Hervás-Chorrera-Pista Heidi-Hervás 31/01/16

Fue a última hora del sábado cuando decidimos acercarnos al día siguiente a la chorrera de Hervás. Aunque el camino está bien señalizado pensé que era buena idea bajar un par de rutas de Wikilog, una de ellas circular, enlazando el camino marcado con la llamada, no sé muy bien por qué, pista Heidi, muy frecuentada por aficionados a la bici. Decidí bajar las que tenía el "wikiloguero" Dalits, atraído por la profusión de detalles y lo currada que estaba su entrada, con referencias continuas a curiosos detalles enriquecedores de la excursión. Os recomiendo encarecidamente que echéis un vistazo al blog de Teófilo ( el Dalits de Wikilog), con infinidad de marchas y muchas más cosas...

Dejamos los coches a la entrada de Hervás y empezamos la caminata sobre las 10,45 h. atravesando parte del Barrio Judío camino de la plaza del Convento, donde espera un gran panel indicador del sendero de pequeño recorrido y las primeras señales que llevan a la Chorrera.

Nada más salir del pueblo nos vuelve a saludar (ya lo hizo cuando nos acercábamos a Hervás en coche) un viejo conocido que nos acompañará a lo largo del día, el  Pinajarro (2099 m.).

Pasamos junto al puente del ferrocarril por el que hemos llegado a Hervás caminando desde Béjar en varias ocasiones, y comprobamos que está cerrado. Quizás tenga algo que ver con la próxima reconversión de esta parte del ferrocarril de la Vía de la Plata en vía verde... Esperemos que sea pronto cuando se le vuelva a dar uso a este camino, aunque sea sin hierro. gran obra de ingeniería de fines del s.XIX, abandonada a su suerte desde 1985. En un panel del pueblo se indica que en 1950 el tren-correo de vapor cubría la distancia desde aquí a Salamanca en 2 horas y 40 minutos.

Seguimos por el llamado camino de Marinejo con el sonido del curso alto del Ambroz a nuestros pies, atravesando primero una zona con mucha vivienda secundaria. Por aquí se encuentra el albergue Valle del Ambroz que deja ver una curiosa tirolina y otras atracciones. El rocío mañanero aún mantiene la humedad junto al camino.

Más adelante pasamos junto a la piscifactoría, cuyas instalaciones se encuentran abandonadas. Según he podido saber a través del blog de Teófilo, fue la construcción de la presa de Hervás en aguas del arroyo Horcajo, afluente del Ambroz, la causante del abandono. El enturbiamiento de las aguas y la bajada de materiales de deshecho letales para los peces causaron la muerte de más de 100.000 truchas y la ruina de su propietario.

Pasamos más tarde junto a la abandonada casona de Marinejo y a un refugio con chimenea que parece de libre acceso (quizás en exceso, pues tiene una gran ventana sin cerrar...).

Ya es mediodía cuando poco antes de llegar a la Fábrica de la Luz, viramos a la derecha, dejando la pista y comenzando el sendero llamado de las 33 vueltas que va a ser un continuo zigzag a través del robledal. Nada más comenzar éste, se observa a nuestra izqda. lo que debió ser un aprisco para el ganado cuyas piedras se encuentran cubiertas de musgo, dejando una imagen sugerente con la fábrica de luz al fondo.

Un poco más adelante un cartel nos indica el desvío a las Charcas Verdes, que aún no conocemos ninguno de los 8 miembros de nuestro equipo... y eso que algunos hemos estado muchas veces en la chorrera...

Nos acercamos a ver esta sucesión de pequeñas pozas transparentes y aprovechamos para tomar un tentempié.

Ya cerca de las 13 h. desandamos el corto camino que nos lleva de nuevo a las "33 vueltas" y en 15 minutos estamos junto al aljibe del que sale la inclinada tubería que lleva el agua a la turbina de la Casa de la luz. En plena cuerda, se abre un gran claro con amplias vistas.

Una mariposa arlequín (zerynthia rumina) se acerca a nosotros, seguramente atraída por los colores de nuestra indumentaria y se posa en el forro y en la mano de Pablo.

Un poco más adelante se ha habilitado un mirador con quitamiedos. Con el embalse de Hervás a nuestros pies sorprende la extensión de los robledales y castañares frente a nosotros. Se ven las poblaciones de Hervás y Aldeanueva con las sierras de Pesga y del Canchal al fondo, y también el embalse de Gabriel y Galán. Las formas de algunas nubes lenticulares completan un panorama muy atractivo en este día soleado y fresco, ideal para caminar.

Y empieza ahora la parte que más me gusta del recorrido, caminando junto al canal que lleva a gran velocidad las aguas al aljibe que acabamos de dejar atrás. Según nos cuenta Teófilo en su blog, su construcción data de 1905.

En unos 20 minutos llegamos al arroyo de las Costeras, de donde parte este canal. En su orilla derecha pasamos junto a una pareja, él haciendo malabarismos en busca de una buena foto, y ella  recreándose en los pequeños saltos de agua y en el verdor que los rodea.

Desde aquí solo restan 10 minutos de subida hasta la chorrera. Preciosa la primera vista que nos ofrece este salto de agua de unos 15 m. Yo creo que antes no era por aquí por donde llegábamos al enclave; si mal no recuerdo, subíamos el último tramo junto al río, lo que nos permitía ver otro salto importante situado aguas abajo.

Cuando ya son más de las 14 h. cruzamos el río y nos instalamos en un prado junto al roquedo desde donde se precipita la segunda cascada de la que os acabo de hablar.

Y antes de calmar los rugidos estomacales sigo un poco el sendero que se dirige aguas abajo en busca de un punto donde se puedan ver ambas cascadas, a continuación de las cuáles llego a una tercera de menor entidad.

Sin darnos cuenta, nos hemos aposentado junto a una chica que está sobre una roca ensimismada en la lectura. Nuestros peques arman mucho, pero el sonido relajante de la cascada evita que sus gritos le distraigan.

Sobre las 15,20 h., tras una pequeña siesta, decidimos ir en busca de la pista Heidi, despidiéndonos de este lugar paradisiaco ahora sin gente y con mejores luces.

Pero no buscaremos la pista por donde nos manda la ruta bajada de wikilog, sino regresando hasta el segundo de los pequeños puentes abovedados construídos sobre el canal, el que se encuentra nada más pasar junto al curioso acueducto que atraviesa el canal y podéis ver en la siguiente foto, lo que nos permitirá recortar el tramo de pista en más de 2 kms.

Por una pequeña trocha que atraviesa el robledal superaremos fácilmente los 100 m. de desnivel que nos separan de la pista, llegando al lugar conocido como la Tablaílla. Allí se encuentra un gran aljibe donde los pequeños disfrutan "capando el agua", y también un refugio cerrado por un cerrojo que nos sorprende por su limpieza al acceder a su interior.

En la Tablaílla se cruza la pista con otro camino proveniente del mirador por el que pasamos esta mañana que se dirige a la parte alta de la sierra. Son ya las cuatro de la tarde cuando iniciamos un recorrido por pista que será mucho más bonito de lo esperado, con buenas vistas sobre el Pinajarro y parte del recorrido de la mañana. Poco a poco se irán dejando ver en el horizonte picos bien conocidos como el Cervero o la Peña de Francia. Y también otros más cercanos como el Cancho de la Muela.

Nos parece distinguir también la ermita próxima a La Garganta, desde donde parte un precioso camino empedrado camino de Hervás.

El buen estado de la pista hace posible que se produzcan encuentros como éstos...

Tras seguir la pista durante una hora y media más o menos, nos topamos con un gran mastín ¿abandonado? cuyos ladridos mosquean un poco a los más menudos de nosotros. Y es a esta altura que el track bajado nos introduce de nuevo en el robledal por una preciosa trocha que lo sería aún más sin los feos plásticos que utilizan los cazadores para indicar los puestos y luego dejan sin recoger. Por aquí san GPS nos permite progresar sin problemas y conocer una zona de mucho encanto, aún más cuando enlaza con un sendero entre viejos muros cubiertos de musgo, ya cerca del pueblo.

Cuando ya son las 18,30 h. y los peques disfrutan de la bajada corriendo y saltando, las últimas luces del día dejan ver sus tonos rojizos entre el enramado del bosque.

Poco después, un claro nos dejará fotografiar estos momentos tan especiales, con el Pinajarro o las nubes lenticulares como telón de fondo...

Enlazando ya con el camino de ida a 1 km. más o menos del pueblo, en plena zona de segundas viviendas, aún quedará tiempo para hacer alguna fotillo desde el puente de Hierro y por sus alrededores.

Llegaremos a Hervás ya a la luz de sus farolas, que dan un toque especial a las calles del barrio Judío.

Os dejo para acabar con un minimapa donde podéis ver esta asequible ruta de poco más de 16 km. desde la plaza del Convento (otros 2 más desde la entrada del pueblo, donde dejamos los coches) que supera un desnivel acumulado de casi 900 m. Aunque nosotros nos tomamos la cosa con mucha calma, se puede hacer tranquilamente en 4 horas o 4 y media sin paradas. Salu2 a tod@s.