Circular Herguijuela-Cepeda-Madroñal-Herguijuela 19/06/2016

Como no podía ser de otra manera, vuelvo a retrasarme en las "entregas" del bloggggg. Os presento una de las muchas marchas entre pueblos que se pueden hacer por la Sierra de Francia salmantina. Más corta de lo habitual, la comenzamos no en el mismo pueblo, sino en el cruce por el que se accede a él cuando ya estábamos cerca del mediodía. Menos mal que el señalizado camino que desde aquí lleva al caminante a Cepeda enseguida se introduce en un sombreado tramo boscoso (que recuerda a la laurisilva canaria, de tanto madroñal con el que cuenta) porque el sol ya apretaba lo suyo.

Después de algún inesperado encuentro con un pequeño batracio tras una caída sin importancia hacemos un pequeño control de avituallamiento en el puente sobre el arroyo de San Pedro.

Poco antes de las 13 h. nos encontramos cruzando el casco antiguo de Cepeda, no sin antes recrearnos en alguna de sus más vistosas y empinadas calles entre sol y sombra.

Este tiempo en que el verano ya se deja ver de cuerpo entero aunque su inicio oficial aún no haya llegado, nos trae imágenes pajareras en los pueblos que al mismo tiempo nos huelen a vacaciones y a tiempos pasados. Los chillidos de los vencejos volando en bandos, las golondrinas posadas en los cables hablándose unas con otras, o el silencioso ir y venir de los aviones desde y hacia los nidos portando barro humedecido o mosquitos para la cría no faltan a nuestro paso por Cepeda.

Y aunque ya empiezan a sonar los primeros avisos de los más menudos demandando una comida como Dios manda, decidimos seguir la ruta. Será sobre las 14 h. cuando paramos un par de horitas a la sombra junto a la pista que conduce a Monforte, con tiempo más que suficiente para echar una siesta "gorda".

Sobre las 16 h. seguimos nuestra ruta y cerca de Monforte decidimos no pasar por el pueblo y atrochar rumbo a Madroñal pasando junto al centenario roble de la pradera, donde un cartel nos recuerda que no se trata de un rebollo, sino de un quercus robur al que acompañan unos pocos más, especie relíctica de otros tiempos más húmedos. Aquí nos vamos a liar un poco al intentar dar con la escondida trocha que conduce al pueblo atravesando un pinar a media ladera. Es esta una zona con inmejorables vistas del pueblo que hemos dejado y de otros como Miranda del Castañar. Recreándome con la sierra de Béjar al fondo ya casi sin nieve el paso de un ratonero cerca de donde nos encontramos me permite hacer alguna fotillo curiosa.

Como salimos a la carretera y la distancia a recorrer por ella es escasa, decidimos no volver sobre nuestros pasos, y seguimos junto al asfalto algo más de medio kilómetro. Esto nos permite pasar por un par de buenos miradores que yo no conocía.

Dejamos la carretera para enlazar ya cerca de Madroñal con la ruta que debíamos haber seguido. Aquí ya estamos en zona de huertas y proliferan los cerezos. Mal año éste para la cereza, con lluvias a destiempo y plagas de insectos. Algunos ejemplares da pena verlos casi sin hojas y con las que quedan de aspecto enfermizo.

También quedan cerezos que lucen sus mejores galas, pero son pocos...

Sobre las 6 h. llegamos a Madroñal y nos tomamos un refrigerio en un bar antes de afrontar el último tramo que nos llevará hacia los coches también por zona de huertas, para deleite de algun@s...

Y poco antes de llegar a ellos sobre las 19,30 h. me recreo un rato haciendo fotos con buenas luces a las dedaleras que en este tiempo lucen unos ramilletes de flores impresionantes...