lunes, 9 de marzo de 2015

Sevilla 14-17/02/15.

Como ya os adelantaba hace unos días, os voy a poner al tanto de los dos días y dos "medios-días" que hemos pasado en Sevilla aprovechando la coyuntura vacacional escolar de carnavales. Me parece un destino ideal para esta época del año, y el viaje se hace muy cómodo desde Salamanca desde que se acabó la autovía de la Plata. Sevilla y su entorno tienen infinidad de alicientes, y un poco más de calorcillo sureño está garantizado y siempre es bien agradecido.

También os contaba en la entrada anterior que paramos en Mérida lo que, a la postre, haría que hasta las 5 de la tarde no salieramos de paseo por Sevilla. Nos alojamos en el mismo Hostel que la última vez que vinimos (Samay, para más señas, algo espartano pero muy recomendable) sito en los límites del Barrio de Santa Cruz, muy cerca de los Jardines de Murillo. Una vez finalizado el proceso de "descarga", nos acercamos a la Plaza de España, y muy pronto iban a "flipar" los niños con la nutrida colonia de cotorras que se deja ver por la zona. Pude fotografiar hasta tres especies diferentes, las "clásicas invasoras" cotorra argentina y de Kramer, y un ejemplar de calancate comun o cotorra de cabeza azul (Thectocercus acuticaudatus).

Cotorra argentina

Cotorra de cabeza azul

Cotorra de Kramer

También proliferan por aquí las palomas, a pesar de todos los intentos por acabar con la costumbre de dejarles comida. La plaza de América, ya en el parque de María Luisa, es más conocida como plaza de las palomas. Al ver tanta paloma blanca por todos lados, el más pequeño integrante de nuestro reducido grupo enseguida las "bautizó" como palomas sevillanas, muy distintas, decía, de las de Salamanca, je, je...

Palomo sevillano ¿ligando con una salmantina?

El llegar a la plaza de España es algo mágico, no en vano ha sido elegida por numerosos directores de cine para crear palacios árabes o incluso de otros mundos, como hizo Spielberg. Decidimos dar una vuelta en un coche a pedales por el parque de María Luisa y lo pasamos muy bien. Luego dejamos que cayera la noche recorriendo la plaza y enfilamos más tarde desde aquí hacia la zona de la catedral por la calle de San Fernando, un rato a pie y otro andando, je, je.




Cenamos junto a la preciosa plaza de la Virgen de los Reyes y luego callejeamos sin prisas por el Barrio de Santa Cruz camino de nuestro Hostel. ¡Vaya diferencia de temperatura con Salamanca a estas horas y por estas fechas!

El domingo, tras desayunar, la pequeña Lucía y yo nos fuimos a dar una vuelta y quedamos más tarde con los otros dos miembros de la "expedición", al tener que preparar uno de ellos algún que otro examen. Los dos más ociosos nos fuimos en busca de una visita organizada por el centro histórico de Sevilla, pero nos "enriscamos" y decidimos montar el paseo por nuestra cuenta, subiendo por la margen izqda. del Guadalquivir hasta más allá de la torre del Oro. Me gusta mucho como ha sido acondicionada toda esta zona, con amplias zonas peatonales y ciclables junto al río.



Reunidos de nuevo los cuatro expedicionarios decidimos seguir las orillas del río o, mejor dicho, del canal de Alfonso XIII en busca de una exposición llamada "Dinopetrea" instalada en el antiguo pabellón de la Navegación de la expo de 1992. El paseo se hace muy agradable, siempre con vistas hacia sitios emblemáticos como la Maesranza, el puente de Triana (un compañero del trabajo le atribuye cierto parecido con el salmantino puente de Enrique Estevan...), y el barrio del mismo nombre al otro lado del río. Sorprende la gran cantidad de aficionados al deporte del remo río arriba y río abajo, muchos de ellos muy jóvenes.



La presencia de la torre Pelli, rascacielos aislado en la isla de la Cartuja aún incacabado pero ya con sus 178 m. de altura construídos, se hace cada vez mayor conforme nos acercamos a nuestro destino. Incluso llegamos a rodearla para poder llegar al pabellón, tras atravesar el puente del Cristo de la Expiración. Hay por allí algunos graffitis interesantes...




En Dinopetrea nos vemos sorprendidos por la gran cantidad de gente que hace cola a la entrada, a pesar de llevar ya bastante tiempo instalada, luego nos enteraremos que, dado el éxito, van a intentar dejarla de forma permantente en la ciudad... Resulta interesante su visita pudiendo, entre otras cosas, tocarse un meteorito a la entrada o ver reproduciones de esqueletos de grandes dinosaurios de dorma bastante amena. Una pena no poder hacer fotos durante la visita. A la salida tienen un arenero donde los visitantes más pequeños pueden buscar dientes de tiburones en plan Indiana Jones e incluso quedarse con uno de ellos.


Nos acercamos luego al Centro Andaluz de Arte Contemporaneo en el Monasterio de la Cartuja, con su curiosa escultura de un gigante asomándose a las ventanas...



Aprovechamos la coyuntura que suponía un pequeño concierto de jazz al aire libre para comer.., aunque nos chafaría su deleite una leve lluvia... Es curioso el halo de abandono en proceso de semi-recuperación que tiene toda la zona. Muchas de las plantas exóticas traídas hace más de 20 años se han adaptado al clima sevillano y esto permite encontrarnos con un vergel como el jardín americano (cerrado en esta época del año :-(), o sorprenderse con árboles como el de la foto en mitad de la nada...


Nos acercamos un poco a lo que fueron las instalaciones de la Expo de 1992, pero pronto decidimos regresar al otro lado del río por la pasarela de la Expo (lo que me permitiría tener la jugosa observación de un águila pescadora que ya os enseñé en la anterior entrada). Atravesamos el centro comercial y de ocio de la Estación de la Plaza de Armas y, tras dejar atrás la Maestranza, nos acercamos a la Plaza Nueva, rodeando el Ayuntamiento para contemplar sus dos portadas de diferente estilo.





Tomamos rumbo a la catedral y en sus inmediaciones nos cruzamos con gran cantidad de turistas japoneses. Hago una foto a uno de ellos, al sorprenderme el "pedazo" objetivo que tiene adosado a su móvil, a través del que hace gran cantidad de fotografías casi sin levantar la vista de la pantalla.





Decidimos acercarnoa a la plaza de la Encarnación para subir a los miradores de sus famosas "setas" (la mayor estructura arquitectónica de madera del mundo, según rezan sus folletos publicitarios). Antes de subir montamos a los peques en unos patinetes eléctricos ("segway"), pasandolo muy bien. Ya de noche subimos arriba, disfrutando de las vistas nocturnas con una perspectiva diferente de la que tuvimos la última vez que estuvimos por aquí, de día.







El lunes hacemos algo similar al primer día, acercandonos la pequeña Lucía y yo al museo arqueológico con intención de visitarlo y, de paso, disfrutar del camino a través del parque de María Luisa. Nos recreamos en la plaza de América, con sus edificios emblemáticos de la Exposición Iberoamericana de 1929, especialmente el Pabellón Mudéjar (hoy museo de Artes y Costumbres Populares) y el de Bellas Artes (hoy museo arqueológico). Se nos chafará la visita al decirnos que el museo está cerrado (a pesar de que en todas las páginas de internet aparecía que estaba abierto...), pero no nos importa porque no disponíamos de mucho tiempo y así nos podíamos recrear más en el Parque de María Luisa. Lo encuentro en bastante mejor estado que la última vez que estuvimos "paseándolo", ya hace años. Es un auténtico jardín botánico con especies procedentes de todo el mundo, pero sobre todo americanas. Inaugurado en 1914 y abandonado a su suerte durante más de medio siglo tras la crisis de 1929(¿no os recuerda esto a la isla de la Cartuja...?), hoy tiene caegoría de Bien de Interés Cultural y cuenta con rincones únicos. A mí me gusta especialmente la Plaza de Bécker, con sus esculturas de mármol rodeando a un inmenso ciprés de los pantanos del Misisipi, plantado a mediados del s. XIX. Hay varios árboles de esta especie en el parque, y sorprenden en esta época del año con sus hojas de aspecto perenne, pero pardas y secas en invierno.

Burgos y Salamanca.., hay que hacerle una foto...


Ya no se "reciclan" como hace un tiempo, que se vendían para mermelada...




Sobre las 11,30 h. nos juntamos todos de nuevo y partimos hacia la Cañada de los Pájaros, un lugar marcado con asterisco para todos los "pajareros".  Este espacio, crado sobre una graver en desuso por 1986 se ha convertido en un humedal elegido para su invernada y/o nidificación por gran cantidad de aves. Hoy en día es reserva natural concertada y, también en ella, se crían en cautividad varias especies para su posterior liberación. Destaca sobre todo la gran labor que se viene haciendo con la focha cornuda que seguramente ha evitado su desaparición de España. Os dejo unas fotillos de la recepción que nos hicieron unos gansos y unas cigueñas y de algunas de las especies que se pueden ver también en libertad por los alrededores.


Calamón utilizando sus "patitas" a modo de manos...

Morito

Flamencos 





Focha cornuda

Espátula

Durante la visita te puedes encontrar con imágenes ya fuera del recinto como la de esa pareja de tarros canelos volando, barnaclas caribalancas pastando o incluso ese ganso-cisne asiático (seguramente procedente de la Cañada) con moritos al fondo.




Sorprenden también las aves exóticas que encuentras durante la visita. Pero no voy a incluir muchas más fotos, que me estoy pasando...

Ibis escarlata

Pavo real albino

A éstos no los controlo.., a ver si algun@ me lo decís...

Después de la visita, en la que no coincidimos con ningún visitante más, nos acercamos a la cercana Dehesa de Abajo, una de esas puertas de Doñana con centro de interpretación muy visitadas en otras épocas. Coincidimos con una interesante exposición de fotografías de aves allí, y nos dimos un paseo rodeados de cigueñas blancas por todos los lados (no en vano en su entorno se encuentra la mayor "colonia" nidificante de Europa).




Bajamos hasta una laguna donde se veían sobre todo flamencos, fochas y gaviotas; también vimos algún zampullín y un par de aguiluchos, seguramente laguneros.



Ya en Sevilla de nuevo, tras una más que grata visita a la familia que tenemos allí, volvimos a nuestro Hostel, pero aún nos quedaron ganas para dar una vuelta nocturna por el barrio de Santa Cruz.




El último día la predicción del tiempo era un poco peor, con lo que planteamos una mañana "museística". Nos acercamos primero al museo de las Ciencias, ubicado en el bonito pabellón de Perú de la expo de 1929, y luego al nuevo acuario hispalense. Como nos pillaba muy cerca, quise enseñar a los "estudiantes" del grupo la plaza de América (o de las palomas) que tanto me gusta, pero encontramos los accesos al parque cerrados. Luego me enteré que estaba cerrado por alerta amarilla por fuertes vientos, pero antes de regresar a coger todo al Hostel me colé por una puerta abierta para hacer una  foto en la que se explica muy bien ese "sobrenombre" de esta plaza...


Y me despido con una última foto, ya de camino al Hostel, de la estatua ecuestre de Simón Bolívar donada por el gobierno venezolano en 1981 y colocada frente al pabellón de Argentina de la expo de 1929. Me llamó la atención su postura, con los brazos en alto, y aún más la leyenda del pedestal, con parte de una carta que dirigió al rey de España en 1821 diciendo: "Es nuestra ambición ofrecer a los españoles una segunda patria, pero erguida, no abrumada por cadenas".


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