jueves, 18 de junio de 2015

Paseo musical: de cómo recuperar rincones salmantinos poniéndoles música...

Tocaba quedarse en Salamanca ese domingo, y un buen aliciente para disfrutar de la mañana era el "Paseo Musical" que organizaba, como cada año, la academia de música Sirinx. Celebra la primavera esta escuela saliendo a la calle con sus alumnos y profesores y recordándonos a salmantinos y visitantes de la ciudad la existencia de bellos rincones llenos de historia y arte como mejor sabe, poniéndoles música... En cada "estación" del recorrido se nos ayuda a descubrir detalles en la piedra de Villamayor que hasta ese momento habían pasados desapercibidos o se nos invita a cerrar los ojos y trasladarnos a otros momentos vividos en esos mismos lugares.


Este año empezaba el paseo en un lugar que hacía mucho que no visitaba y que me parece que es de los que mejor "casan" con esa denominación de Salamanca como "Roma la chica", el patio de los Reyes del Convento de San Esteban. La portada-retablo de la iglesia apabulla al visitante con ese estilo plateresco tan característico de aquí, y deja en un segundo plano ese escondido claustro al que se accede por el pórtico situado a la derecha según se mira hacia ella (el interior de la iglesia, a caballo entre el Renacimiento y el Barroco, esconde joyas como la Virgen con el niño de Rubens o el retablo de José de Churriguera, con pinturas de Claudio Coello, dicho sea de paso).

A la llegada al claustro, de grandes dimensiones y con un estilo a caballo entre el gótico y el renacimiento, sorprende el templete central, atípico por estos lares y que nos recuerda a la arquitectura de la Italia renacentista.



Algunos de sus muchos detalles escultóricos recuerdan las enigmáticas imágenes del vecino claustro de las Dueñas; otros son más clásicos, como las escenas de las esquinas o los medallones, elemento este que se convertirá en un clásico de otros monumentos salmantinos.





Vaya si merecía la pena acercarse a las 10 de la mañana hasta aquí, máxime cuando la llegada a este espacio rebosante de arte e historia coincide con el placer de escuchar varias piezas musicales bien interpretadas por coros e instrumentistas de la Sirinx casi escondidos en una de las esquinas, desde donde la acústica es inmejorable. Yo creo que hasta  las nuevas familias de cigüeñas se sorprenden...



Falta tiempo para recrearse con otra joyita que esconde este lugar, la escalera de Soto, donde Rodrigo Gil de Hontañón utilizó una técnica revolucionaria en su época, apoyándola sobre los muros en voladizo... Para otra vez...

Ya en el exterior, bajo la portada de la Iglesia nos espera el coro de los más menudos e iniciamos el recorrido que nos deparará nuevas sorpresas como la "invasión corista" de los balcones y azotea de la Malhablada, o la coincidencia con un concurso de pintura que se hará especialmente presente al llegar al fin del trayecto en el Patio Chico.






Una fecha para apuntar en el calendario todos los amantes de la música, del arte y de Salamanca, el primer domingo de Junio, día del Paseo Musical... ¡Gracias, Sirinx!

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