido mejor esta preciosa ciudad  universitaria, y todavía hemos dejado muchos sitios interesantes sin visitar, como la mata nacional de Choupal, los claustros de Sta. Cruz o de la Sé Velha, el exploratório, los museos Machado de Castro y de la ciencia... Hay que volver, sin duda...

Por cierto, al echar un vistazo a la prensa portuguesa para ver los efectos del paso de Leslie me he enterado que han  sido especialmente devastadores en Busaço, dejando irrecuperables 3 de sus 126 árboles notabes y estimándose los daños recuperables en más de 400.000 €. También en  la mata de Choupal, donde ha derribado muchos árboles, algunos de ellos con más de 100 años de vida.

Ambas matas siguen cerradas al público desde entonces, estimándose la apertura de la primera de ellas a mediados de noviembre y en diciembre la de Coimbra… Esperemos que se recuperen ambas bien y pronto...