jueves, 15 de mayo de 2014

Semana Santa en Granada.

Quería publicar algo especial para celebrar las primeras 1000 visitas peroooo ha seguido pasando el tiempo y cuando ya estamos muy cerca de las 2000 me dispongo a cumplir con lo prometido. Para ello voy a presentaros un reportaje algo más amplio de lo habitual de la semana que hemos disfrutado en Granada. Espero que os guste...

Lunes 14/04/14

Dos familias de cuatro miembros y otras dos de tres decidimos alquilar un par de apartamentos en Ogíjares, para pasar una semana en tierras granadinas. Salimos de Salamanca e hicimos el primer tramo del viaje hasta Consuegra, donde dimos un buen paseo para conocer los molinos que inmortalizara Cervantes en El Quijote. Impresionantes las vistas desde el teso donde se encuentran éstas, y también el castillo que las acompaña.


Al llegar a las que iban a ser nuestras casas, nos gustó el sitio, con amplias vistas hacia Sierra Nevada, y ya al atardecer salió a saludarnos una enorme luna llena que parecía traer buenos presagios para los días venideros.


Martes 15/04/14

Entre los planes para la semana teníamos puesto un "asterisco", como es normal, en la visita a la Alhambra, visita que no habíamos logrado reservar vía internet y que parecía obligar a madrugar un poco a algunos de los "miembros de la expedición". Y ahí estábamos Paco y yo, a las 7 de la mañana haciendo cola tras ser acercados por Antoni en coche. Sin saber las entradas que se iban a poner a la venta, con 70 personas por delante, nos animamos un poco al ver que media hora más tarde ya pasábamos de los 200 o 300... Bueno, al final conseguimos las entradas para toda la tropa y, como no habíamos quedado con el resto hasta las 11, nos dimos una vuelta por la parte de la Alhambra no sujeta a imposición alguna, y bajamos hacia el Albaicín para acercarnos más tarde al mirador de San Nicolás, donde tuvimos la suerte de subir al campanario de la iglesia.


Ya con los expedicionarios reunidos, decidimos encaminarnos hacia el Carmen de los Mártires, una de las recomendaciones que traíamos de Salamanca. El ascenso hasta llegar a este parque es muy entretenido, y este Carmen, muy bien cuidado y con algunas instalaciones recreando épocas nazaríes,  se encuentra en un alto de vistas espectaculares. Resultó un sitio inmejorable para comer antes de ir a la Alhambra.


Teníamos la visita a los palacios nazaríes (la única parte de la Alhambra que impone horario) a las 14,15 h., con lo que bajamos rápidamente para conocer por primera vez unos y para revisitar otros, el palacio y sus patios. Era mi tercera visita, pero la primera vez que veía el patio de los leones con ellos restaurados... La verdad es que es un lugar espectacular, algo único. Las vistas hacia el Albaicín, con sus cipreses dando siempre un toque de verdor salpicando el pueblo blanco, no dejan indiferente a nadie. Me llamó la atención la recuperación de un par de vidrieras cuyos colores recuerdan las de las catedrales góticas, pero con motivos claramente árabes, cuya existencia desconocía.


Después de disfrutar durante más de una hora y media de los palacios y sus jardines, salimos a visitar el resto de instalaciones, pasando primero por el Generalife, luego por el palacio de Carlos V y acabando en la Alcazaba.


Sobre las 19 h. nos encaminamos hacia el centro, bajando por la cuesta de Gomérez hacia la plaza Nueva, y tras tomar un refrigerio, entre mucho gentío procesional volvimos a los coches, con la desagradable sorpresa de tener de nuevo problemas con el arranque del nuestro (ya nos había pasado en Salamanca). Logramos arrancarlo y contactar con un taller donde lo verían al día siguiente. Eso no evitó que compráramos unas pizzas para celebrar el cumple del pequeño David en casa...

Miércoles 16/04/14

La mañana la íbamos a dedicar a conocer el museo de las Ciencias, un lugar sorprendente con muchas posibilidades. Lucía se había ido al taller para ver si nos arreglaban el problema del coche y se incorporó al museo más tarde. Los espectáculos que pudimos ver en el museo, uno sobre el manejo de títeres, algunos gigantescos, y otro de vuelo de rapaces, resultaron muy entretenidos, y las distintas instalaciones también. El mariposario a mí me gustó especialmente, y la gran cantidad de  experimentos o juegos interactivos hicieron las delicias de pequeños y mayores, lo que hizo que no abandonáramos las instalaciones hasta cerca de las 19 horas...


Bajamos hacia el centro, donde nos sorprendieron de nuevo las procesiones, y pudimos dar una vuelta a última hora de la tarde. Subimos primero por ese paseo de obligada visita que es la carrera del Darro, repitiendo el recorrido que hicimos Paco y yo el día anterior; en esta ocasión hicimos coincidir el atardecer con nuestra llegada al mirador de San Nicolás, pudiendo ver teñirse de rojo las paredes de la Alhambra.


Nuevos problemas con el arranque ¡que pesao! de regreso a casa hicieron que optáramos por repartir nuestra familia en el resto de los coches para el resto de las vacaciones... ;-(

Jueves 17/04/14

Decidimos dedicar este día a la costa granadina, y optamos por ir a alguna playa de Almuñecar por la mañana. La playa nos defraudó un poco por no ser de arena, sino más bien de guijarros, con mucho polvo, aunque, eso sí, el agua estaba limpísima y los más valientes se dieron unos buenos baños. Quizás podíamos haber optado por Noja, ya en tierras malaqueñas pero muy cerca de Almuñecar... Los mayores nos turnamos para dar un buen paseo hacia el castillo, y la verdad es que me sorprendió gratamente tanto éste como la cueva de los 7 palacios, lugar este cuya espectacularidad no va a la zaga con tan pretencioso nombre, pero que guarda algunos tesoros que nos hablan de la intensa vida de la localidad a lo largo de su historia. Me llamó especialmente la atención un vaso creo que de alabastro, de origen egipcio, procedente de una necrópolis fenicia, con inscripciones jeroglíficas, considerado el más antiguo documento escrito encontrado en la Península Ibérica.

Por la tarde fuimos a la cercana Salobreña, imponente desde lejos con su caserío blanco y el castillo en todo lo alto. El castillo y sus alrededores ofrecen buenas vistas y también hablan de los distintos pueblos que lo ocuparon históricamente.


Viernes 18/04/14

Como algunos de los miembros de la "expedición" querían ver alguna procesión granadina y una de las marchas de senderismo de las que teníamos información estaba muy cerca de la capital y era corta, decidimos emplear la mañana en hacerla y volver a casa a comer para regresar a Granada a pasar la tarde-noche. La marcha en cuestión, llamada "de los cahorros de Monachil" es muy entretenida.., a la par que frecuentada por los granadinos, como podéis ver en alguna de las fotos. Sigue el curso de una acequia junto al río Monachil en la mayoría de su recorrido, y se pasa por desfiladeros angostos donde casi no entra la luz, y algún puente tibetano de cierta altura; también hay tramos donde hay que agacharse o utilizar las manos para pasar si el río trae agua...


Por la tarde, ya en Granada, volvimos a la carrera del Darro para ver el Bañuelo, unos baños árabes que sobrevivieron tras la reconquista. Muy interesante su visita, llamando la atención la reutilización de capiteles de épocas distintas en una de las salas.


Muy cerca de allí vimos la salida de la procesión del Sto. Entierro de la Iglesia de Santa Ana y, tras tomar un refigerio en la plaza Nueva, decidimos acabar la jornada con un paseo nocturno por el Sacromonte, con espectaculares vistas hacia la Alhambra, acabando el mismo en el mirador de San Nicolás, ya en el Albaicín, donde una pareja bailando flamenco al son de una guitarra "afisioná" completó la magia del momento al llegar a este mirador privilegiado... Luego nos tocaría correr en busca de los coches entre procesiones nocturnas (se había hecho un poco tarde, claro...).


Sábado 19/04/14

Este día lo íbamos a dedicar a conocer un poco las Alpujarras. El camino hacia Trévelez por carreteras sinuosas produjo algún que otro problema gástrico, aunque la degustación de un buen jamón ya en el pueblo aplacó en parte los sinsabores de la aproximación. Conforme subíamos la cuesta hacia la parte alta del pueblo aumentaba la belleza del casco urbano, con esas terrazas planas que vienen seguramente desde la repoblación berebere y tanto recuerdan a los pueblos del Atlas. Pudimos ver nieve muy cerca; nos encontramos a más de 1700 m. de altura.


Comimos junto al río y nos encaminamos luego al valle del río Poqueira, donde los pueblos de Bubión, Capileira y Pampaneira conforman la zona seguramente más turística de la Alpujarra. Por aquí teníamos prevista una marcha uniendo los tres, pero el poco tiempo que teníamos hizo que visitáramos tan solo los dos primeros en plan tranquilo. Con los picos Veleta y la Alcazaba al fondo, estos tres pueblos blancos, muy próximos entre sí seducen al caminante de lejos y desde dentro, con rincones preciosos muy bien cuidados que casi ya ni recordábamos los que hace ya muchos años tuvimos que dormir al raso por estos pagos en una "mítica" excursión del Grupo Universitario de Montaña de Salamanca...


Inolvidable semana la pasada en tierras granadinas, a pesar de las retenciones del domingo, sobre todo en Despeñaperros... y con suerte de no volver a tener problemas con el arranque del coche en la vuelta. Y, dicho sea de paso, volvimos por Toledo, opción recomendable para evitar más atascos en el entorno madrileño en días con mucho tráfico.

2 comentarios:

  1. Muy bonitas fotos! y qué bonita es Granada y alrededores.

    Aún recuerdo el frío de aquella noche en Capileira jeje!! todos como sardinas enlatadas.

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  2. Inolvidable Semana Santa. Por cierto, fuimos a las 6 de la mañana a por las entradas.....Salu2

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