viernes, 23 de marzo de 2018

Pajareando de nuevo 17-18/03/2018.

Le gustó tanto el paseo "pajarero" de la semana pasada al amigo David, que de nuevo quiso salir el sábado pasado con idea de repetir recorrido por Salamanca.

En esta ocasión no iniciamos el recorrido en el parque de Jesuítas hasta cerca de las 12,30 h., pero enseguida fueron dejándose ver las especies más habituales y algunas de ellas incluso se dejaron hacer alguna fotillo casi posando.

Verderón común
Carbonero garrapinos



Carbonero común

Mirlo común

Zorzal común

No me quiero enrollar hoy mucho con las especies que vimos, en una cantidad similar a la que os conté la semana pasada en esta entrada, pero sí quiero mostraros algunas fotillos y contaros algunas cosillas más...

Aparecieron los picogordos... y nos recreamos viéndolos partir piñones con su potente pico.

Picogordo



A éste se le veía bien como daba cuenta de un pequeño piñón.



Y también vimos otras especies, algunas de éllas no siempre encontrables en el parque...

Pariente próximo del anterior, el pinzón común se junta en pequeños
bandos en el parque, y suelen unirse a ellos los picogordos.

Agateador (me niego a seguir poniendo común ;-))


Mirlo dándose un bañito.


Tórtola turca


Resultó tan prolífico el recorrido de éste, que habían pasado tres cuartos de hora, casi sin enterarnos, cuando salimos de él hacia el río.

Mi cada vez menos "menudo" acompañante.

Gorrión molinero

Como se había hecho tarde, decidimos acercarnos al molino que hay bajando por el carril-bici, donde a finales del año pasado pude ver a varios azulones pescando alburnos como si de cormoranes se tratara (podéis ver esa entrada pulsando aquí).

Un piragüista de aguas bravas estaba aprovechando la corriente de un Tormes crecido cerca del molino.


Una vez que pasamos al otro lado de lo que queda de molino, no pudimos andar mucho por la crecida del río, y regresamos a casa, pudiendo ver varios verdecillos, algunos haciendo sus cantos nupciales desde las ramas altas de los chopos.


Verdecillo semi-camuflado.

Y el domingo, las necesidades académicas de parte de la familia impidieron una salida al campo que de nuevo paliamos en parte con otro paseo ornitológico por la ciudad.

Salimos media hora antes que el día anterior y, una vez más, nuestros amigos de pico potente salieron a recibirnos... y también lo hizo un chochín que me dejó tirarle alguna fotillo en condiciones, cosa rara en un pájaro tan inquieto.

Seguramente el pájaro más pequeño que podemos ver en España, el chochín tiene un
reclamo poderoso que desentona con su tamaño, y que ya se puede escuchar en estos días...

Precioso ¿no?

Muy chulas las intervenciones pictóricas que han hecho en algunos muros
y casetas del parque.

Carbonero garrapinos ¿buscando material para el nido?



La imagen del día llegaría cuando enfilamos hacia la Isla del Soto, y fue precisamente en el momento que nos rodeaba más gente, al pasar junto al rastro.

El día había salido bastante claro y el río bajaba muy crecido, lo que animó a mucha gente a acercarse a la zona. Pues bien, después de pasar por una curva donde las bicis tenían que salir al camino peatonal al haber llegado el agua allí, estuvimos un rato contemplando la gran cantidad de azulones que mostraban una curiosa imagen esquivando los árboles parcialmente inundados, y pude ver esta hembra de pato cuchara, especie que nunca había visto por la zona.

Pato cuchara.

Quizá aquí se aprecie mejor el porqué de su nombre.

Una pareja de azulones... para comparar la hembra (aunque ésta tiene el pico manchado de lodo).

Luego el canto primaveral delataría la posición de varios verdecillos, y también veríamos bien un reyezuelo, otro de nuestros pájaros más pequeños.

Verdecillo

Cutre-foto del reyezuelo listado que vimos. Se aprecia un poco el
color amarillo de su "corona".


La imagen que ofrecían  los pequeños piragüistas, que tenían que mojarse si o si para salir del agua para guardar las piragüas en el almacén del club (el pantalán se había convertido en una isla) deja ver bien como bajaba el río...



Antes de pasar a la isla del Soto, David insistió en dar un pequeño garbeo por la zona abierta de la Aldehuela, donde se dejaron ver varios pitos, aunque no el pito real, cuyo relincho llegamos a oir muy cerquita de nosotros.

Pico picapinos




Y en la isla nos acercamos al centro de interpretación, donde aún no había estado, encontrándolo cerrado.


Ya de vuelta, repitiendo el camino que seguimos el domingo anterior,que pasa junto al Lidl, nos tocó "escalar" las defensas artificiales en el último tramo, invadido por el río, no sin antes ver un bando de verderones cuyos machos destacaban entre el ramaje de la vegetación ripícola.

Verderón

Saludines y hasta otra.

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