jueves, 20 de septiembre de 2018

Punta Umbría 8-11/09/2018.

No es ésta una entrada en la que os hable de muchos lugares nuevos a los seguidores del blog; repetimos enclave y vamos en plan "tranqui". Ya os conté en su día los alicientes que descubrimos por este bonito rincón onubense, que podéis revisar aquí y aquí...

En esta ocasión nos hemos dedicado más a disfrutar de la enorme playa que teníamos al lado del hotel Barceló donde nos alojamos y de lo que éste ofrece, destacando las ricas viandas con que su buffet libre hacía peligrar nuestra "envidiable" forma física... Espero que los buenos paseos que nos hemos dado hayan compensado la ingestión de tanta caloría...

Como ya os he dicho en otras ocasiones se trata de una zona ideal para ir "fuera de temporada", y aunque esta vez estábamos cerca de temporada alta y hasta un par de días antes no hemos buscado alojamiento, la buena relación calidad-precio nos ha llevado a pagar menos de 200€ por día para los cuatro en régimen de media pensión en un establecimiento con muchos recursos (entre otras cosas, programación diaria de eventos con espectáculos musicales después de la cena que merecen la pena, o unas piscinas cuajadas de tumbonas que son complemento ideal a las jornadas playeras).

El viaje desde Salamanca no se nos hizo pesado en absoluto, y sin madrugar mucho llegamos con tiempo para comer en la terracita de esa pedazo de habitación que nos esperaba y descansar un buen rato. Luego tocaría disfrutar de la playa y de un bonito atardecer a última hora.




Al día siguiente disfruté del amanecer corriendo descalzo por la playa casi hasta el Puntal de la playa de Punta Umbría (empezaba el programa de compensación del buffet...), y tras un desayuno pantagruélico pasamos la mañana en la playa, y tras comer y descansar "en casa" sobre las 19 h. iniciamos un paseo circular que media hora más tarde ya nos tenía disfrutando de la zona más bonita de Punta Umbría, junto al puerto y camino del espigón.

Poco antes de darme la vuelta por la mañana, se veía la situación tormentosa al Este, y el cielo "empedrado"
que en esta ocasión no supuso un cambio de tiempo... aunque alguna gotilla si que me cayó en el trayecto

El paseo guiado en barco por algunos caños de las marismas y la desembocadura del
Odiel en barcos como el que veis en movimiento aquí tiene buena pinta...




Cangrejos violinistas machos, con una de las pinzas hiperdesarrollada.

Un diestro viéndoselas con un zurdo ;-)




Las vistas hacia la refinería de Repsol al otro lado del Odiel, con algunas chimeneas con llamas
coronándolas me recuerdan el principio de esa gran película que es "Blade Runner"... 

A última hora del día, los juegos de luces del atardecer y los reflejos en las nubes dan un tono especial a las aguas...




Sobre las 21 h. nos encontrábamos en el Puntal y tuvimos que acelerar algo la marcha camino del Barceló... peeeerooo por la playa y al atardecer... Muy recomendable este paseo, y en este momento del día, sin duda.


El principio se hace ameno entre pinos, y al llegar al caño en la zona de los muelles el recorrido,
con un total de unos 10,5 kms. ya es disfrutón como pocos... Os dejo el enlace a la ruta en wikiloc

Nuevo paseo playero antes de desayunar el lunes, con muy buena compañía esta vez, y repetición de programa hasta las 19 h. (con comida esta vez en chiringuito playero, también recomendable), y excursión en coche hasta el centro de recepción de visitantes del Parque Natural de las marismas del Odiel, cerrado por las tardes ¿? y continuación por el dique Juan Carlos I hasta la playa del Espigón, que no conocíamos y nos encantó. Sabíamos que la última hora del día se movería mucho bicherío alado, a pesar de no ser la mejor época, y las jugosas observaciones incluso mejoraron las expectativas.

Por la mañana se veían faenar pequeños barcos cerca de la playa.

La "imagen del día", un págalo pomarino acosando a una gaviota. Las fotos
las hice después de observar la agresión con los prismas, cuando el "pirata" se iba.


Frente a nosotros hay una buena vista del muelle-embarcadero utilizado otrora
por los ingleses para sacar el mineral de Riotinto, del que ya os hablé en otra entrada.

Y también del nuevo estadio Colombino.








A la drcha. el último meandro del Odiel, con su desembocadura,
y en el centro, coincidiendo con ésta, Punta Umbría.

La playa del Espigón es nueva, originada por la construcción del dique y la descarga de sedimentos del Odiel.
A la vista de mapas y fotos de hace unos años y actuales se nota mucho cómo crece cada año.




Y el último día de nuevo me decanté por un paseo pre-desayuno buffet, en esta ocasión gps en mano en busca de las salinas del Astur. Iba a ser todo un acierto que recomiendo a todo el mundo pues a los pocos minutos de salir del hotel ya te encuentras en zona de pinares, y a medio recorrido cambia el paisaje al entrar en una zona de marismas donde no faltan limícolas, gaviotas, charranes, ardeidas etc... que llevarse "al ojo". Volvió a fallarme el camaleón, aunque la zona a atravesar parece ideal para verlo, pero algunos bichejos chulos sí se dejaron ver...

Abubilla, o pupo, onomatopéyico nombre con el que se conoce en muchos sitios...


Agujas colinegras y andarríos chico.

Archibebe común y chorlitejo grande


Correlimos.., y cangrejos violinistas a mansalva...

Las vistas desde el mirador donde acaba el paseo permiten ver amplias extensiones de pinares de pino piñonero, con los que se fijan las dunas, y las no menos extensas zonas marismeñas con sus caños acuáticos rebosantes de vida.

Zarapito trinador.

Lo sé, está desenfocada y no vale un pimiento, pero la pongo porque se aprecia bien
el dibujo que se forma en el dorso de la aguja colinegra cuando vuela.

Sorprende la cantidad de cangrejos violinistas que atestan las zonas de limos, que desaparecen con rapidez
al acercarse las aves.Y también llama mucho la atención cómo destacan en la lejanía las pinzas de los machos.



Las hembras de violinista carecen de la macropinza del macho...


Al final también se dejó ver un chorlitejo chico.

Y la joya de la corona, según el amigo Juanjo, un escarabajo que se me cruza en el camino de vuelta, que
es una rareza Scarites (Scallophorites) occidentalis de las dunas del SO de la península.

El recorrido de ida y vuelta a las antiguas salinas del Astur,casi 11,5 kms. prácticamente llanos.
Os dejo el enlace a la ruta en wikiloc por si precisáis del track.

Luego llegaría un potente desayuno (llegué muy justo de tiempo... no esperaba andar tanto...), y la despedida del mar y de esta zona de Huelva que cada vez nos gusta más... pero con calma y disfrute hasta pasadas las 17 h.  ¡¡Habrá que volver pronto!!