Este domingo hemos estado en Batuecas haciendo una marcha preciosa desde la zona del Monasterio, enlazando el camino hacia el Portillo con una pista de la que hay que salirse por una senda cuidada hacia el Covacho, que más bien parece al aproximarse la boca o los labios de Las Batuecas. Curioso el perfil "humano" que forman algunos picos en sus proximidades. La bajada la hemos hecho por el valle principal recorriendo esos aereos senderos que ofrecen unas vistas espectaculares de este espacio único. En esta marcha, además, cuando estábamos frente a las Catedrales pudimos ver un nutrido rebaño de cabras con algunos machos de gran porte luciendo sus pelajes invernales... El otoño también deja retazos por estos parajes donde predomina la hoja perenne, y me ha llamado la atención la gran cantidad de frutos que han dado los madroños este año; al pasar junto a algunos el camino casi se teñía del rojo de sus frutos...
Las Batuecas... nunca falla...
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